Utilizada como bufanda, como pañuelo o chal –y, en el caso de los espíritus revolucionarios románticos, cubriendo el rostro a la manera de los fedayines–, la kefia está presente en todas las manifestaciones de apoyo a Palestina. Desde hace décadas se convirtió en el símbolo de la identidad —y por lo tanto, de la resistencia— palestina. La kefia se popularizó por figuras como Leila Khaled, militante del Frente Popular para la Liberación de Palestina (FPLP) y primera mujer en participar en un secuestro de avión, en 1969. El líder palestino Yasir Arafat la utilizó como su tocado permanente y, al igual que la boina de Ernesto “Che” Guevara, como el complemento de su uniforme militar.
Una herramienta de la Gran Revuelta
Existen varios modelos de la kefia en los países vecinos, como la versión jordana, llamada hatta, de color rojo y blanco pero con motivos diferentes, que también vistieron los miembros del FPLP. También se pueden ver kefias en Siria, más allá de la frontera, en el centro y sur de Irak, y hasta en Arabia Saudita. Allí también es roja y lleva el nombre de shemagh, una palabra derivada de ach makh, literalmente cubrecabeza en sumerio.
En Palestina, la kefia es el tocado tradicional de los campesinos. Se sostiene por medio de un agal, un aro negro que rodea la cabeza. Su diseño representaría las redes de los pescadores, pero es una tesis que no ha sido confirmada científicamente.
En 1936, estalló en Palestina mandataria la Gran Revuelta Árabe contra el mandato británico así como contra el rol de los ingleses, que alentaban la colonización sionista con vistas a crear un hogar nacional judío. Los campesinos palestinos llevaron la protesta hasta las ciudades. Sus combatientes, que realizaban operaciones armadas contra el poder mandatario, se ocultaban el rostro con la kefia. Pero en esa época, los palestinos de las ciudades vestían el tarbush otomano, un gorro rojo vertical que se encuentra hasta en el Magreb. De modo que los campesinos que llevaban kefias eran sospechosos que eran fácilmente identificables para el imperio colonial. El 27 de agosto de 1938, los líderes de la revuelta, para facilitar que los combatientes palestinos se fundieran con la masa, publicaron un comunicado donde exigían que todos los hombres palestinos sin distinción adoptaran la kefia. En las manifestaciones nació una consigna: “Cinco centavos el precio de la kefia. Y al traidor, el tarbush le queda bien” (“El koufiyeh b’khamsé ‘rouch, Wel khayen yelbass tarbouch”). Era el nacimiento de un símbolo nacional y al mismo tiempo de clase.
El rasgo distintivo de los fedayines
Tras la guerra de junio de 1967, con la prohibición de la bandera palestina en la Franja de Gaza y en Cisjordania —que sería eliminada oficialmente con los Acuerdos de Oslo—, la kefia se convirtió en una divisa alternativa para los palestinos de los territorios ocupados.
Los comandos palestinos creados tras la derrota de 1967, en especial los de Fatah, que continuarían con la denominación de “fedayín”, contribuyeron a popularizar este tejido que usaban para cubrirse la cabeza y el rostro. Fue entonces cuando nació la figura del guerrillero palestino, fusil en mano y con la kefia protegiendo su anonimato. En 1969, Yasir Arafat, que había pasado a ser una figura de alto rango militar gracias a la batalla de Karameh, asumió el liderazgo de la Organización para la Liberación de Palestina (OLP) y alabó a la kefia como el accesorio del resistente palestino. Durante la primera intifada, en 1987, este objeto estuvo muy presente junto con la bandera palestina, cosida a mano.
En la cultura popular
Desde entonces, la kefia palestina se convirtió en una herramienta para demostrar la solidaridad con los palestinos, como hicieron Nelson Mandela o el cantante de Pink Floyd, Roger Waters, conocido por su apoyo a Palestina. Más en general, se convirtió en un símbolo universal de la cultura de resistencia. También se la encuentra en la cultura popular, en la poesía o en las canciones palestinas.
En 2013, Mohamed Assaf, un cantante palestino originario de Jan Yunis, en la Franja de Gaza, logró la victoria en la segunda temporada del concurso de canto televisivo panárabe Arab Idol con el clásico del folklore palestino Alli el koufiyeh (Levanta la kefia), que resultó un gran éxito en todo el mundo árabe.
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Traducido del francés por Ignacio Mackinze.
Texto en francés aquí.
Utilizada como bufanda, como pañuelo o chal –y, en el caso de los espíritus revolucionarios románticos, cubriendo el rostro a la manera de los fedayines–, la kefia está presente en todas las manifestaciones de apoyo a Palestina. Desde hace décadas se convirtió en el símbolo de la identidad —y por lo tanto, de la resistencia— palestina. La kefia se popularizó por figuras como Leila Khaled, militante del Frente Popular para la Liberación de Palestina (FPLP) y primera mujer en participar en un secuestro de avión, en 1969. El líder palestino Yasir Arafat la utilizó como su tocado permanente y, al igual que la boina de Ernesto “Che” Guevara, como el complemento de su uniforme militar.