El copiloto del avión de Germanwings, Andreas Lubitz, estaba buscando tratamiento para corregir problemas de visión que podrían haber puesto en grave peligro su carrera como piloto, según informaron dos fuentes oficiales cercanas a la investigación al diario estadounidense The New York Times.
Se desconoce la gravedad de este problema o si podría estar relacionado con su trastorno mental, y no se descarta que esta deficiencia de visión pudiera tener una causa psicológica, según el medio.
Además, Lubitz estaba familiarizado con la zona donde estrelló, como apuntan las investigaciones, el avión de Germanwings. El copiloto visitó de pequeño, entre 1996 y 2003, el club de parapente de Sisteron, según informó un miembro del mismo, Francis Kefer, a i-Tele.
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"Homicidio involuntario"
El fiscal de Marsella, Brice Robin, encargado del caso del siniestro del avión de Germanwings, declaró que el incidente es un caso de "homicidio involuntario" porque no cree que el copiloto Andreas Lubitz tuviera intención de matar a los pasajeros a la hora de estrellar el aparato. "Estuvimos a punto de cambiar la calificación", hizo saber Robin al diario francés. Tal decisión no tuvo lugar por una cuestión de objeto e intención.
El acto del copiloto se debió a un "deseo espontáneo de destruir el avión". Para que el caso hubiera sido considerado asesinato, "debía haber sido consciente de que quería matar", explicó Robin.
El copiloto del avión de Germanwings, Andreas Lubitz, estaba buscando tratamiento para corregir problemas de visión que podrían haber puesto en grave peligro su carrera como piloto, según informaron dos fuentes oficiales cercanas a la investigación al diario estadounidense The New York Times.