Wagner frena el avance de sus tropas hacia Moscú tras desafiar a Putin con su entrada en Rostov

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Día de mucha tensión en Rusia. Tras 24 horas de auténtico caos en el país, parece que todo vuelve al punto de partida aunque con muchos cambios tras la mayor crisis interna a la que se ha enfrentado el Gobierno de Vladimir Putin desde el comienzo de la invasión del territorio ucraniano en febrero del año pasado. Después del órdago lanzado en la madrugada del viernes al sábado y acercarse a 200 kilómetros al sur de Moscú, el líder de la organización de mercenarios Grupo Wagner, Yevyeni Prigozhin, ha anunciado la paralización del avance de sus columnas militares hacia la capital en la denominada Marcha de la Justicia, según recoge Europa Press.

Con la mediación del presidente bielorruso, Alexander Lukashenk, Prigozhin ha ordenado a sus mercenarios regresar a sus bases para evitar un "derramamiento de sangre". Además, y según ha informado el portavoz del Kremlin, Dimitri Peskov, ha logrado llegar a un acuerdo con el Gobierno ruso para no ser juzgado por rebelión armada y abandonará el país para instalarse en Bielorrusia. El resto de miembros del grupo que hayan participado en las operaciones no serán perseguidos tampoco por hacerlo.

Esta cascada de decisiones llega después de una intensa jornada que comenzó durante la noche del viernes al sábado con la entrada del jefe del grupo de mercenarios Wagner en la ciudad rusa de Rostov, sede del mando militar sur. Horas antes, el Kremlin había abierto una causa penal en su contra por incitar a la rebelión armada.

Los acontecimientos se habían precipitado en la tarde del pasado viernes, cuando Prigozhin acusó directamente a la oligarquía rusa y el Ministerio de Defensa, más concretamente al titular de la cartera y al hombre al que considera su némesis, Sergei Shoigu, de engañar al presidente para invadir Ucrania. Horas después, la organización denunciaba "un ataque con misiles asestado por militares" del Ejército ruso contra sus campos de entrenamiento. El Ministerio de Defensa rechazó categóricamente la acusación, que tachó de "provocación informativa".

Pasada la tarde, Wagner anunciaba el comienzo de una operación para dirigirse a Rostov, sede del mando sur y donde supuestamente se encontraba Shoigu en ese momento, según el grupo, para pedir explicaciones de lo ocurrido al ministro de Defensa. "Esto no es un golpe militar. Esta es una marcha por la justicia", zanjó el grupo mientras el Kremlin lanzaba la primera reacción contra Prigozhin: la apertura de una causa penal en su contra por incitar a la rebelión armada, un delito que podría ser castigado con hasta 20 años de cárcel.

Poco después, nombres tan destacados como el del principal comandante de las fuerzas rusas en Ucrania, Sergei Surovikin, comparecían en las redes sociales para exigir a los mercenarios que cesaran en su avance y "obedecieran la voluntad" del presidente Putin. Esta reacción no intimidó en lo más mínimo a Prigozhin, quien aseguró en su anuncio de entrada en la ciudad que sus fuerzas habían sido recibidas como salvadores por la población y por las fuerzas rusas apostadas allí.

Putin calificó las acciones del grupo Wagner de un acto de "traición" y una "puñalada"

No ha sido hasta primera del sábado cuando el presidente ruso ha roto su silencio y, en un breve discurso a la nación, ha denunciado un acto de "traición" y una "puñalada por la espalda" a las tropas y al pueblo de Rusia. Putin no ha identificado por nombre a Prigozhin y ha querido distinguir a las fuerzas de Wagner, al pedir a "quienes han sido empujados a la provocación de esta rebelión militar" que depongan las armas en lo que ha denunciado como una "puñalada" para las tropas rusas y para el pueblo.

"Cualquier agitación interna es una amenaza mortal para nuestro estado como nación; representa un golpe para Rusia, para nuestro pueblo y para las acciones que estamos emprendiendo para proteger a nuestra patria", ha declarado. "Nuestras acciones para defender a la patria de esta amenaza serán durísimas, y sus responsables serán llevados ante la justicia", ha asegurado el presidente ruso, quien no obstante ha confirmado que la situación en Rostov es "difícil" y que sus fuerzas están intentando ahora estabilizar la situación.

Posteriormente, el portavoz del Kremlin ha tenido que salir a desmentir rumores de que Putin hubiese abandonado la capital rusa para desplazarse de emergencia a San Petersburgo. "Está trabajando en el Kremlin", ha declarado Peskov a la agencia rusa Tass después de que el asesor del Ministerio del Interior ucraniano, Anton Gerashchenko, publicara en su cuenta de Twitter un presunto trayecto de uno de los aviones presidenciales de Putin desde Moscú a San Petersburgo.

