Las fuerzas de seguridad de Etiopía han matado a más de 400 manifestantes y arrestado a miles de personas durante las protestas que han tenido lugar desde noviembre de 2015 en la región de Oromia, según ha denunciado la ONG Human Rights Watch (HRW), que ha instado al Gobierno etíope a abrir una investigación independiente para esclarecer las muertes, los arrestos arbitrarios y otros abusos.
El informe 'Dura represión: muertes y arrestos como respuesta a las manifestaciones de los etíopes oromos' detalla el uso excesivo e innecesario de la fuerza por parte del Gobierno etíope y pone de manifiesto el abuso de poder contra los manifestantes. "Las fuerzas de seguridad etíopes han disparado y matado a cientos de estudiantes, agricultores y otros manifestantes pacíficos sin mostrar ninguna consideración por la vida humana", ha manifestado la subdirectora de HRW en África, Leslie Lefkow.
"El Gobierno debería liberar inmediatamente a los que han sido detenidos de forma errónea y apoyar una investigación independiente para que los miembros de las fuerzas de seguridad involucrados se hagan responsables de los abusos llevados a cabo", ha añadido.
HRW ha denunciado que las fuerzas de seguridad utilizaron en diversas ocasiones artillería pesada para reprimir las manifestaciones, matando a cientos de manifestantes. Las manifestaciones de noviembre tuvieron lugar ante la propuesta del Gobierno de expandir los límites de aplicación del plan de integración de Addis Abeba y la zona especial de Oromia, una ampliación que podría suponer el desplazamiento de los agricultores oromos en beneficio de una minoría enriquecida.
El Gobierno desplegó en diciembre efectivos del Ejército para controlar la manifestación en Oromia, donde muchos de los muertos eran estudiantes, algunos incluso menores de dieciocho años. La Policía federal y el Ejército arrestaron, a su vez, a miles de estudiantes, músicos y políticos, entre otros, que habían ofrecido ayuda o refugio a los estudiantes. A pesar de que muchos detenidos han sido desde entonces puestos en libertad, según HRW existe aún un gran número de ciudadanos arrestados sin cargos y sin acceso a un abogado.
Torturas y abusos sexuales
Los testigos han descrito los arrestos como algo sin precedentes. "He vivido aquí durante toda mi vida y nunca había sufrido tal represión. A menudo se producen arrestos y muertes, y cada familia aquí tiene al menos un hijo detenido", ha aseverado Yoseph, un oromo residente en la región de Wollega.
Muchos de los detenidos han explicado a HRW que fueron torturados o maltratados durante su tiempo en prisión, y varias mujeres han denunciado que sufrieron abusos sexuales. A pesar del gran número de arrestos, las autoridades no han podido interponer cargos contra muchos de ellos. El acceso a la educación, por otra parte, se ha visto afectado en varias localidades debido a la presencia de las fuerzas de seguridad.
Las autoridades han cerrado temporalmente escuelas y muchos estudiantes han explicado a HRW que el Ejército y otras fuerzas de seguridad han ocupado varios campuses y han monitorizado y acosado a estudiantes de la etnia oromo. Las restricciones impuestas por el Gobierno a las investigaciones independientes y a los medios de comunicación se han extendido a las redes sociales. El acceso a Facebook se encuentra restringido desde marzo.
A pesar de que la intensidad de las manifestaciones ha disminuido notablemente desde abril, la represión gubernamental ha continuado, según HRW. Muchos de los detenidos durante los últimos siete meses siguen arrestados y cientos de estudiantes se encuentran desaparecidos en una situación similar a la que tuvo lugar en Oromia en 2014.
La brutal represión en Etiopía requiere una mayor respuesta y una implicación por parte de la comunidad internacional, incluido el Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Derechos Humanos (OHCHR), según HRW. "El apoyo internacional que recibe el Gobierno de Etiopía no se ha inmutado ante la represión que ha tenido lugar por parte del Gobierno en Oromia", ha aseverado Lefkow. "Los países que apoyan el desarrollo del país deben presionar para que se produzca un progreso en todas las áreas, especialmente en relación con la libertad de expresión y la justicia para las víctimas", ha añadido.
Las fuerzas de seguridad de Etiopía han matado a más de 400 manifestantes y arrestado a miles de personas durante las protestas que han tenido lugar desde noviembre de 2015 en la región de Oromia, según ha denunciado la ONG Human Rights Watch (HRW), que ha instado al Gobierno etíope a abrir una investigación independiente para esclarecer las muertes, los arrestos arbitrarios y otros abusos.