Bradley Manning, el soldado estadounidense acusado de filtrar documentos secretos a Wikileaks, conocerá este martes el veredicto por los más de veinte delitos de los que se le acusa, después de permanecer más de tres años encarcelado.
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Se trata del juicio por la mayor filtración de documentos secretos de la historia. El pasado mes de febrero, Manning, de 25 años, admitió su culpabilidad en otros diez delitos menores, que podrían acarrearle una pena de hasta 20 años de cárcel. Sin embargo, se declaró no culpable de doce de los delitos que se le imputaban, entre ellos el de ayudar al enemigo, la acusación más grave.
La juez que lleva el caso, la coronel Denise Lind, se negó a retirar la acusación de ayudar al enemigo, que podría suponer la cadena perpetua, ya que los documentos entregados por WikiLeaks fueron colgados en internet y posteriormente llegaron a Osama bin Laden.
El abogado del acusado, David E. Coombs, ha argumentado que Manning, que sirvió como analista de Inteligencia en Irak en 2009 y 2010, no tenía "conocimiento real" acerca de las consecuencias reales de la filtración. El Gobierno estadounidense, sin embargo, aduce que Manning debería haber sabido que la información podría llegar hasta personas que quisieran hacer daño a los soldados estadounidenses.
Bradley Manning, el soldado estadounidense acusado de filtrar documentos secretos a Wikileaks, conocerá este martes el veredicto por los más de veinte delitos de los que se le acusa, después de permanecer más de tres años encarcelado.