Prigozhin defiende que son "patriotas"

Tras las palabras de Putin, las últimas declaraciones públicas de este sábado de Prigozhin, ha defendido que ellos no son traidores, sino "patriotas", y ha reiterado su intención de no obedecer las órdenes del presidente ni de otros organismos oficiales. "En cuanto a la traición a la patria el presidente está sumamente equivocado. Somos patriotas de nuestra patria. Hemos luchado y seguiremos luchando. Todos los combatientes del Grupo Wagner. Y ninguno de nosotros va a plegarse a las demandas del presidente del FSB -Servicio Federal de Seguridad- ni de nadie más", ha afirmado en su cuenta en Telegram.

En particular ha denunciado el "saqueo" de los recursos destinados a las misiones de Wagner en África primero y después en Ucrania. "Resultó que la munición, las armas y todo el dinero que estaba destinado a ellos (Wagner) también había sido saqueado", se ha lamentado.

"Mientras los burócratas están ahí sentados, acumulándolo hasta el día que esto ocurra, en el que alguien marche sobre Moscú. Ahora no se están guardando nada: están utilizando los aviones y helicópteros para bombardear columnas en las que hay civiles y están bombardeando a civiles porque no pueden atacar sus objetivos. Atacan a diestro y siniestro", ha resaltado. "Nosotros somos los patriotas y quienes se resisten a nosotros son quienes se han juntado con los canallas", ha remachado Prigozhin en su intervención.

Todo este intercambio de declaraciones se ha producido mientras las poblaciones rusas entre Rostov y Moscú se preparaban para la llegada de Wagner. En la capital, su alcalde, Sergei Sobianin, declaró el estado de alerta antiterrorista en la capital. Además, también anunció que el lunes será considerado festivo y pidió a la población que evite desplazamientos en la medida de lo posible ante la "difícil" situación.

Zelenski: "Todo aquél que elige el camino del mal se destruye a sí mismo"

Mientras, desde Kiev, el presidente de Ucrania, Volodimir Zelenski, reaccionó a la toma de la ciudad de Rostov como un ejemplo de autodestrucción por parte de Rusia derivado de su decisión de lanzar su invasión en territorio ucraniano. "Todo aquél que elige el camino del mal se destruye a sí mismo", aseguró en su cuenta de Twitter.

"Hace mucho tiempo que Rusia viene utilizando la propaganda para enmascarar la debilidad y la estupidez de su Gobierno", ha declarado antes de hacer referencia al discurso pronunciado por Putin. "Todo esto procede de una persona, que nos ha asustado una y otra vez con el año 1917, a sabiendas de que no podía resultar en otra cosa que no fuera esto", ha añadido.

La guerra continúa en Ucrania

Estos acontecimientos no han paralizado los combates en Ucrania. En la noche del viernes al sábado, el ministro del Interior de Ucrania, Ihor Klimenjo, ha denunciado al menos tres muertos y ocho heridos en un bombardeo ruso contra la capital al impactar cohetes rusos en un edificio residencial del distrito de Solomyan.

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Además, durante la tarde, el Grupo Este de las Fuerzas Armadas de Ucrania ha lanzado una ofensiva en los frentes de Orijovo-Vasilivka, Bajmut, Bohdanivka, Yagidne, Klishchiivka y Kurdiumivka que han dado como resultado avances en todas estas direcciones, según ha informado la viceministra de Defensa ucraniana, Hanna Maliar.

El Ministerio de Defensa ruso ya avisó a primera hora del sabado de que Ucrania estaba aprovechando la "provocación" del líder de Wagner para lanzar una contraofensiva sobre la ciudad ucraniana de Bajmut, el que fuera uno de los grandes epicentros recientes de la guerra.

La ofensiva rusa sobre la ciudad ucraniana, cabe recordar, marcó un antes y un después en las relaciones de Prigozhin con el Ministerio de Defensa. En las últimas semanas de combates, el líder de Wagner comenzó una campaña de apariciones en redes sociales para denunciar la constante desatención de la que sus hombres, primera línea de ataque contra la defensa ucraniana, estaban padeciendo por parte del Ministerio de Defensa ruso, en el comienzo de la fractura definitiva que parece haber terminado de ocurrir este sábado.

Día de mucha tensión en Rusia. Tras 24 horas de auténtico caos en el país, parece que todo vuelve al punto de partida aunque con muchos cambios tras la mayor crisis interna a la que se ha enfrentado el Gobierno de Vladimir Putin desde el comienzo de la invasión del territorio ucraniano en febrero del año pasado. Después del órdago lanzado en la madrugada del viernes al sábado y acercarse a 200 kilómetros al sur de Moscú, el líder de la organización de mercenarios Grupo Wagner, Yevyeni Prigozhin, ha anunciado la paralización del avance de sus columnas militares hacia la capital en la denominada Marcha de la Justicia, según recoge Europa Press.

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