Esta vez el mayordomo por el que ha saltado el escándalo es un “chico leal” –por utilizar los mismos términos empleados por un antiguo dirigente del Frente Nacional–, incluso “un hombre de total confianza”, que no grabó nada, no como hizo uno de sus colegas, empleado de los Bettencourt.
Según las informaciones a las que ha tenido acceso Mediapart, Jean-Marie Le Pen tuvo una cuenta oculta en el HSBC, después en la Compañía Bancaria Helvética (CBH), a través de un trust cuyo responsable legal es su mayordomo, Gérald Gérintrust. Se da la circunstancia de que Gérin es el tesorero de las entidades financieras Cotelec y Promelec –esta última, a nombre de Marine Le Pen y de su padre–.
En la cuenta de dicho trust se ingresaron 2,2 millones de euros, de ellos, 1,7 millones en lingotes y otras piezas de oro. El servicio de lucha contra el blanqueo Tracfin ha trasladado a la Fiscalía de Nanterre [oeste de París] toda la documentación. Además, a finales de 2013, París abrió una investigación preliminar con relación al patrimonio del fundador del FN. También está ya en manos de la Justicia un correo de 2008 en el que Gérin reconoce ser el beneficiario del fideicomiso.
Por su parte, Jany Le Pen, mujer de Jean-Marie Le Pen, en 2008, cerró una cuenta personal en el Crédit Suisse. Estas informaciones pueden dar una nueva dimensión a la crisis abierta en el Frente Nacional entre el padre y la hija. El 4 de mayo, el Comité Ejecutivo debe decidir si sanciona o no al presidente de honor por sus declaraciones a los micrófonos de RMC y al semanario Rivarol. Ni Jean-Marie ni Jany Le Pen han respondido a las preguntas de Mediapart.
Gérald Gérin, de 41 años, beneficiario del trust de Le Pen, se formó en la escuela de hostelería de Marsella. Después de trabajar durante un tiempo como barman en el Carlton de Niza, a los 20 años, se convirtió en el mayordomo del matrimonio Le Pen antes de debutar en política, como candidato en las legislativas de 2007 en Vitrolles [sureste de Francia]. Por aquel entonces, el semanario L’Express subrayaba, en un perfil publicado sobre Gérin, que “la firma” de este figuraba como “autorizada” en las cuentas de Jean-Marie Le Pen.
En 2010, fue elegido candidato a las legislativas en el departamento de Bocas del Ródano [sureste de Francia], en el Consejo Regional de Provenza-Costa Azul; en 2012, Gérald Gérin se convirtió en asistente parlamentario de Jean-Marie Le Pen, antes de pasar a serlo de la diputada europea Marie-Christine Arnautu, próxima al fundador del FN. Vivió en un anexo de la residencia de Jean-Marie Le Pen y su mujer Jany, la Bonbonnière, en Rueil-Malmaison (Altos del Sena, al oeste de París), que se incendió a finales de enero. “Soy en cierto forma como su segundo cerebro. Le libero de sus tareas habituales, no domésticas”, declaró Gérin a L’Express.
Gerald Gérin figura ahora en el organigrama del Frente Nacional como “asistente”, miembro del gabinete del presidente de honor. Además de tener poderes sobre las cuentas personales, declaradas, de Jean-Marie Le Pen, el mayordomo pasó a ser en 2008 el beneficiario de un trust con sede en las islas vírgenes británicas –BVI, en la jerga–, Balerton Marketing Limited. Esta estructura, gestionada desde Ginebra por Marc Bonnant, uno de los abogados mercantiles de la ciudad, contó con una cuenta abierta en el HSBC hasta mayo de 2014. En esa fecha, la cuenta fue cerrada y los fondos transferidos a las Bahamas, a otra cuenta abierta en la Compañía Bancaria Helvética (CBH).
Tal y como se conoció a raíz del caso Swissleaks, Bonnant gestionó las nueve cuentas abiertas en el HSBC por el estilista italiano Valentino Gavarini. Según los documentos que obran en poder de Mediapart, también colaboró, a petición del HSBC Ginebra, en la apertura de “sociedades BVI” a clientes del banco. El abogado Bonnant, en declaraciones a Mediapart, ha asegurado no tener “ninguna cuenta de Jean-Marie Le Pen”, pero se ha escudado en el secreto profesional que le ampara en lo que respecta al mayordomo Gérin. Por su parte, Gérin ha negado ser el beneficiario del trust y, según ha señalado a Mediapart, “va a pedir explicaciones” a Jean-Marie Le Pen y a Marc Bonnant.
