Jair Bolsonaro, el candidato de extrema derecha, fue declarado oficialmente presidente electo de Brasil el domingo por la noche, tras obtener más del 55% de los votos. A pesar del retroceso de última hora en la intención de voto, el candidato del Partido Social Liberal se impuso en la segunda vuelta frente a Fernando Haddad, su adversario del Partido de los Trabajadores (PT). Más exactamente, los resultados anunciados por el Tribunal Superior Electoral (TSE) dan un 55,2% de los votos a Bolsonaro, frente al 44,8% de Haddad.
En sus primeras declaraciones, Jair Bolsonaro, de 63 años, anunció que gobernaría la cuarta democracia más poblada del mundo apoyándose en la Biblia y en la ConstituciónBiblia. También se comprometió a cumplir sus promesas de campaña. El hombre, elegido en siete ocasiones diputado en el Congreso y que ha pertenecido a nueve partidos diferentes a lo largo de su carrera política, también ha prometido tomar medidas enérgicas contra la criminalidad, otorgando más autonomía y libertad a las fuerzas policiales, que estarán autorizadas a disparar a los criminales. También propone relajar las leyes sobre el control de armas para que sus compatriotas puedan defenderse.
Sector por sector, estos son los beneficiados con la elección de Bolsonaro en Brasil.
1. Los sectores agrícola, minero y de las infraestructuras
Los ruralistas, la rama más conservadora del agronegocio, están detrás de Bolsonaro. Su discurso radical, particularmente contra los derechos de los pueblos indígenas “que ya no tendrán un centímetro de tierra”, es una cuestión sensible. Se espera que instituciones de protección ambiental como el IBAMA, que no atraviesa por su mejor momento, sufran severos recortes presupuestarios, a la vista de las declaraciones de Bolsonaro. Se prevé que haya importantes cantidades nuevas de tierra para la siembra de soja y el pastoreo de ganado. “El presidente puede hacer mucho daño recurriendo a decretos provisionales”, dice Christian Poirier, de la ONG Amazon Watch. “Si la Justicia no se opone o si se retrasa, estos decretos discrecionales pueden tener resultados catastróficos”.
Bolsonaro, presionado por un sector menos conservador de la agroindustria, que teme las consecuencias de políticas así sobre las exportaciones, parece haber retrocedido en lo que respecta a la salida del acuerdo climático de París. Pero el marco general sigue siendo el mismo: uno de sus asesores declaró recientemente que le gustaría relajar las leyes que luchan contra la esclavitud moderna.
Pero más allá del aspecto legal, los grilheiros, ladrones de tierras públicas, y los madeireiros, traficantes de madera, “pensarán que tienen luz verde para multiplicar sus acciones mafiosas. La violencia en el campo va a explotar”. Bolsonaro califica al MST (Movimiento de los Sin Tierra) de “terrorista” y llama a los terratenientes a disparar a los activistas.
Bolsonaro también quiere hacer más laxa la normativa sobre los estudios de impacto ambiental. Pueden quedar desbloqueados muchos proyectos relacionados con grandes presas, minas gigantescas o ferrocarriles destinados al transporte de soja. De aquí que sectores como los de la minería y las infraestructuras también puedan beneficiarse de esta victoria electoral. Se espera que la destrucción de la selva amazónica traiga importantes beneficios.
2. La Bolsa y los intereses privados
Tan pronto como se conocía la probable victoria de Bolsonaro, la Bolsa aumentaba su cotización. Pero para Carlos Pinkusfeld, economista de la UFRJ (Universidad Federal de Río de Janeiro), “la Bolsa no persigue los intereses del país. Los mercados están integrados por operadores financieros que buscan obtener grandes beneficios a corto plazo”. El economista también señala que el PT (Partido de los Trabajadores) hace las veces de espantapájaros para estos actores, a pesar de las ganancias récord durante el período petista, “por una cuestión de ideología primitiva”.
A pesar de la confianza que inspira su asesor económico, el ultraliberal Paulo Guedes, la incertidumbre introducida por los anuncios contradictorios, en particular sobre las privatizaciones o los impuestos, ha llevado a algunos empresarios a retroceder.
Pero muchos lo apoyan con la esperanza de influir en un presidente que asume que no sabe nada de economía. En el ámbito de la educación, su medida estrella consiste en generalizar el aprendizaje a distancia. El promotor es su posible ministro de Educación, que dirigía una empresa de educación a distancia. Las acciones de Tauro, el fabricante de armas, también mejoran su cotización, estimuladas por la perspectiva de la liberalización del acceso de la población a las armas.
