El primer ministro de Hungría, Viktor Orban, se ha quedado prácticamente solo en la defensa ante sus socios en la UE de la ley homófoba con la que su Gobierno quiere prohibir las charlas sobre sexualidad en los colegios e impedir la difusión en televisión de contenidos sobre el colectivo LGTBIQ, durante un tenso debate en el que la mayoría de líderes le han advertido de que si no comparte los mismos valores debería plantearse si Hungría debe seguir siendo parte de la UE, según recoge Europa Press.
"El resto de países han sido críticos y han dicho de forma muy explícita: 'Si no aceptas los valores de Europa, probablemente no deberías ser parte de este club'", ha revelado el primer ministro belga, Alexander de Croo, en una rueda de prensa al término de la primera jornada de Consejo europeo en Bruselas.
"Mi conclusión es que Hungría ha estado bastante aislada en el debate", ha añadido De Croo, quien considera que es la primera vez que en el seno de la UE se da una "confrontación como esta" y confía en que "haga pensar a todos sobre que cuando eres parte de un club hay que aceptar las reglas del juego".
El liberal flamenco ha explicado que Orban solo ha contado con el apoyo explícito de Polonia y de manera más contenida de Eslovenia, país que ocupará la próxima presidencia rotatoria de la UE. El resto de socios, ha explicado De Croo, han dejado muy claro a Orban que "no es aceptable" que en el seno de la UE se apliquen leyes como la que acaba de adoptar el Parlamento húngaro.
De Croo ha considerado que si bien llevará "meses" ser conscientes de si este debate ha marcado un día "histórico" en la Unión Europea por la franqueza de la discusión, sí tiene claro que no ha sido un debate "diplomático" sino una conversación que ha ido más allá de lo esperado, que ha sorprendido al propio Orban y que ha dejado claro que los Veintisiete no ven aceptable que dentro de las fronteras de la UE se den estas situaciones.
Los líderes de la UE también han puesto sobre la mesa el impacto que tales violaciones de los principios y valores comunes deben tener sobre la financiación y han avisado a Orban de que "Europa no es un cajero".
La UE "no se puede usar como un supermercado en el que eliges las cosas que te gustan y evitas las que no", ha declarado De Croo al término del encuentro, para ilustrar el tono de los mensajes que los mandatarios han trasladado a Orban.
Preguntado por si Hungría puede continuar siendo parte de la Unión Europea, De Croo ha dicho que espera que esa "sea la pregunta con la que Orban se vaya a dormir" esta noche y ha insistido en que la argumentación del primer ministro húngaro ante sus colegas europeos ha sido "bastante débil" y ha chocado con el rechazo "casi unánime".
En la sala, Orban ha mantenido una línea de defensa similar a la que Budapest ha difundido en los últimos días para asegurar que la controvertida ley no afecta a los derechos de la comunidad LGTBIQ, sino que se basa en los "valores cristianos" y busca proteger al menor de delitos de pedofilia y del derecho de los padres a educar en exclusiva a sus hijos sobre sexualidad, según han indicado distintas fuentes europeas a Europa Press. Pero una mayoría de líderes han rechazado estos argumentos y confrontado a Orban ante el hecho de que "puede elegir" abandonar la Unión Europea si no comparte los principios de igualdad, no discriminación y defensa de los derechos fundamentales que recogen los Tratados de la UE.
El primer ministro de Países Bajos, Mark Rutte, por ejemplo, dijo antes de la cumbre que siente "vergüenza" por sentarse "en la misma mesa" que Orban e instó al primer ministro húngaro a "derogar" una norma que entra "en grave conflicto con los valores de la UE". "Deben entender que bien son miembros de la UE y por tanto de la comunidad de valores que formamos o bien están fuera", razonó.
De manera similar, según fuentes europeas, el primer ministro portugués, Antonio Costa, recordó a Orban que la Unión Europea no es un imperio y que tanto la entrada en el bloque como su salida es voluntaria, pero que una vez dentro se deben cumplir las reglas comunes.
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En total, 17 líderes han firmado una carta que llama a la UE a actuar contra las "amenazas" que atentan contra los derechos de la comunidad LGTBIQ en lo que se ha entendido como un movimiento más de presión sobre Orban antes del arranque de la cumbre, a pesar de que el documento no incluye ninguna referencia expresa al Gobierno húngaro ni a su polémica ley.
La Comisión Europea, por su parte, anunció esta semana que analiza la base legal para iniciar un procedimiento de infracción contra Hungría y su la jefa del Eejcutivo comunitario, Ursula von der Leyen, aseguró que usará "todos los poderes" de la institución para proteger los derechos LGTBIQ.
Los líderes han celebrado que los comisarios de Justicia, Didier Reynders, y el de Telecomunicaciones, Thierry Breton, hayan enviado una primera carta de aviso a Budapest y esperan que Bruselas siga adelante con los pasos legales necesarios para frenar esta ley.
El primer ministro de Hungría, Viktor Orban, se ha quedado prácticamente solo en la defensa ante sus socios en la UE de la ley homófoba con la que su Gobierno quiere prohibir las charlas sobre sexualidad en los colegios e impedir la difusión en televisión de contenidos sobre el colectivo LGTBIQ, durante un tenso debate en el que la mayoría de líderes le han advertido de que si no comparte los mismos valores debería plantearse si Hungría debe seguir siendo parte de la UE, según recoge Europa Press.