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El tuit partidista de Cuca Gamarra marca en España la ola de reacciones políticas contra el asalto en Brasilia

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El reciente asalto a la democracia brasileña ha provocado una ola de reacciones políticas. Cientos de simpatizantes del expresidente Jair Bolsonaro superaban este domingo 8 de enero las barreras policiales y asaltaban la sede del Congreso brasileño, el palacio presidencial y la sede del Tribunal Supremo Federal en Brasilia en el marco de una manifestación contra el nuevo presidente brasileño, Luiz Inácio Lula da Silva.

Lo que se vivió en Brasilia ha suscitado la reacción inmediata de diferentes líderes de América Latina, pero tampoco ha dejado indiferentes a las clases políticas europeas. A nivel nacional, el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ha mostrado todo su apoyo al presidente brasileño "y a las instituciones libre y democráticamente elegidas por el pueblo". También ha condenado "rotundamente" el asalto al Congreso de Brasil en su cuenta de Twitter, donde ha hecho "un llamamiento al inmediato retorno a la normalidad democrática".

A las palabras del presidente ha reaccionado enseguida Cuca Gamarra, la secretaria general del Partido Popular, en sus redes sociales, donde antes de condenar lo ocurrido citaba el tuit de Sánchez y escribía: "Contigo, en España esto ahora es un simple desorden público…". Ese comentario ha recibido la respuesta crítica de múltiples dirigentes políticos y centenares de usuarios en Twitter. Horas más tarde ha añadido otro comentario sobre lo "frágiles que también son las democracias y la obligación de fortalecerlas y protegerlas".

Por su parte, el presidente del Partido Popular, Alberto Núñez Feijóo, ha escrito un mensaje en el que manifiesta su apoyo al pueblo brasileño a la vez que ha hecho un "llamamiento al inmediato restablecimiento del orden constitucional". "No se puede ceder ante los populismos y la radicalidad, que intentan socavar el respeto a las instituciones, la democracia y las libertades públicas", ha añadido.

Al líder del PP ha interpelado la ministra de Educación, Pilar Alegría, en su cuenta de Twitter. Citando el tuit de la secretaria general del Partido Popular, Alegría ha recriminado a Feijóo que debe "corregir a la señora Gamarra de inmediato". "Es demasiado peligroso. No todo vale".

El ministro de Exteriores, José Manuel Albares, ha calificado de "lamentable" el comentario de Cuca Gamarra. "Yo lo vi y debo decir como ministro de Exteriores del Gobierno de España que me ha preocupado mucho (...) Y, desde luego, ya como ciudadano español me parece lamentable que se intente cuestionar la legitimidad del presidente del Gobierno", ha trasladado Albares en una entrevista en Cadena Ser, recogida por Europa Press.

La exportavoz del PP en el Congreso, Cayetana Álvarez de Toledo, ha publicado un tuit en el que calificaba los hechos de golpismo: "Como hace un mes en Lima. Como hace dos años en Washington. Como hace cinco años en Barcelona".

El diputado de Unidas Podemos Roberto Uriarte ha acusado a PP y Vox de crear un "caldo de cultivo" para hacer creer que puede darse "un fraude electoral en el Estado" si no gana la derecha y "así se preparan las condiciones para que cuando se conocen los resultados se produzcan estos asaltos". Asimismo, ha considerado que las posturas de algunos de los máximos dirigentes del PP respecto a lo acontecido en Brasil son "extremadamente graves". Tras mostrar su "preocupación" por lo acontecido, Uriarte ha advertido que se trata de hechos que "se repiten" y ha lamentado que cuando sucedieron en Washington (EEUU) "no tuvieron ninguna consecuencia para quien lo promovió", en referencia al expresidente norteameriano Donald Trump.

Inés Arrimadas también ha mostrado su "rotunda condena" ante el asalto a las instituciones. "La democracia nunca está garantizada. Por eso es tan importante protegerla de sus enemigos con una legislación a la altura, que castigue duramente a sediciosos golpistas", ha escrito en su cuenta de Twitter.

Vox ha sido el último partido en pronunciarse sobre lo ocurrido. El portavoz político de Vox, Jorge Buxadé, ha manifestado este lunes su condena a la violencia acaecida en Brasil; "pero" ha denunciado la "doble moral" de la izquierda, a la que ha acusado de callar ante hechos similares en Chile o Colombia, y ha denunciado la derogación del delito de sedición en España. Además, Bolsonaro se ha hecho eco de un vídeo con declaraciones del líder del partido, Santiago Abascal. En él Abascal ha enviado "todo su apoyo" al que ha llamado "presidente Bolsonaro". "Queremos naciones prósperas, libres y soberanas frente al comunismo y frente al globalismo", ha afirmado.

La exdiputada de la formación Macarena Olona ha dicho en un mensaje de Twitter que lo ocurrido en Brasilia "no es un levantamiento popula", sino golpismo. "Toda mi solidaridad con el pueblo de Brasil. Ley y Orden. Sin democracia no hay libertad", ha añadido.