Bolsonaro era un diputado oscuro y, como resultado de ello, no le faltan buenos gestores entre sus contactos. “Es por ello también que los militares tendrán una participación tan fuerte en su gobierno”, dice el profesor. Uno de sus proyectos, la continuación de la central nuclear de Angra, por un importe estimado de 4.500 millones de euros, debería impulsar este sector. “Pero los generales no son ultraliberales como Guedes. Esto puede causar problemas en su Gobierno a corto o medio plazo”. Si el asesor económico de Bolsonaro abandona el barco, resulta imposible predecir la reacción de los mercados o de Bolsonaro.
Con un sistema tributario que ya contribuye a fortalecer las desigualdades, se espera que la brecha entre ricos y pobres crezca. “Algunos se harán más ricos, pero será difícil saber lo que este gobierno va a poner en marcha”, admite Carlos Pinkusfeld. El candidato se negó a participar en debates durante la segunda vuelta, como también prohibió a su economista hablar, tras un error fiscal. “Pero con las reformas anunciadas que se espera que conduzcan a un aumento del mercado informal, los empresarios tendrán a su disposición mano de obra más barata, mientras que los movimientos sociales serán perseguidos. Una especie de paraíso para la patronal”.
3. Los evangélicos
“Hay 1.300 iglesias en Brasil”, dice Christina Vital, profesora de Sociología en la Universidad Federal Fluminense (UFF). “Es difícil hablar de un interés común. Pero la Asamblea de Dios y la Iglesia Universal del Reino de Dios (IURD) son distintas”. La muy poderosa Iglesia Universal del Reino de Dios lo ha apostado todo a Bolsonaro, apoyándolo directamente a través de su red de iglesias y medios de comunicación. A cambio de la inversión, espera un retorno, en particular con el mantenimiento de la exención fiscal en sus templos, “cuestionada de forma más vehementemente en 2017”, explica el sociólogo. La Asamblea de Dios desea ampliar su red de radios y televisiones con nuevas concesiones. Ambas iglesias también quieren fortalecer a los partidos que apoyan sus intereses. Christiana Vital también subraya la voluntad de las mujeres de evangelizar a los pueblos indígenas, una tarea que es más fácil de llevar a cabo si se reducen sus derechos.
Los evangélicos no son neófitos, ya que vienen participando en política desde la década de los 30, pero asumieron un papel de liderazgo con el gobierno de Lula y no tienen la intención de dar marcha atrás. “El Frente Parlamentario Evangélico es más poderoso que nunca y todavía puede crecer durante este mandato”.
4. Los militares
“En el seno de las Fuerzas Armadas, hay una clara preferencia por Bolsonaro”, dice Arthur Trindade Maranhão Costa, excapitán del Ejército y exsecretario de Seguridad Pública del Distrito Federal. “La cuestión es cómo se van a establecer las relaciones institucionales entre el gobierno y el Ejército”. En cualquier caso, varios generales de la reserva formarán parte del gobierno de Bolsonaro, al tiempo que 72 militares han sido elegidos para ocupar cargos de diputados federales y estatales. El retorno de los militares al poder es bien percibido por un sector del Ejército, pero otros se muestran más reticentes porque temen que se degrade la imagen muy positiva de la institución si el gobierno de Bolsonaro fracasa.
Los 27 años de mandato de Bolsonaro como diputado se dedicaron principalmente a la defensa de los intereses particulares de una parte del Ejército, que goza de enormes ventajas en Brasil. La reforma de las pensiones anunciada por Bolsonaro debería excluir a los militares.
Sin embargo, Arthur Costa precisa que los comandantes no ven con buenos ojos el empleo de sus fuerzas en actividades policiales. “Ahora bien, si la situación se deteriora, el Ejército se desplegará en diferentes frentes”. En última instancia, los militares deberían tocar poder, pero la obsesión del nuevo presidente por encontrar soluciones militares a todos los problemas conducirá inevitablemente a una sobrecarga de tareas para el Ejército.
5. La Policía
Arthur Costa, también profesor de la UNB (Universidad de Brasilia), ha señalado que: “Aunque su propuesta de dar carta blanca a la policía para matar no vaya más allá, ya ha dejado claro que no pretende mejorar los mecanismos de control de la actividad policial”. Sin embargo, la Policía brasileña ya es la más violenta del mundo: mata a más de 5.000 personas al año.
Aparte de esta promesa de impunidad, Arthur Costa no cree que la Policía se vaya a beneficiar del gobierno de Bolsonaro. “No hay ningún aspecto en su programa que sugiera que el ejecutivo federal vaya a intervenir más en la seguridad pública”. Actualmente, las Policías militar y civil dependen de cada Estado de la federación. “Su proyecto se limita a unas cuantas leyes, a la abolición del Ministerio de Seguridad Pública y no propone nada sobre salarios o inversión en Inteligencia”. Es evidente que los agentes de policía, mal equipados y mal preparados, deben seguir matando y muriendo, como lo están hoy en día.
