Decenas de miles de civiles podrían tener que huir de sus casas durante la ofensiva planeada por las fuerzas congoleñas y de Naciones Unidas contra los rebeldes hutu ruandeses atrincherados en el este de Congo, advirtió este sábado la Oficina Para la Coordinación de Asuntos Humanitarios (OCHA)
La oficina de la ONU redactó un informe al que tuvo acceso Reuters y en el que advertía que los posibles ataques contra los rebeldes hutu de las Fuerzas Democráticas de Liberación de Ruanda (FDLR) afectarían a cientos de miles de civiles.
Esta advertencia tuvo lugar un día después de que el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas aprobase el inicio de una ofensiva contra las FDLR, que incluye entre sus miembros a milicianos involucrados en el genocidio de Ruanda de 1994.
La OCHA indicó que la consecuente espiral de violencia podría superar rápidamente la débil capacidad del Congo, obligando a la intervención de donantes internacionales. Durante la última gran ofensiva contra las FDLR en 2009, un millón de personas tuvieron que abandonar sus casas.
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Unos 1.400 milicianos hutu continúan atrincherados en el este de Congo, donde el Gobierno tiene poco control. Los rebeldes han sido acusados de atacar a civiles en respuesta a las operaciones militares del año 2009.
Después de derrotar a los rebeldes del Movimiento 23 de Marzo (M23), que contaban con 5.000 milicianos entre sus filas, las tropas congoleñas y de Naciones Unidas han sido presionadas para que acaben con el resto de insurgentes del país.
Pero la OCHA estima que estos combates afectarán a unas 368.000 personas en la provincia de Kivu del Norte y unas 118.000 en Kivu del Sur, mientras que la probable huida de los rebeldes hacia la provincia Orienta, en el oeste, afectarían a más de 90.000 civiles.