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Investigación | Nuevas revelaciones de Wikileaks

Estados Unidos espió a Chirac, Sarkozy y Hollande: los documentos 'top secret'

Captura de una imagen que acompaña la exclusiva de Mediapart.

Fabrice Arfi | Jérôme Hourdeaux | Julian Assange (Mediapart)

La Agencia de Seguridad Nacional (NSA) de EEUU espió a los expresidentes franceses Jacques Chirac y Nicolás Sarkozy, así como al actual mandatario de El Elíseo, François Hollande, según informan este martes Mediapart, socio editoral de infoLibre, y LibérationLibération, basándose en documentos obtenidos por Wikileaks. Estos informes demuestran que la NSA interceptó las comunicaciones de altos cargos franceses entre los años 2006 y 2012.

Los servicios de espionaje estadounidenses habrían espiado a los gobiernos de Chirac, Sarkozy y Hollande, lo que incluye tanto a los presidentes como a altos cargos de sus respectivas administraciones para obtener información privilegiada sobre temas candentes de las relaciones bilaterales y con Europa. Los papeles publicados por Mediapart contienen incluso un listado telefónico elaborado por la inteligencia norteamericana con los números de la cúpula política francesa, incluido el del llamado teléfono rojo, que da línea directa con el presidente galo.

Las conversaciones espiadas abarcan temas como la lucha por el liderazgo europeo entre Hollande y la canciller alemana, Angela Merkel, la crisis griega o la implicación de Francia en el conflicto palestino-israelí. La mayoría de los informes eran para el consumo interno de la NSA, pero al menos dos fueron compartidos con la inteligencia de los miembros del sistema de vigilancia denominado Cinco ojos, integrado, además de por Estados Unidos, por Reino Unido, Canadá, Australia y Nueva Zelanda.

Las notas tienen la catalogación de altamente confidencialesdemuestran el interés de la NSA por los intereses en política exterior de los sucesivos gobiernos galos, como lo pone en evidencia la base de datos de números de teléfonos fijos o móviles seleccionados para la recuperación masiva de informaciones a través de ellos. Los últimos análisis de la agencia disponibles, con fecha del 22 de mayo de 2012, dan cuenta, por ejemplo, de "reuniones secretas" a finales de 2011 de una posible salida de Grecia de la zona euro. O de la preocupación del entonces primer ministro, Jean-Marc Ayrault, por el posible enfado de la canciller alemana, Angela Merkel, si se enteraba de la entrevista de Hollande, recientemente elegido presidente, con la oposición socialdemócrata alemana.

Otro de los análisis durante el mandato de Nicolas Sarkozy (2007-2012) señala cómo el jefe del Estado conservador se consideraba "el único hombre capaz de resolver la crisis financiera" en 2008 o cómo se quejaba en 2010 de la marcha atrás de EEUU en la propuesta de un "acuerdo de cooperación bilateral" en el terreno de los servicios secretos.

Los documentos 'top secret'

Como la mayoría de los documentos obtenidos por WikiLeaks, el informe de mayo de 2012 de la NSA, con François Hollande en el punto de mira, está compuesto por numerosas iniciales que, una vez descifradas, permiten comprobar hasta qué punto se trata de información pública de carácter ultrasensible. Con la etiqueta alto secretoalto secreto (TS, por las siglas en inglés de top secret), se clasifican las informaciones obtenidas a través de la interceptación de señales electrónicas (SI para SIGINT, señal de inteligencia), que bajo ningún pretexto pueden ser compartidas con un país extranjero (NF para NOFORN, no extranjero).

En el documento Hollande también aparece la etiqueta unconventional, una categoría particular en la nomenclatura de la NSA que corresponde a la operaciones no convencionales. En este mismo informe, figura una pequeña mención de carácter suplementario: Foreign Satellite, lo que significa que las escuchas telefónicas no se realizaron con material estadounidense. A pesar de que no hay ninguna certitud, a día de hoy todo apunta a los satélites alemanes.

De hecho, en los últimos meses la prensa ha informado en varias ocasiones de la subcontratación de los servicios de espionaje estadounidenses por parte de los servicios secretos alemanes (BND), lo que ha provocado una fuerte indignación en Alemania y la apertura de una investigación parlamentaria que tiene por objeto, precisamente, documentos similares a los obtenidos por WikiLeaks.

