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El escándalo de los repuestos de coche es mundial

Presentación comercial de Accenture en Honda EE.UU. en 2011.

El escándalo de las piezas de repuesto de los automóviles no se limita a Francia. Mediapart y sus socios han desvelado que Renault y PSA Peugeot Citroën ganaron 1.500 millones de euros inflando artificialmente en un 15% los precios de los recambios. Ahora sabemos que se empleó el mismo software en al menos otros tres gigantes del automóvil: el japonés Nissan, el británico Jaguar Land Rover y el estadounidense Chrysler.

Las subidas injustificadas de precios aplicadas por estos cinco fabricantes les supusieron un beneficio por importe de 2.600 millones de euros en diez años, a costa de los consumidores, principalmente en Europa, pero también en EE.UU. Es lo que se desprende de nuevos documentos confidenciales obtenidos por Mediapart [socio editorial de infoLibre] y compartidos con el consorcio European Investigative Collaborations (EIC), la agencia Reuters y el diario belga De Standaard.

La operación también plantea dudas sobre el papel del gigante norteamericano de la consultoría Accenture. En el marco de un proceso civil abierto en París, el desarrollador del software acusa a la firma de prácticas contrarias a la competencia relativas a la aplicación del sistema en Renault y PSA, que obtuvieron alzas idénticas de tarifas. Accenture desmiente formalmente los hechos y añade que las autoridades de competencia han calificado de insuficientes los elementos para abrir una investigación.

Los nuevos documentos plantean un problema adicional: de los siete fabricantes que compraron o probaron el software, cinco recibieron propuestas de incremento de precios tremendamente próximas, de entre el 13% y el 16%. Lo que sugiere que la consultora utilizó los mismos parámetros en fabricantes competidores.

Además, Accenture dio muestras de un notable activismo comercial en el sector del automóvil. La firma contactó la nada despreciable cantidad de 31 marcas, es decir, la práctica totalidad de los fabricantes mundiales. En cada ocasión, el mensaje era parecido: ya se han logrado aumentos de entre el 10% y el 20% en varios de vuestros principales competidores y os proponemos que os suméis al club.

En resumen, Accenture informó a toda la industria de que estaba aumentando los precios de las piezas de recambio. Con el riesgo de que los fabricantes que no hubiesen comprado el software aprovechasen para hacer lo mismo con sus propios métodos.

Este programa informático, muy sofisticado, denominado Partneo, fue inventado en 2006 por el francés Laurent Boutboul y vendido en primera instancia por su compañía Acceria. Partneo permite subir el precio de los repuestos originales, es decir, sin competencia, en todos los sectores (productos electrodomésticos, aeronáutica...). El primer cliente del sector del automóvil, Renault, logra resultados espectaculares, con el 15% de subida y beneficios acumulados de más de 800 millones de euros, a día de hoy.

La marca del rombo, como era de esperar, hizo que también aprovechara la ocasión su aliado japonés Nissan, que adoptó el sistema en 2008 en el mercado europeo. Bingo. Nissan Europa registra entonces un aumento medio de los precios del 25%, lo que representa 56 millones de euros adicionales al año y un beneficio acumulado actual de 500 millones de euros.

Accenture, alentado por los resultados, llega a un acuerdo comercial con Acceria en 2009 y vende el software a PSA, que no lo lamenta: 15% de subida y 675 millones en total. Accenture compraría Acceria en julio de 2010. A los mandamases de la consultora le relucen los ojos: el plan de negocio prevé que el software Partneo genere 193 millones de dólares de ingresos en cinco años. Para ello, la firma apuesta por el sector que parece más jugoso, el del automóvil.

En 2011, Accenture logra su primer cliente en Estados Unidos: Mopar, la compañía de distribución de piezas de recambio de Chrysler. Según los documentos consultados, el fabricante norteamericano aumentó los precios de sus repuestos originales un 13% gracias a Partneo, generando 70 millones de euros de ingresos adicionales anuales y un beneficio acumulado de 420 millones, la mitad del cual a costa de los consumidores.

Fiat, que tomó el control de Chrysler en 2009, lógicamente se mostró interesado. El fabricante italiano realizó, con Accenture, un proyecto piloto para los mercados italiano y brasileño, del que no tenemos los resultados. Un segundo piloto se ejecutó en su filial Ferrari, que permitió un aumento factible del 15% en las piezas de recambio originales.

Finalmente Fiat no compró Partneo, pero en 2014, tras la fusión que alumbró el grupo FCA, Chrysler se ocupó, a través de su filial Mopar, de las piezas de repuesto de Fiat (con Lancia y Alfa Romeo). ¿Se benefició así Fiat del software Partneo instalado en Mopar? ¿El fabricante italiano y su filial Ferrari aumentaron los precios tras los proyectos pilotos? FCE no ha respondido.

Accenture vendió el software milagrososoftware a Jaguar Land Rover. El fabricante británico se benefició de un aumento de los precios de sus piezas del 9% o, lo que es lo mismo, obtuvo ganancias por importe de 45 millones de euros anuales y 200 millones de euros en total.

