Médicos Sin Fronteras (MSF) ha denunciado que, desde mediados de julio, han sido bombardeados los ocho hospitales operativos situados en el este de Alepo, lo que hace que la situación sea cada vez más insostenible. El último ha sido el hospital Al Zahraa, que en la noche del martes fue alcanzado durante un bombardeo y tuvo que suspender sus actividades después de que "puertas, ventanas y un generador de electricidad resultaran destruidos", según informa Europa Press.
"Esta semana, el hospital Al Zahraa ha sido el último centro hospitalario en resultar dañado por un ataque aéreo en la zona situada en el este de Alepo", ha afirmado la ONG en un comunicado. Por suerte, el ataque acabó sin víctimas mortales. "La mitad de los hospitales han resultado dañados en varias ocasiones por explosiones y bombardeos que, con el último incidente el martes, ascienden ya a trece ataques desde el 16 de julio", continúan.
Mustafá Karaman, fisioterapeuta y voluntario de uno de los hospitales apoyados por MSF, también se vio afectado por un ataque durante el pasado mes de agosto. "Sufrimos ataques casi todos los días. Todas las instalaciones de salud de Alepo se han visto afectadas. Hacemos todo lo que podemos y utilizamos los medios que tenemos para facilitar atención sanitaria a las personas atrapadas en la ciudad", asegura.
Tras confirmar que los ocho hospitales que siguen funcionando en el este de Alepo han sido alcanzados por ataques "al menos una vez", Karaman ha señalado que "la vida en la ciudad se ha vuelto casi imposible, pero nosotros, como personal médico, no podemos irnos y abandonar a nuestra gente".
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La ONG ha indicado que los daños normalmente suponen "la suspensión de actividades de atención médica en una ciudad sitiada donde enfermos y heridos no pueden encontrar asistencia en otro lugar", para lamentar posteriormente que "algunos de estos hospitales han tenido incluso que trasladar su ubicación tras quedar inoperativos".
Desde 2014, MSF provee de medicamentos y suministros a los centros de salud de esta zona de la ciudad, actividad que no ha cesado a pesar del asedio que sufre. Además, gestiona seis centros médicos en el norte del país y apoya a más de 150 centros de salud y hospitales.
"Todas las partes en conflicto deben entender y asumir su deber de respetar las reglas de la guerra. Deben detener los bombardeos a hospitales e infraestructuras civiles, permitir que las personas gravemente enfermas y heridas puedan ser evacuadas, y no bloquear el suministro de alimentos, medicamentos y bienes vitales para la ciudad" ha subrayado Pablo MArcos, responsable de operaciones de MSF en Oriente Próximo.
Médicos Sin Fronteras (MSF) ha denunciado que, desde mediados de julio, han sido bombardeados los ocho hospitales operativos situados en el este de Alepo, lo que hace que la situación sea cada vez más insostenible. El último ha sido el hospital Al Zahraa, que en la noche del martes fue alcanzado durante un bombardeo y tuvo que suspender sus actividades después de que "puertas, ventanas y un generador de electricidad resultaran destruidos", según informa Europa Press.