El Estado de Palestina, que en mayo obtuvo el derecho de ostentar un puesto entre los miembros de la Asamblea General de la ONU por orden alfabético o introducir propuestas como parte de un grupo -aun sin ser miembro de pleno derecho-, presentó este martes por primera vez en su historia un proyecto de resolución para exigir el fin de la ocupación israelí en sus territorios.
El texto, que se basa en la opinión consultiva de la Corte Internacional de Justicia que califica de "ilegal" la ocupación del Estado hebreo desde 1967, se someterá a votación en las próximas horas y ha contado con una feroz crítica por parte de Israel, así como con el rechazo de Estado Unidos.
"Esta es la primera oportunidad que tenemos desde que se nos reconocieron más derechos (en Naciones Unidas). Estoy que no quepo en mí de felicidad", expresó el representante palestino en la ONU, Riad Mansour, para añadir que "el cambio se acerca" y que este es "el primer paso" para que sus compatriotas "dejen de sufrir".
El proyecto de resolución, que fue presentado a petición palestina por parte de alianzas diplomáticas como el Grupo Árabe, pretende que Israel rinda cuentas por su ocupación de Jerusalén Este y su progresiva anexión de territorios en Cisjordania, además de que se acuerden una serie de compensaciones a familias expulsadas y se recojan las consecuencias jurídicas por adoptar estas políticas.
"Respeten el derecho internacional y no lo sacrifiquen en pos de fríos cálculos políticos", añadió Mansour, que instó a la comunidad internacional a que apoye esta resolución, que en todo caso no tendrá efecto vinculante.
Inmediatamente después, tomó la palabra el embajador israelí ante la ONU, Danny Danon, que se refirió a este momento histórico para Palestina en el multilateralismo como "un circo donde se aplaude el terror".
"Cualquiera que vote a favor estará colaborando con la violencia y estará incurriendo en un insulto al funcionamiento mismo de esta institución", dijo Danon.
Por su parte, la embajadora estadounidense ante la ONU, Linda Thomas-Greenfield, sostuvo su rechazo a "resoluciones unilaterales" del conflicto israelí-palestino porque no son "realistas", ya que, según opinó, "la paz solo llegará mediante la negociación entre ambas partes" de cara a la solución de los dos estados.
Esa es la vía que Estados Unidos lleva meses sin éxito tratando de que se implemente, a través de un alto el fuego previo, mientras que la cifra asciende ya a más de 41.000 gazatíes muertos desde el 7 de octubre, según el Ministerio de Sanidad del enclave palestino.
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"Nos oponemos a la imposición de asentamientos israelíes en Cisjordania (...) pero la resolución de la delegación palestina no hace nada para solucionar el conflicto: no habla de los rehenes, ni del derecho de Israel a defenderse, como tampoco condena a Hamás y su control e influencia en Gaza", argumentó Thomas-Greenfield.
En diciembre, la Asamblea General de la ONU ya aprobó por abrumadora mayoría (153 votos a favor, 23 abstenciones y 10 en contra -Israel, Estados Unidos, Paraguay y Austria, entre otros-) exigir un alto el fuego inmediato en Gaza.
Esta votación evidenció el aislamiento internacional de Israel y también de EE.UU., como socio del Estado hebreo, que dos meses antes sí había votado por un cese de hostilidades pero que modificó su postura y, además, en abril vetó el intento palestino de lograr un reconocimiento en la ONU como Estado.
El Estado de Palestina, que en mayo obtuvo el derecho de ostentar un puesto entre los miembros de la Asamblea General de la ONU por orden alfabético o introducir propuestas como parte de un grupo -aun sin ser miembro de pleno derecho-, presentó este martes por primera vez en su historia un proyecto de resolución para exigir el fin de la ocupación israelí en sus territorios.