El Comité contra la Tortura y otros tratos inhumanos de las Naciones Unidas ha sentenciado que el Vaticano ha violado la Convención contra la Tortura en los casos en los que podía haber impedido abusos sexuales y no lo hizo, así como al no investigar las denuncias recibidas de estos hechos. Los argumentos de la Santa Sede al afirmar que únicamente pueden ejercer un control efectivo sobre la ciudad-estado del Vaticano no han servido de excusa ante los expertos del Comité, puesto que los actos fueron practicados por funcionarios que trabajan oficialmente en nombre del Estado.
La ONU afirma “no culpar” al Vaticano por todos los casos de abusos cometidos pero le recrimina no haber “perseguido y castigado” los casos de los que tuvo consciencia y denuncia. Además, el Comité, en una informe conocido este viernes, entiende que el Vaticano debe “modificar” su interpretación de los hechos y la legislación para adaptarla a los principios del tratado de la ONU.
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En unas declaraciones al diario británico The Guardian, Pam Spees, del Centro Estadounidense de Derechos Constitucionales, señala que la Iglesia “está totalmente equivocada”. “Este es un reconocimiento importante de la gravedad de estas ofensas que han sido minimizadas por la Iglesia, obliga a asumir responsabilidades a quien corresponde –a la jerarquía de la Iglesia, no a las víctimas– y podría ayudar a abrir nuevas vías de reparación”, añadió.
El Comité contra la Tortura y otros tratos inhumanos de las Naciones Unidas ha sentenciado que el Vaticano ha violado la Convención contra la Tortura en los casos en los que podía haber impedido abusos sexuales y no lo hizo, así como al no investigar las denuncias recibidas de estos hechos. Los argumentos de la Santa Sede al afirmar que únicamente pueden ejercer un control efectivo sobre la ciudad-estado del Vaticano no han servido de excusa ante los expertos del Comité, puesto que los actos fueron practicados por funcionarios que trabajan oficialmente en nombre del Estado.