  Accenture contactó a la práctica totalidad de los fabricantes

Pero la multiplicación de estos éxitos es peligrosa desde el punto de vista jurídico. En junio de 2010, Accenture identificó un riesgo de violación de las reglas de la competencia, “si dos competidores o más adoptan tarifas o estrategias de precios similares” gracias a Partneo. La consultora aplicó entonces un “protocolo antitrust”, que prohíbe sobre todo “utilizar la misma fórmula o solución de tarificación para desarrollar los precios recomendados para clientes competidores o a escala industrial”.

Sin embargo, el incremento de precios aplicado por Accenture en la mayoría de sus clientes son por un montante similar y conforme a las promesas comerciales de la firma (+10%-20%). En un e-mail confidencial dirigido en 2015 a los responsables de cumplimiento corporativo de Accenture, un consultor de Partneo teme que se haya violado el protocolo antitrust. “Nuestros clientes del automóvil eran conscientes de que teníamos un enfoque de tarificación industrial, que podía aplicarse y que se les adaptaba”. Y añade que “las reglas de tarificación que preconizaban eran extremadamente similares de un cliente a otros” y que fueron aplicadas con ayuda de un “algoritmo común”.

Accenture, contactado por el consorcio EIC, no ha querido hacer comentarios. La consultora indica que “ayuda a los fabricantes a tomar decisiones tarifarias apropiadas”, que “no intercambia informaciones sensibles o confidenciales entre sus clientes” y que respeta sus obligaciones legales.

En todo caso, Accenture efectuó contactos generalizados, movilizando a sus comerciales en todos los continentes del planeta auto. Según nuestras informaciones, la consultora le propuso Partneo a 31 marcas de automóvil, es decir, a la práctica totalidad de los fabricantes, tanto en Europa (Volkswagen, BMW, Mercedes, Fiat, Volvo, Aston Martin, etc.), como en Asia (Toyota, Mazda, Honda, Mitsubishi, Hyundai, Mahindra, Tata…) y en Estados Unidos (General Motors, Ford).

Mediapart ha tenido acceso a cuatro presentaciones comerciales de Accenture realizadas en Mitsubishi, Volvo, BMW y Honda. En cada una de ellas, la consultora prometía aumentos de tarifas, del 10%-20%, en los repuestos originales, insistiendo en el hecho de que varios grandes constructores ya se han beneficiado de ellos. “Nuestros resultados en los OEM [fabricantes originales de equipamiento] nos han llevado a creer, a día de hoy, que existen importantes oportunidades de mejora del precio de las piezas”, decía Accenture a Volvo en 2013.

Para convencer a los interesados de la eficacia del softwaresoftware, cada presentación comercial comprendía un cuadro en el que se presentaba, de forma anónima pero muy detallada, los resultados obtenidos por Accenture en un número variable de entre cuatro y seis fabricantes: número de piezas concernidas, ingresos antes de optimización, porcentaje de aumento y beneficio financiero.

Accenture ¿desvelaba demasiada información? El protocolo antitrust de la firma autoriza a revelar a los competidores datos anónimos de “al menos tres sociedades”,antitrust lo que corresponde al contenido de las presentaciones. Pero también prohíbe “divulgar o compartir cualquier información no pública, confidencial y sensible sobre la competencia conseguida de un cliente con otro cliente” y “anunciar o sugerir que la empresa puede o va a proporcionar precios o una solución uniforme en toda la industria”.

La consultora nos ha respondido que respeta sus “obligaciones legales y contractuales en el marco de sus relaciones con sus clientes”. Pero Renault, preguntado por el consorcio EIC sobre los datos despersonalizados de la compañía que figuran en las presentaciones, parecía sorprendido, precisando que “nunca autorizó a Accenture a divulgar información alguna de la compañía a sus competidores”.

Sea como fuere, Accenture hace saber a la práctica totalidad de los fabricantes mundiales que operaba subidas de precio en varios pesos pesados del sector, a riesgo de incitar a los que no habían comprado el software a seguir el movimiento por sus propios medios. Era más tentador aún por cuanto las piezas de recambio originales son un mercado monopolístico en el que los consumidores no tienen alternativa.

Los constructores contactados por Accenture, ¿aumentaron sus tarifas? Ninguno de ellos ha respondido. La cuestión es todavía más legítima por cuanto varios de ellos (Volkswagen, Fiat, Ferrari, Honda y Aston Martin) llevaron a cabo proyectos pilotos con el software y comprendieron, por tanto, su funcionamiento y lograron estimaciones fiables de las ganancias.

Accenture convencía, en septiembre de 2011, al gigante alemán Volkswagen para llevar a cabo un test piloto en 1.900 piezas de la marca Volkswagen, para Alemania y Reino Unido. Los resultados eran prometedores: sólo en territorio alemán, Partneo podía generar un aumento del 16% del precio de las piezas originales, lo que se traduciría en 22 millones de euros adicionales al año.

Pero según nuestras informaciones, Accenture, que competía con la consultora alemana Simon Kucher & Partners (SKP), finalmente no fue la elegida. Volkswagen, ¿hinchó finalmente los precios de sus piezas con los métodos de SKP? El fabricante y la consultora de Alemania han rechazado decir si trabajaron juntos en el asunto.

   

Traducción: Mariola Moreno

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