El pasado 15 de abril, la policía de Marivan, en Irán, obligó a desfilar por toda la ciudad a un supuesto criminal ataviado con ropa de mujer tradicional kurda, un castigo que fue impuesto por un tribunal local y que era una forma de avergonzarlo públicamente. En un vídeo difundido por Internet, se ve una camioneta escoltada con media docena de policías y a un hombre cabizbajo con prendas femeninas circulando por una calle atestada de gente. El vehículo va lo suficientemente despacio como para que todos pudieran contemplarlo.
Un día después del incidente, una organización feminista de Marivan se manifestó en protesta por este hecho al considerar que el castigo era un insulto contra las mujeres kurdas. Para ellas, la pena impuesta es más humillante para las mujeres que para los condenados. Según informó la Campaña Internacional por los Derechos Humanos en Irán, la mayoría se manifestaron vestidas con el típico traje rojo kurdo para denunciar el disfraz que se obligó a llevar al supuesto delincuente. Sin embargo, las autoridades locales enviaron a los antidisturbios a reprimir la protesta.
La indignación se extendió el jueves a las redes sociales a través de la página de Facebook Hombres Kurdos por la Igualdad, que actualmente cuenta con más de 10.000 seguidores. Bajo el lema, Convertir a alguien en mujer no es una forma de castigo o humillación, decenas de hombres iraníes y del resto del mundo se han fotografiado vestidos de mujer en señal de apoyo.
17 diputados del Parlamento de Irán se hicieron eco de estas manifestaciones y han enviado una carta a los ministros de Interior y Justicia en la que piden que se revoque este castigo y argumentan que este tipo de acciones atenta contra la dignidad de las mujeres musulmanas.
"Vestir a los convictos como mujeres no está en las leyes de la República Islámica", asegura Mohammad Mostafaei, abogado y activista y recogido en este blog, e insiste en que "el poder judicial de Irán no tiene derecho a ordenar un castigo semejante, que va en contra de la dignidad humana".