El expresidente filipino Duterte, detenido tras ser acusado de crímenes contra la humanidad

Rodrigo Duterte durante una comparecencia en octubre de 2024 en el Senado de Filipinas en Manila.

El polémico expresidente de Filipinas Rodrigo Duterte fue detenido este martes en el aeropuerto de Manila, después de que la Corte Penal Internacional (CPI) emitiera una orden de arresto al acusarle de crímenes contra la humanidad por su campaña contra las drogas, que dejó miles de muertos en el país, según informa EFE.

El exdirigente, de 79 años, aterrizó en el Aeropuerto Internacional Ninoy Aquino de la capital filipina procedente de Hong Kong a las 9:20 hora local (1:20 GMT), donde fue detenido y escoltado por las fuerzas de seguridad fuera del aeródromo. La detención se produjo después de que la CPI emitiera una orden de arresto por crímenes de lesa humanidad remitida por Interpol a las autoridades del país asiático, según un comunicado de la oficina presidencial de Filipinas.

El político, que había participado este fin de semana en Hong Kong en un acto electoral previo a los comicios de mitad de mandato del 12 de mayo entre rumores sobre su posible arresto, fue examinado por un equipo médico tras ser detenido y goza de buena salud, según la misma fuente.

El desenlace actual tiene su origen en la guerra contra las drogas que Duterte emprendió durante su mandato (2016-2022), en la que murieron unas 6.000 personas en operativos antidroga y debido a ejecuciones extrajudiciales, según las cifras de la Policía, mientras ONG locales elevan la cifra a más de 30.000 fallecidos.

La CPI inició una investigación por las ejecuciones extrajudiciales, a pesar de que Duterte retiró a Filipinas del organismo en 2019 para evitar ser implicado, y en 2021 vinculó a las autoridades y fuerzas de seguridad con los crímenes cometidos. Aunque Filipinas no ha regresado a la CPI, el actual presidente, Ferdinand Marcos Jr., afirmó a finales del pasado año que su Gobierno no bloquearía a la corte en su investigación a Duterte, y en 2023 afirmó que el país "estudia" regresar al amparo del tribunal.

Duterte cuestiona la detención

Tras su detención en su país natal, que se produce cuando el clan Duterte protagoniza una sonada ruptura con el del presidente Marcos, el exdirigente se preguntó: "¿Cuál es la ley y cuál es el crimen que he cometido?", desde la base aérea de Villamor, donde afirmó haber sido trasladado "en contra" de su voluntad, según un vídeo compartido en la red social Instagram por su hija Verónica.

Estas declaraciones se suman a otras similares pronunciadas en las últimas horas por seguidores del político, entre ellas los llamamientos a la calma del senador Bong Go, ex asesor especial del expresidente. "Vamos a relajarnos y a orar por el expresidente", afirmó a los medios Bong Go desde Villamor.

Por su parte, familiares de víctimas de la guerra contra las drogas celebraron su detención. "Esta medida por la CPI es prueba de la validez de nuestra llamada para pedir cuentas a Duterte y sus cómplices por llevar a cabo la guerra contra las drogas", afirmó en un comunicado la asociación Rise Up, que aúna a familiares de las víctimas de la brutal campaña antinarcóticos del expresidente.

"Estoy llorando, realmente quería verlo en la cárcel. Pagarán por lo que nos hicieron", dijo Jane Lee, mujer de una de las víctimas de la guerra contra las drogas de Duterte, según la nota.

Incertidumbre sobre los próximos pasos

Frente a las denuncias de supuesta ilegalidad de la detención de Duterte, la oficina presidencial filipina señaló en un comunicado que el arresto tuvo lugar después de que Interpol en Manila recibiera este martes la copia oficial de la orden de arresto de la CPI, tras lo que el fiscal general del país asiático presentó la notificación.

Por su parte, la letrada que presentó el caso ante la CPI, Kristina Conti, dijo que Duterte debería ser extraditado a La Haya. "Cuando una persona es detenida en virtud de una orden de detención de la CPI, debe ser entregada a las fuerzas del orden de un Estado miembro, y debe ser trasladada a La Haya (Países Bajos) lo antes posible", dijo Conti.

Las declaraciones de la letrada se producen en plena incertidumbre sobre los próximos pasos de las autoridades filipinas tras la detención, que también suscitó un estallido de júbilo entre los partidos políticos y organizaciones críticos con Duterte.

Pretendía regresar a la arena política

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El exdirigente, conocido asimismo por una incontinencia verbal que dejó una ristra de polémicas declaraciones durante su mandato, pretendía regresar a la arena política y se había presentado como candidato a la alcaldía de Davao, la sureña ciudad de Mindanao que rige su clan, para los comicios del 12 de mayo.

Duterte ha insultado en numerosas ocasiones al actual presidente del país, a quien llegó a calificar de "drogadicto", evidenciando el cisma entre las dos familias, unidas por conveniencia durante las elecciones de 2022, donde la hija del exlíder, Sara, hizo tándem con Marcos y ganó los comicios para la vicepresidencia del país.

Mientras su padre está detenido, Sara Duterte se enfrenta ahora a un proceso de destitución acusada de utilizar fondos de manera indebida.

El polémico expresidente de Filipinas Rodrigo Duterte fue detenido este martes en el aeropuerto de Manila, después de que la Corte Penal Internacional (CPI) emitiera una orden de arresto al acusarle de crímenes contra la humanidad por su campaña contra las drogas, que dejó miles de muertos en el país, según informa EFE.

El arresto de Duterte da esperanza a que se agilice el juicio por asesinato de Diego Bello

La detención este martes del expresidente filipino Rodrigo Duterte, acusado de crímenes contra la humanidad por su cruenta guerra contra las drogas, ha avivado la esperanza de que se agilice el juicio sobre el asesinato del joven coruñés Diego Bello en el país asiático en 2020. "Va a ser una gran alegría para todos y supongo que esto va a agilizar el caso de Diego, por supuesto", señaló a EFE Rebeca Díaz Gestal, amiga de la familia y miembro de la plataforma Xusticia para Diego, en un mensaje de audio.

El español de 32 años murió acribillado el 8 de enero de 2020 en la turística isla de Siargao (sureste), en una supuesta operación policial antinarcóticos en el marco de la guerra contra las drogas lanzada por el expresidente Duterte durante su mandato, entre 2016 y 2022.

Los agentes acusaron al español de ser un "narcotraficante de alto valor", y alegaron que diseñaron una operación para detener a Bello que acabó con un tiroteo después de que supuestamente se resistiera y disparara contra los oficiales. Sin embargo, un informe acusatorio de la Oficina Nacional de Inteligencia filipina (NBI, en inglés) tumbó la versión oficial y acusó en 2022 a tres agentes de policía de asesinato.

Los acusados, el capitán Vicente Panuelos y los sargentos Ronel Azarcón Pazos y Nido Boy Esmeralda, no se presentaron en su momento ante el tribunal y estuvieron desaparecidos hasta el año pasado. Actualmente se encuentran en la cárcel, aunque sus defensas han pedido la libertad provisional mientras se celebra el juicio, que comenzó el pasado octubre en Manila.

La NBI y la Comisión de Derechos Humanos y la Oficina de Inteligencia Filipina (NBI) concluyeron que los policías asesinaron a Bello "aprovechando su posición de poder" en el marco de la "guerra contra las drogas".

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