Este jueves miles de estudiantes chilenos han tomado las calles del centro de Santiago, la capital chilena, para manifestarse por una educación gratuita y de calidad en los niveles superiores, como llevan reclamando desde el inicio de las movilizaciones en el año 2011. Lo que había comenzado como una manifestación tranquila terminó adoptando tintes violentos cuando un grupo de encapuchados se enfrentó a la policía, lanzando piedras y otros objetos e improvisando barricadas con el material urbano.
La respuesta policial no se ha hecho esperar. Las autoridades han lanzado contra ellos gases lacrimógenos, balas de pintura y chorros de agua lo que ha provocado un balance de más de cien detenciones y doce heridos, uno de ellos de gravedad.
El presidente de la Federación de Estudiantes de la Universidad de Chile (FECh), Andrés Fielbaum, ha pedido a los candidatos políticos a la presidencia, a falta de siete meses para las elecciones, que no instrumentalicen el movimiento estudiantil para conseguir réditos políticos.
"Empezamos a ver que estos rostros acogen nuestras demandas y nuestras consignas, pero las cambian y les dan cualquier significado”. El fin al lucro, por ejemplo, lo transforman en fin al lucro con fondos públicos, la idea de gratuidad la transforman en gratuidad, pero solamente para algunos”, ha denunciado Fielbaum, en referencia a las últimas propuesta de Michelle Bachelet. "El movimiento estudiantil no va a permitir que sus demandas sean modificadas ni que la discusión en educación sea manoseada", ha advertido el dirigente estudiantil.
Fielbaum ha explicado que sus reivindicaciones se basan en que "la educación es un derecho y los derechos o son para todos o no son derechos".
El dirigente de la FECh ha criticado que no todos los chilenos tienen las mismas oportunidades y ha señalado la situación de Bachelet y la de la familia Luksic, una de las principales fortunas de Chile, para justificar su argumento. Fielbaum ha comentado que tanto la expresidenta como los miembros de dicha familia han podido acceder desde que nacieron a buenos colegios, a la misma universidad y ser atendidos rápidamente en los hospitales, a diferencia de cualquier familia.
“Si el hijo de un Luksic, de una Bachelet, de un González y de un Tapia pueden educarse juntos, entonces podremos empezar a soñar un país en que no sea irreal que también puedan atenderse juntos, moverse juntos por Santiago y realizar actividades sin estar mediados por el tamaño de la billetera. Ése es el sentido profundo de esta movilización y de estas demandas", ha anunciado.
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Responsabilidad de los actos violentos
El intendente de Santiago, Juan Antonio Peribonio, ha reclamado este jueves a los estudiantes que se responsabilicen de posibles actos de violencia y de las reparaciones que corren a cuenta de las autoridades de la capital. "No queremos violentistas en la marcha y buscamos que termine normalmente", ha explicado Peribonio.
"Tenemos que compatibilizar el derecho de los ciudadanos a marchar, por eso hemos acortado el tramo para no tener mayores inconvenientes en la capital", ha explicado al canal Chilevisión.
Este jueves miles de estudiantes chilenos han tomado las calles del centro de Santiago, la capital chilena, para manifestarse por una educación gratuita y de calidad en los niveles superiores, como llevan reclamando desde el inicio de las movilizaciones en el año 2011. Lo que había comenzado como una manifestación tranquila terminó adoptando tintes violentos cuando un grupo de encapuchados se enfrentó a la policía, lanzando piedras y otros objetos e improvisando barricadas con el material urbano.