En cuanto a la Policía Federal (FP), en primera línea en las operaciones relacionadas con Lava-Jato (la gigantesca operación anticorrupción brasileña, lanzada en 2014), el experto cree que es “poco probable” que pierda su autonomía. “La Policía Federal será puesta a prueba si un pariente de Bolsonaro se ve implicado en un escándalo de corrupción durante su gobierno”.
6. Las milicias
“Las milicias están integradas principalmente por agentes de policía y guardias de seguridad. Si Bolsonaro otorga poderes excepcionales a la Policía, incluida carta blanca para matar, sus miembros aprovecharán esta oportunidad para asesinar impunemente y construir una estructura mafiosa aún más poderosa”, explica Bruno Paes Manso, experto en la milicia de Río, organizaciones creadas en la década de los 80 para luchar contra la influencia de los traficantes.
Rápidamente derivaron hasta convertirse en una organización mafiosa, que controla la distribución de servicios, grava a las empresas y a los habitantes... Las milicias están involucradas en el tráfico de drogas y ejecutan a cualquiera que frustre sus intereses, incluida Marielle Franco, asesinada probablemente por orden suya. A día de hoy, dos millones de personas viven en territorios bajo su influencia.
Antes de convertirse en intratables en 2008, tras una comisión parlamentaria de investigación (CPI), muchos políticos las defendieron públicamente, incluido el clan Bolsonaro. El hijo de Bolsonaro también votó en contra de la apertura de dicha comisión parlamentaria. En febrero, Jair Bolsonaro volvió a relativizar la acción de las milicias.
Para el profesor, la lucha contra las milicias resulta completamente insuficiente. “Pero con Bolsonaro, no sólo no se las combatirá, sino que serán estimuladas”. La milicia no apoyó directamente al candidato, dice Bruno Paes Manso, “por razones de imagen, pero los miembros de las milicias entendieron a la perfección dónde estaban sus intereses”.
7. Estados Unidos
“Sin ninguna duda, será el principal beneficiario de la política exterior de Bolsonaro”, dice Mauricio Santoro. “Ya ha hecho muchas declaraciones en este sentido, “mostrando su afinidad ideológica con Trump”. Estados Unidos podrá beneficiarse de un aliado esencial y particularmente leal en Sudamérica, “en toda la política exterior americana, pero sobre todo en la cuestión de Venezuela. Trump debería presionar a Bolsonaro para aplicar sanciones, algo que los gobiernos anteriores se negaron a hacer”.
Para el investigador, se trata de una alianza clave para Estados Unidos, tras años de relaciones conflictivas marcadas por la desconfianza y el espionaje al más alto nivel. “Esta sería una victoria significativa para los Estados Unidos de Trump”. Para Bolsonaro, esto puede ayudar a evitar fuertes críticas en caso de incumplimiento de las normas democráticas.
Sin embargo, copiar el programa de Trump, incluso las críticas a China, económicamente muy ligada a Brasil, puede tener graves consecuencias, al igual que su bravuconería en materia de ecología, que le puede cerrar algunos mercados europeos. Cada vez que Brasil ha querido acercarse a Estados Unidos, la historia ha terminado mal, dice Mauricio Santoro. “Brasil es un país en desarrollo cuyos intereses no tienen nada que ver con los de Estados Unidos. Oriente Próximo es una importante oportunidad económica para nosotros”. Sin embargo, la voluntad, bajo la presión de los evangélicos, de trasladar la embajada a Jerusalén (como hizo Estados Unidos el pasado mes de mayo) debería desencadenar la enemistad de los países árabes. “Pero no creo que pueda hacer todo lo que dice sobre este tema; poderosos intereses locales deberían tratar de detenerlo”.
Sin embargo, el presidente estadounidense Donald Trump lo llamó el domingo por la noche para felicitarlo y los dos hombres expresaron su intención de trabajar “mano a mano para mejorar las vidas de estadounidenses y brasileños”, según un comunicado de la Casa Blanca. ___________
Traducción: Mariola Moreno
El principio del fin de las democracias
Leer el texto en francés:
Jair Bolsonaro, el candidato de extrema derecha, fue declarado oficialmente presidente electo de Brasil el domingo por la noche, tras obtener más del 55% de los votos. A pesar del retroceso de última hora en la intención de voto, el candidato del Partido Social Liberal se impuso en la segunda vuelta frente a Fernando Haddad, su adversario del Partido de los Trabajadores (PT). Más exactamente, los resultados anunciados por el Tribunal Superior Electoral (TSE) dan un 55,2% de los votos a Bolsonaro, frente al 44,8% de Haddad.