El gobernador de Utah, Gary Herbert, firmó este lunes el proyecto de ley que permitirá el uso de pelotones de fusilamiento en el caso de que no haya acceso a los medicamentos con lo que se elabora la inyección letal. De esta forma, Utah se convierte en el primer estado de Estados Unidos en aplicar la medida después de más de una decena de años en suspenso.
Herbert manifestó que prefiere la inyección letal a las balas y añadió que espera que no se tenga que utilizar el pelotón de fusilamiento, ya que "el estado va a ser capaz de encontrar los productos químicos adecuados", tal y como informó la cadena de televisión estadounidense Univisión.
La medida, aprobada previamente por el Senado y la Cámara de Representantes estatal, detalla que se podrá recurrir al pelotón de fusilamiento "si el Estado es incapaz de obtener legalmente la sustancia o sustancias necesarias para llevar a cabo una ejecución por inyección letal intravenosa 30 o más días antes de la fecha" establecida para el procedimiento.
El proyecto fue presentado por el republicano Paul Ray, quien argumentó que los pelotones de fusilamiento son una forma "más humana de ejecución", tras hacer referencia a la polémica ejecución fallida de un prisionero en Oklahoma en 2014.
Partidarios de la legislación insisten en que otros tres estados, Oklahoma, Ohio y Arizona, realizaron recientemente ejecuciones con inyecciones letales que han producido angustia física y muertes agotadoras a los condenados.
Los estados estadounidenses que aplican la pena de muerte han tenido que buscar nuevos fármacos para sus cócteles de inyección letal después de que muchas compañías farmacéuticas, principalmente en Europa, les prohibiesen adquirir este tipo de productos al ser conscientes del uso que le daban.
El gobernador de Utah, Gary Herbert, firmó este lunes el proyecto de ley que permitirá el uso de pelotones de fusilamiento en el caso de que no haya acceso a los medicamentos con lo que se elabora la inyección letal. De esta forma, Utah se convierte en el primer estado de Estados Unidos en aplicar la medida después de más de una decena de años en suspenso.