Este domingo, los ciudadanos suizos habían sido convocados a las urnas para votar sobre tres temas de relevancia nacional o regional: el aumento del precio del peaje de las autopistas, la posibilidad de obtener deducciones fiscales para las familias que cuiden de sus hijos en casa y la limitación de los salarios de los altos ejecutivos. En los tres casos, la respuesta popular ha sido no. no
La última medida, la llamada Iniciativa 1:12 para un salario justo (que recibe ese nombre porque lo que propone es que la diferencia entre las retribuciones no pueda ser de más de 12 veces el peor sueldo de una empresa, ya que no existe el salario mínimo) es la que más expectación internacional había causado.
Con un alto nivel de vida (79.000 dólares de renta per cápita y una tasa del paro del 3,5%), Suiza ha visto crecer en los últimos años las desigualdades entre la retribución de los trabajadores en puestos de responsabilidad y los no cualificados. Ante esta situación, las Juventudes del Partido socialdemócrata (JUSO) recogieron las 100.000 firmas necesarias para convocar un referéndum sobre la cuestión.
"Después de la Segunda Guerra Mundial, el crecimiento de los salarios y la riqueza ha sido más o menos paralelo", afirmó el presidente de JUSO, David Roth, en declaraciones recogidas por Europa Press. "En los últimos años una pequeña parte de la sociedad se ha llevado los grandes beneficios y la mayoría tiene menos en sus monederos”.
Los ciudadanos suizos, que son asiduamente convocados a las urnas en un ejercicio de democracia directa, no han secundado sin embargo la iniciativa: ningún cantón de los 26 que conforman el país ha respondido favorablemente a la propuesta, que se ha saldado con un total del 65,3% de los votos en contra.
Las otras dos votaciones previstas para este domingo han definido que el precio del peaje se mantendrá en 40 francos (con un 60,5% de los votos) y que las familias que cuiden a sus hijos en casa no podrán obtener por ello deducciones fiscales, una medida rechazada por el 58,5% de los votantes.
Oposición a la Iniciativa 1:12
Entre los opositores a la limitación de salarios se encuentran el Gobierno suizo y las grandes empresas del país, que aseguran que la medida empeoraría su competitividad, llevaría a las empresas a salir del país, supondría despidos y generaría una caída en las contribuciones a la seguridad social y un aumento de impuestos.
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El consejero delegado de la farmacéutica Roche Severin Schwan, que recibió un salario 261 veces superior al trabajador menos pagado de la compañía en 2012, ha asegurado que sería mucho más difícil para la empresa reclutar personal cualificado si se aceptaba la medida, informa Europa Press.
Este sector había colocado varios carteles en estaciones de tren y calles de Suiza haciendo un llamamiento a los ciudadanos para que votaran en contra de una "dictadura salarial". Por su parte los simpatizantes de la medida han colgado banderas rojas con el '1:12' en balcones y ventanas.
La creciente desigualdad salarial con el comienzo de la crisis financiera ha generado más referéndums que pretenden promover la equidad del país. Los suizos decidirán si establecer una renta básica para todos los adultos de 2.500 francos suizos (unos 2.000 euros) al mes por parte del Estado, con independencia de que trabajen o no.
Este domingo, los ciudadanos suizos habían sido convocados a las urnas para votar sobre tres temas de relevancia nacional o regional: el aumento del precio del peaje de las autopistas, la posibilidad de obtener deducciones fiscales para las familias que cuiden de sus hijos en casa y la limitación de los salarios de los altos ejecutivos. En los tres casos, la respuesta popular ha sido no. no