La subsecretaria general de Naciones Unidas para Asuntos Humanitarios y Ayuda de Emergencia, Valerie Amos, ha denunciado que 300.000 personas han tenido que abandonar sus hogares debido al nuevo brote de violencia en la región de Darfur, ubicada en el oeste de Sudán.
En la visita que ha realizado este miércoles a la localidad de El Fasher, en Darfur Norte, Amos ha señalado que esta cifra es superior a la suma de los desplazamientos forzosos que se han producido en los últimos tres años en esta región sudanesa.
Amos ha explicado la difícil situación que viven los residentes de Darfur, que "todavía tienen que caminar para coger agua", y subraya que las agencias humanitarias están haciendo lo posible por atender a los afectados por la violencia y facilitar provisiones. "Estamos intentando traeros comida cuanto antes", anuncia la subsecretaria general a tres madres que llegaron hace tres semanas al campamento de refugiados de El Fasher, donde actualmente viven unas 18.000 personas, procedentes de Labado, en Darfur Este.
La cifra de refugiados aumenta un 6% y ya suma 45 millones de personas
"Aquí solamente tenemos la poca comida que pudimos traer con nosotros al abandonar nuestras cosas", cuenta Aziza, sentada en una tienda de campaña con un bebé en sus brazos.
La violencia en Darfur se ha reducido considerablemente desde el pico que alcanzó entre 2004 y 2005, pero las fuerzas gubernamentales siguen enfrentándose a los rebeldes y los grupos rivales entre sí. Los choques han aumentado desde el pasado mes de enero en la región debido a los disturbios entre la Armada de Liberación de Sudán y el Gobierno central.
Naciones Unidas calcula que el conflicto en Darfur ha acabado con la vida de 300.000 personas y ha obligado a abandonar sus hogares a 130.000. El Tribunal Penal Internacional (TPI) ha acusado al presidente sudanés, Omar Hassan al Bashir y a varios de sus ministros de crímenes de guerra por estos hechos.
La subsecretaria general de Naciones Unidas para Asuntos Humanitarios y Ayuda de Emergencia, Valerie Amos, ha denunciado que 300.000 personas han tenido que abandonar sus hogares debido al nuevo brote de violencia en la región de Darfur, ubicada en el oeste de Sudán.