La Organización Mundial de la Salud (OMS), de acuerdo con el Ministerio de Salud de Liberia y con el apoyo de la Agencia de los Estados Unidos para el Desarrollo Internacional –USAID como acrónimo de United States Agency for International Development–, ha creado un grupo de seis personas, todas ellas supervivientes del ébola, para que instruyan a futuros trabajadores sanitarios en el marco de un nuevo programa de capacitación sobre la atención a pacientes contagiados del virus, según ha informado el propio organismo.
Los seis participantes en el programa podrán explicar, de primera mano, cómo es la enfermedad y cuáles son las principales necesidades que tienen los enfermos. Las actividades, en las que llevan participando desde principios del mes de octubre, se están desarrollando en una unidad de tratamiento del virus en Liberia, especialmente habilitada para la realización de simulacros. En estas instalaciones, y después de recibir un curso básico de atención clínica, los trabajadores sanitarios realizarán pruebas simuladas.
Debido al crecimiento exponencial del número de infectados y muertos en Liberia a causa del ébola –2.316 personas han fallecido desde el comienzo del brote en África occidental–, la OMS, de acuerdo con el Ministerio de Salud del país, se está concentrando en capacitar a un número suficiente de trabajadores sanitarios para que puedan atender los casos de ébola sin riesgo de contagio.
"Nos dimos cuenta de que necesitábamos un nuevo programa de capacitación", ha asegurado el coordinador de Capacitación de la OMS, Abdikamal Alisalad. El médico ha adelantado que "está previsto que este primer curso de capacitación se repita en el futuro en otros centros de formación en diferentes partes del país". Según ha indicado el organismo internacional, el curso de formación permitirá que en las próximas semanas unos 400 nuevos trabajadores sanitarios estén capacitados para comenzar a realizar su trabajo en las distintas unidades de tratamiento habilitadas en Liberia.
Cursos impartidos de forma continua
Un primer grupo de 50 futuros trabajadores sanitarios –muchos de ellos voluntarios seleccionados por el Ministerio de Salud liberiano– comenzaron a instruirse a principios del mes de octubre. Según ha indicado la OMS, los cursos de capacitación se impartirán de forma continua.
"Durante la segunda semana del curso –una vez superados los ejercicios en la unidad de tratamiento simulado– los trabajadores serán enviados a unidades operativas de tratamiento del ébola en Monrovia, donde trabajarán bajo la supervisión de personal médico cualificado. Mientras ese grupo emprende el trabajo durante la segunda fase, un nuevo equipo de 50 trabajadores comienza su instrucción. Al final de la segunda semana, los participantes del curso recibirán un diploma que les acredita como trabajadores sanitarios habilitados para tratar a enfermos de ébola ", ha detallado el organismo internacional en un comunicado.
Los empleados sanitarios han sido uno de los colectivos más afectados por el contagio del ébola en Liberia. Desde que comenzó el brote en el país africano a finales de marzo, 184 trabajadores se han infectado –la mitad de ellos han fallecido–, según ha señalado la OMS. Médicos sin Fronteras (MSF), por su parte, cifró en 240 el número de trabajadores sanitarios infectados desde el inicio de la epidemia –120 de los cuales fallecieron–.
La Organización Mundial de la Salud también ha señalado que varios centros sanitarios "han cerrado por el miedo de las comunidades y de los trabajadores sanitarios de que se conviertan en zonas de propagación intensa del virus". "Para muchos de los voluntarios, la participación en el programa de capacitación representa una oportunidad para volver a trabajar de nuevo", ha señalado la OMS.
"En nuestro hospital no sabíamos utilizar el equipo de protección. Durante los últimos meses estuvimos trabajando con miedo y, cuando dos compañeros se infectaron, el hospital cerró", explica Zainab Sirleaf, una enfermera que está participando en el programa impulsado por la OMS y cuyas declaraciones ha hecho públicas el organismo internacional. "En este curso de capacitación aprenderé a ayudar a mis conciudadanos y aprenderé cómo es el virus y cómo protegerme de él", concluye.
Mejora de la estructura sanitaria
A pesar de que en Monrovia, la capital de Liberia, se concentra más del 25% de la población total del país –1,15 millones de personas de los 4,3 millones de habitantes, según los datos aportados por el Ministerio de Asuntos Exteriores español–, sólo se encuentran disponibles cinco unidades de tratamiento especializadas en el virus, según ha denunciado la OMS.
El propio organismo internacional también ha asegurado que el Ministerio de Salud de Liberia "tiene previsto abrir dos unidades más en Monrovia". Estados Unidos, por su parte, se ha comprometido a construir otros 17 centros más por todo el país.