Al otro lado del charco el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, ha condenado el "asalto a la democracia" en Brasil, que ha calificado de "indignante", y ha mostrado su apoyo a su homólogo brasileño, Luiz Inácio Lula da Silva. "Condeno el asalto a la democracia y a la transferencia pacífica del poder en Brasil. Las instituciones democráticas de Brasil cuentan con todo nuestro apoyo y la voluntad del pueblo brasileño no deben ser socavada", ha señalado Biden en su perfil oficial de la red social Twitter.

Además, el secretario general de Naciones Unidas, António Guterres, ha condenado este domingo los disturbios registrados en varios edificios de instituciones brasileñas por parte de simpatizantes del expresidente Jair Bolsonaro."Condeno el asalto de hoy a las instituciones democráticas de Brasil. La voluntad del pueblo brasileño y de las instituciones del país deben respetarse", ha afirmado Guterres. "Tengo plena confianza en que así será. Brasil es un gran país democrático", ha agregado el secretario general, en un mensaje publicado en su perfil de Twitter tanto en inglés como en brasileño.

Líderes de América Latina claman contra el ataque a las instituciones

Los líderes políticos de América Latina han salido en bloque a respaldar al presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, tras el ataque de bolsonaristas este domingo contra algunas de las principales instituciones, en un mensaje común que se repite a izquierda y a derecha del espectro político.

La situación quEl primero en pronunciarse en redes sociales ha sido el presidente de Colombia, Gustavo Petro, para pedir la aplicación de la Carta Democrática de la Organización de Estados Americanos (OEA). "Es hora urgente de reunión de la OEA si quiere seguir viva como institución y aplicar la carta democrática", ha publicado Petro en su cuenta en Twitter. "Toda mi solidaridad a (Luiz Inácio) Lula (Da Silva) y al pueblo del Brasil. El fascismo decide dar un golpe. Las derechas no han podido mantener el pacto de la no violencia", ha apuntado. Petro ha recordado que su Gobierno ha defendido fortalecer el sistema interamericano de Derechos Humanos aplicando las normas vigentes y ampliando la carta a los derechos de la mujer, ambientales y colectivos "pero la respuesta son golpes parlamentarios o golpes violentos de la extrema derecha".

Por su parte, el presidente de Chile, Gabriel Boric, ha tachado de "impresentable" el ataque a "los tres poderes" de Brasil, que ha atribuido a bolsonaristas. Así, ha ofrecido "todo" el respaldo de Chile "frente a este cobarde y vil ataque a la democracia".

También desde Argentina su mandatario, Alberto Fernández, ha expresado su "incondicional" apoyo a Lula frente a "un intento de golpe de Estado". Espera unidad regional ante "esta inaceptable reacción antidemocrática que intenta imponerse en Brasil". "La democracia es el único sistema político que garantiza libertades y nos obliga a respetar el veredicto popular. Quienes intentan desoír la voluntad de las mayorías, atentan contra la democracia y merecen no solo la sanción legal que corresponda, sino también el rechazo absoluto de la comunidad internacional", ha dicho en Twitter.

Para el mexicano Andrés Manuel López Obrador, lo ocurrido este domingo es un "reprobable y antidemocrático intento golpista de los conservadores de Brasil, azuzados por la cúpula del poder oligárquico, sus voceros y fanáticos". Lula, según López Obrador, "no está solo, cuenta con el apoyo de las fuerzas progresistas de su país, de México, del continente americano y del mundo".

El presidente de Cuba, Miguel Díaz-Canel, ha condenado "enérgicamente" los actos "violentos y antidemocráticos" en Brasil, ya que entiende que tienen como objetivo "generar caos" e incumplir "la voluntad popular" expresada en las elecciones e 2022, de las que salió derrotado Bolsonaro.

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En esta línea, el presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, ha condenado "la violencia generada por los grupos neofascistas de Bolsonaro", que "han asaltado las instituciones democráticas del Brasil, y ha expresado su confianza en la movilización del pueblo brasileño "en defensa de la paz" y de su líder.

También se ha expresado así su homólogo en Bolivia, Luis Arce, quien ha condenado "enérgicamente el asalto al Congreso, Palacio y Tribunal Supremo de Brasil por parte de grupos antidemocráticos". "Los fascistas siempre buscarán tomar por la fuerza lo que no lograron en las urnas", ha agregado Arce antes de mostrar su "solidaridad con el pueblo brasileño y el presidente Lula".

Por su parte, el jefe de Estado de Ecuador, el conservador Guillermo Lasso, se ha sumado a las críticas contra "las acciones de irrespeto y vandalismo" perpetradas contra "instituciones democráticas", ya que "atentan contra el orden democrático y la seguridad ciudadana". "Expreso mi respaldo y el de mi Gobierno al régimen de Lula, legalmente constituido", ha remachado.

El reciente asalto a la democracia brasileña ha provocado una ola de reacciones políticas. Cientos de simpatizantes del expresidente Jair Bolsonaro superaban este domingo 8 de enero las barreras policiales y asaltaban la sede del Congreso brasileño, el palacio presidencial y la sede del Tribunal Supremo Federal en Brasilia en el marco de una manifestación contra el nuevo presidente brasileño, Luiz Inácio Lula da Silva.

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