La líder del partido ultraderechista francés Frente Nacional (FN), Marine Le Pen, aprovechó su intervención tras los atentados perpetrados el pasado viernes en París para dar fuerza al discurso antiinmigración de la formación política. "Francia debe prohibir las organizaciones islamistas, las mezquitas radicales y expulsar a los extranjeros que predican el odio en nuestro suelo, así como los clandestinos", señaló la dirigente en una alocución desde la sede de su formación política en Nanterre, según recoge Libération.
Le Pen, que definió los ataques como "de barbarie sin precedentes", aseguró que "ni Francia ni los franceses están seguros". La líder del FN consideró que el país "debe determinar cuáles son sus enemigos y quiénes sus aliados": "Sus enemigos son los que mantienen relaciones afectuosas con el Islam radical", afirmó al respecto.
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Finalmente, tras indicar que Francia debe "rearmarse" y restaurar "sus recursos militares", la dirigente del partido xenófobo señaló que el país "tiene que recuperar definitivamente el control de sus fronteras".
La líder del partido ultraderechista francés Frente Nacional (FN), Marine Le Pen, aprovechó su intervención tras los atentados perpetrados el pasado viernes en París para dar fuerza al discurso antiinmigración de la formación política. "Francia debe prohibir las organizaciones islamistas, las mezquitas radicales y expulsar a los extranjeros que predican el odio en nuestro suelo, así como los clandestinos", señaló la dirigente en una alocución desde la sede de su formación política en Nanterre, según recoge Libération.