Médicos Sin Fronteras también criticó, a finales del mes de septiembre, la escasez en el país africano de materiales de protección y desinfección necesarios, algo que ya denunció en el mes de agosto una amiga del sacerdote español Miguel Pajares. "Gran parte del personal médico tiene demasiado miedo a la infección como para acudir a su puesto de trabajo. El resultado de esta situación es que muchos centros de salud permanecen desiertos y miles de personas se han quedado sin atención médica", aseguró la ONG en un comunicado en el que volvió a denunciar una "respuesta lenta e insuficiente de la comunidad internacional".
Los equipos de personal médico internacional de la ONG van rotándose cada cuatro semanas, buscando reducir al máximo posible el cansancio acumulado de los trabajadores. Además, Médicos Sin Fronteras apuntó que los sanitarios trabajan siempre en pareja intentando reducir al máximo posible los errores.
La organización gestiona seis centros para pacientes con ébola, con una capacidad de 550 camas. MSF ha empleado, desde marzo, a más de 2.500 trabajadores locales.
"El aumento de la capacidad –en referencia a los nuevos centros que se tiene previsto abrir en los próximos meses en Liberia– requiere un número considerable de médicos, enfermeros, personal de apoyo y personal de limpieza plenamente capacitados en los ámbitos del tratamiento del ébola, la prevención y el control de la infección y las cuestiones relativas al agua y el saneamiento", ha apuntado la OMS. El organismo internacional también ha detallado que para una unidad de 35 camas se necesitan al menos 24 trabajadores sanitarios por turno.
Salomé Karwah es una de las supervivientes al virus en Liberia. Según detalla a Médicos Sin Fronteras, le detectaron la enfermedad el 21 de agosto junto a su prometido, su sobrina, su hermana y sus padres. Después de permanecer durante dieciocho días interna en uno de los centros habilitados por la ONG en el país, superó la enfermedad. Sus padres, sin embargo, no tuvieron tanta suerte. "A pesar de la tristeza por la muerte de mis padres, estoy feliz por estar viva. Dios no habría permitido que pereciera toda la familia, nos mantuvo con vida por un propósito", asegura. Salomé ha vuelto al centro de tratamiento de MSF ELWA 3 y trabaja como consejera de salud mental en el centro. "Me causa placer ayudar a la gente y eso es lo que me trajo de vuelta. Las labores que realizo en este lugar pueden ayudar a otros a sobrevivir", sentencia.
"Derrota" de Sierra Leona
Las autoridades sanitarias de Sierra Leona han comenzado a conceder permisos para que las familias comiencen a atender a los contagiados por el ébola en sus casas, una práctica que, según las distintas fuentes consultadas por el rotativo estadounidense The New York Times, supone una "derrota" en la lucha contra la enfermedad.
Cada familia recibirá analgésicos –algo que ya denunció a infoLibre la hermana Chantal Mutwaneme durante el pasado agosto–, suero para rehidratar y guantes para atender a los afectados en un país en el que las esperanzas de recibir la ayuda internacional a tiempo para contener la epidemia son muy reducidas.
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El Fondo de Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF) ya denunció el pasado jueves la situación crítica del país africano, cuya estructura sanitaria también se ha visto desbordada por el crecimiento exponencial de los contagiados por el virus. El programa dependiente de la ONU aseguró que el hospital del distrito de Kenema, zona cero del brote en Sierra Leona, se encuentra completamente lleno.
El director del equipo del Centro de Control y Prevención de Enfermedades (CDC) en Sierra Leona, el doctor Peter Kilmarx, aseguró en declaraciones al periódico estadounidense que "sólo hay 304 camas para tratar a 1.148 infectados por el virus". Por ello, el médico afirmó que la decisión adoptada "es una forma de responder a una necesidad, porque hay cientos de personas que no pueden recibir atención en sus hogares".
Liberia es otro país donde probablemente esta alternativa comenzará a entrar en vigor en los próximos días, a tenor del envío de más de 400.000 guantes que llegó la semana pasada. Con todo, "estos kits domésticos no pueden sustituir a una persona especializada en modo alguno", reconoció el director de UNICEF para Liberia, Sheldon Yett, en declaraciones vertidas al The New York Times. "Pero la idea consiste en asegurarse de que si alguien tiene que cuidar de un paciente en casa, esté preparado para hacerlo", añadió.
La Organización Mundial de la Salud (OMS), de acuerdo con el Ministerio de Salud de Liberia y con el apoyo de la Agencia de los Estados Unidos para el Desarrollo Internacional –USAID como acrónimo de United States Agency for International Development–, ha creado un grupo de seis personas, todas ellas supervivientes del ébola, para que instruyan a futuros trabajadores sanitarios en el marco de un nuevo programa de capacitación sobre la atención a pacientes contagiados del virus, según ha informado el propio organismo.