La confianza de Jean-Marie Le Pen en su mayordomo le llevó a nombrarlo, en el 2000, tesorero de su sociedad financiera Cotelec, encargada de promover su imagen y de dar apoyo financiero al FN. Cotelec prestó casi 3 millones de euros al Frente Nacional, en 2012, y más de 4 millones, en 2013. Pero Gérald Gérin es también, desde diciembre de 2013, el tesorero de un micropartido que tienen en común Marine y Jean-Marie Le Pen, Promelec, “cuya finalidad es promover la imagen de marca y la acción de Jean-Marie Le Pen y de Marine Le Pen”. La presidenta del FN es la secretaria general de esta sociedad que preside su padre.
Actualmente, el Frente Nacional está siendo objeto de una investigación sin precedentes sobre la financiación de sus campañas electorales. Los jueces Renaud Van Ruymbeke y Aude Buresi ya han imputado en la causa a seis personas, prestamistas del FN y responsables del micropartido de Marine Le Pen. Pero la Brigada Financiera investiga, en paralelo, el patrimonio de Jean-Marie Le Pen desde finales de 2013. La Fiscalía de París inició una investigación preliminar a raíz de un informe de la Comisión para la Transparencia Financiera de la Vida Política, actualmente sustituida la Alta Autoridad. La Comisión cifró el enriquecimiento personal del fundador del FN en 1,127 millones de euros en el periodo 2004-2009, coincidiendo con esa legislatura en el Parlamento Europeo, y le consideró sospechoso dadas las remuneraciones oficiales percibidas.
Ahoras, estas informaciones sobre la posesión de un trust no declarado en Suiza pueden desencadenar la apertura de un nuevo frente que den lugar a la apertura de acciones judiciales contra Jean-Marie Le Pen por proporcionar “datos falsos” a la Alta Autoridad para la Transparencia de la Vida Pública (HATVP, por sus siglas en francés) o por fraude fiscal.
En 2012, Mediapart reveló anomalías en los gastos de campaña presentados por Gérald Gérin, como tesorero de Cotelec, a la Comisión Nacional de Cuentas de Campaña y Financiación Política (CNCCFP, por sus siglas en francés). Se incluyó un viaje de 11 días a Tailandia, realizado por Gérin, en agosto de 2006, en los gastos de campaña de las presidenciales de Jean-Marie Le Pen en 2007. El mayordomo indicó entonces que el viaje tenía como objetivo preparar una visita del candidato a dicha país.
“Me desplacé a distintos complejos y residencias hoteleras de Bangkok (Bayan Tree, Sukotai, etc.) para estudiar las diferentes posibilidades que podían ofrecernos dichos establecimientos en función de nuestras necesidades (habitaciones, sala de reuniones, banquetes, transporte, salón de cóctel). El viaje costó, habitación, minibar, teléfono y viaje incluido, 3.482 euros”, declaró entonces Gérin a Mediapart, tras justificar que el golpe de Estado perpetrado entonces en Tailandia obligó a replantearse el viaje de Le Pen.
Además, en calidad de asistente en el Parlamentario Europeo, Gérald Gérin también debería responder a las preguntas de los responsables de la investigación abierta a raíz del correo del presidente del Parlamento Europeo a la ministra de Justicia, Christiane Taubira, sobre los supuestos empleos ficticios del FN en el Parlamento.
El patrimonio de Jean-Marie Le Pen y su supuesta fortuna oculta ya ha hecho plantearse numerosos interrogantes, ya sea por la herencia del fabricante de cementos Lambert, que le convirtió en millonario en los años 70, por su cuenta suiza abierta en el UBS en los 80, o por su relación con el banquero ginebrino Jean-Pierre Aubert, imputado por blanqueo a principios de los 90.
La cuenta de Jean-Marie Le Pen en el UBS la abrió, en marzo de 1981, su viejo amigo Jean-Pierre Mouchard, editor que fue ocupó el cargo de tesorero de Cotelec antes que Gérald Gérin y hasta 1997. Tal y como desveló Mediapart, este mismo hombre utilizó en los años 90 los servicios de varias sociedades offshores, Overseas Property Services Limited, en Gibraltar, y la panameña Hadret al Raiss.
La nueva búsqueda de financiación del Frente Nacional conduce a Suiza y a Líbano
Traducción: Mariola Moreno
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Esta vez el mayordomo por el que ha saltado el escándalo es un “chico leal” –por utilizar los mismos términos empleados por un antiguo dirigente del Frente Nacional–, incluso “un hombre de total confianza”, que no grabó nada, no como hizo uno de sus colegas, empleado de los Bettencourt.