El Fondo de Naciones Unidas para la Infancia (Unicef) condenó "en los términos más enérgicos" el secuestro de alrededor de cien niños tras un ataque ejecutado el sábado en el oeste de Etiopía por hombres armados llegados desde Sudán del Sur.
La agencia indicó en su comunicado que está analizando sobre el terreno la situación de los niños afectados por el ataque, al tiempo que reclamó la liberación "inmediata e incondicional" de los secuestrados.
"Cualquier ataque contra niños, cualquiera que sea la razón o el contexto, es una violación de los derechos humanos y un atentado contra la humanidad", subrayó el portavoz de Unicef, Christophe Boulierac.
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Las autoridades de Etiopía indicaron el lunes que el ataque, perpetrado en la región de Gambella –situada en la frontera con Sudán del Sur– se saldó con la muerte de 208 personas. El Gobierno achacó el incidente a integrantes de la tribu Murle.
El Ejecutivo etíope aseguró que los atacantes no tienen en principio relación con el Ejército sursudanés ni con las milicias sublevadas contra el Gobierno en diciembre de 2013 en una guerra que concluyó con un acuerdo de paz suscrito en agosto del año pasado.
Etiopía acoge a miles de refugiados sursudaneses, 272.000 de los cuales se encuentran en la región de Gambella, en la frontera común, que han huido del conflicto que estalló en su país en 2013.
El Fondo de Naciones Unidas para la Infancia (Unicef) condenó "en los términos más enérgicos" el secuestro de alrededor de cien niños tras un ataque ejecutado el sábado en el oeste de Etiopía por hombres armados llegados desde Sudán del Sur.