El canciller alemán, Olaf Scholz, el presidente de Francia, Emmanuel Macron y el primer ministro polaco, Donald Tusk, han anunciado este viernes en una cumbre trilateral celebrada en Berlín que aumentarán la compra de armas "en todo el mercado mundial" a fin de ayudar a Kiev en su lucha contra Rusia, según ha informado Europa Press.
Los tres países han prometido aumentar la ayuda militar a Ucrania en medio de los llamamientos de Kiev para que los aliados incrementen sus fondos a las tropas ucranianas a fin de cubrir todas sus necesidades en el frente.
En concreto, el canciller alemán ha anunciado en una rueda de prensa conjunta con Macron y Tusk que los socios establecerán una nueva coalición para suministrar misiles de largo alcance a Kiev bajo el formato 'Ramstein' y que ampliarán la producción de equipo militar en cooperación con los socios.
"Los tres nos tomamos en serio nuestro apoyo a Ucrania", ha señalado Scholz, mientras que, por su parte, Macron ha resaltado que los tres países permanecen "unidos" al compartir la opinión de que de la situación en Kiev depende su seguridad y su futuro.
"Haremos todo lo posible para garantizar que Rusia no pueda ganar esta guerra", ha subrayado el francés, que esta semana ha vuelto a protagonizar una polémica al insistir en una entrevista a la cadena TF1 que los aliados deben dejar la puerta abierta a todas las opciones, incluyendo el envío de tropas a Ucrania.
Ninguno de los tres líderes ha hecho referencia a esta posibilidad, que ya fue descartada por la OTAN cuando Macron puso sobre la mesa el despliegue a finales de febrero, unas palabras que causaron malestar en el seno atlántico.
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Por su parte, Tusk ha resaltado que Alemania, Polonia y Francia –que forman parte del llamado Triángulo de Weimar, un grupo formado en 1991– hablan "con una sola voz" y ha compartido la postura de que la seguridad del continente europeo está en juego debido a la guerra.
La reunión trilateral se produce después de que el canciller alemán reiterase su negativa a enviar misiles de largo alcance Taurus a Kiev, un tipo de armamento que permitiría destruir depósitos de municiones rusos, centros de mando protegidos e infraestructuras bélicas vitales más allá de la línea del frente.
Scholz argumenta que este tipo de suministro implica un despliegue militar por parte de Alemania fuera del país para entrenar a las fuerzas ucranianas en el uso de estos sistemas, que tienen un alcance de 500 kilómetros y que se podrían utilizar directamente para atacar territorio ruso. Esto se podría interpretar como una entrada más directa de Berlín en la guerra.
El canciller alemán, Olaf Scholz, el presidente de Francia, Emmanuel Macron y el primer ministro polaco, Donald Tusk, han anunciado este viernes en una cumbre trilateral celebrada en Berlín que aumentarán la compra de armas "en todo el mercado mundial" a fin de ayudar a Kiev en su lucha contra Rusia, según ha informado Europa Press.