Las escuchas no se limitan al actual jefe del Estado francés. Otros altos funcionarios galos también fueron espiados por la NSA. De acuerdo con los documentos en poder de Mediapart, que publicaremos en los próximos días, los expresidentes Nicolas Sarkozy y Jacques Chirac, así como el exministro socialista de Economía Pierre Moscovici –actual comisario europeo– o el exembajador de Francia en Washington Pierre Vimont han sido espiados.

El enorme apetito de los servicios de inteligencia norteamericanos por Francia desemboca en un problema de bulimia. Otro de los documentos confidenciales de la NSA (ver más abajo), realizado durante la presidencia de Nicolas Sarkozy (2007-2012), revela la lista de objetivos franceses definidos por Estados Unidos. En los papeles aparece el teléfono personal de Sarkozy; del entonces secretario general del Elíseo, Claude Guéant; del portavoz del Ministerio de Relaciones Exteriores, Bernard Valero; del exministro Jean-Pierre Jouyet –ahora secretario general del Elíseo–; de un jefe de Quai d'Orsay todavía no identificado; o el del ministro de Comercio Exterior Pierre Lellouche.

Lista de objetivos franceses para la NSA durante el Gobierno de Nicolas Sarkozy

Para Claude Guéant, exsecretario general del Elíseo y exministro del Interior, "esta práctica es indignante". "El Gobierno francés debe responder adecuadamente. Como mínimo, esto requiere una explicación al más alto nivel y un compromiso absoluto para poner fin a estas prácticas. Nos estamos moviendo hacia un mundo extremadamente preocupante, donde nadie tiene privacidad, donde no existe la confidencialidad", se queja una persona cercana a Nicolas Sarkozy.

"Si los estadounidenses escucharon a Merkel, no sé por qué otros políticos no habrían sido también espiados", comentó Frédéric Péchenard, exjefe de la Policía Nacional y actual director general de los Republicanos. "Si queremos ser capaces de defendernos a nosotros mismos, es necesario que nuestros servicios de inteligencia estén a la par. Necesitamos medios técnicos, humanos y jurídicos más eficaces. Ser espiados por los que se supone que son nuestros amigos puede suponer un problema diplomático", asegura.

Estados Unidos espió a Chirac, Sarkozy y Hollande

Estados Unidos espió a Chirac, Sarkozy y Hollande

"Yo, que era un gran amigo de Estados Unidos, lo soy cada vez menos", afirma, por su parte, el diputado Pierre Lellouche en declaraciones a Mediapart. "No me sorprende haber sido vigilado por Estados Unidos mientras estaba a cargo del comercio exterior, ya que a los estadounidenses les interesa mucho el espionaje industrial. Este es el argumento en el que se apoya la nueva ley de inteligencia francesa. Si somos escuchados por todo el mundo, ¿por qué abstenernos de escuchar? Somos espiados desde cualquier lugar. Por desgracia, y lo diré en la Asamblea Nacional, estamos en un imperio mundial a nivel económico, donde Estados Unidos no duda en echar las redes de la CIA, de la NSA y también de la justicia de Estados Unidos, que hace sus trampas. Algo que denuncio constantemente", añade.

Según los documentos de la NSA, los teléfonos fijos de los consejeros africanos en el Elíseo y los números de… los estándares de los ministerios de Agricultura y Finanzas también están pinchados. En la lista de objetivos encontramos la antena del Centro de Transmisión Gubernamental (CTG), situada en el Elíseo. Este dispositivo se encarga de asegurar, bajo el paraguas del "secreto de defensa", los enlaces gubernamentales, especialmente el del jefe de Estado con el primer ministro. Otro número, con referencia FR VIP AIRCRAFT, reenvía, tras ser verificado, los datos de la situación de la flota aérea del Gobierno, el Etec, que depende del Ejército del Aire.

Más allá del escándalo que supone a día de hoy el espionaje estadounidense, la facilidad con la que Estados Unidos intercepta cualquier conversación de los altos líderes franceses cuestiona la baja capacidad de contraespionaje de los servicios de inteligencia en Francia. En este sentido, el Elíseo repite con frecuencia que en lo que se refiere a asuntos diplomáticos y militares, los temas más sensibles, nunca ha habido fugas de ningún tipo ya que se toman todas las medidas necesarias para evitarlo. Hasta que se demuestre lo contrario.

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