El Frente Nacional encarga una investigación sobre Mediapart y la paga con fondos públicos

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“Debéis saber que podemos investigar vuestra investigación y demostrar quién os paga o quién paga a Mediapart”. En diciembre de 2016, el eurodiputado del FN Jean-Luc Schaffhauser lanzaba esta advertencia cuando le preguntábamos por las investigaciones sobre la financiación del FN en Rusia. El europarlamentario sospechaba que nuestro trabajo respondía a un “encargo de redes exteriores de propaganda”.

Seis meses después, llevó a cabo su amenaza. Según las informaciones a las que hemos tenido acceso, el eurodiputado y el Grupo del Frente Nacional en el Parlamento Europeo (Europa de las Naciones y las Libertades, ENL) encargaron en junio de 2017 una “investigación” sobre Mediapart (socio editorial de infoLibre), sus periodistas y sus supuestas fuentes, al gabinete de asesoría Geopol Consultings.

Este primer informe y un segundo (dedicado a las supuestas vinculaciones entre “ONG occidentales pro-inmigracionistas” y “los órganos de financiación de George Soros y otras estructuras inmigracionistas y mundialistas”) costaron un total de 10.000 euros.

La investigación de 143 páginas, titulada, “Las metástasis de Mediapart” se presentó el 25 de octubre de 2017 en el Parlamento Europeo, ante eurodiputados del ENL. Tras este informe se encuentran tres personas, que figuran entre los colaboradores (no remunerados) de la web Atlantico: el eurodiputado Jean-Luc Schaffhauser, miembro en campaña del Comité estratégico de Marine Le Pen y los geopolitólogos Alexandre del Valle y Viatcheslav Avioutskii.

Según consta en el presupuesto, al que Mediapart ha tenido acceso, el informe tenía como objetivo investigar nuestro periódico, las supuestas fuentes y también a los periodistas (“personas físicas”) de este diario, “vinculadas o salidas de las redes ocultas que conllevan la toma de decisiones, los organismos de financiación y los hacedores de opinión”, su “recorrido en la inteligencia o las oficinas externas”.

El objetivo está lejos de toda duda: “Demostrar las vinculaciones existentes entre algunos actores exteriores y este medio de comunicación, así como actores políticos mainstream que se posicionan como ‘independientes’ y ‘objetivos’ y “demostrar que este medio de comunicación es un perro guardián del sistema”. La investigación pretende basarse en “fuentes abiertas y confidenciales halladas [...], pero no fuentes ilegales”, quiere precisar el documento.

El informe plasma, sin hacer comprobación algunas, todo las ocurrencias que pueden leerse en Google. Así, los artículos académicos sobre los medios de comunicación y los artículos de prensa se confunden con las apariciones en webs de derechas como 24heuresactu, que en varias ocasiones ha difundido informaciones falsas; el blog de una activista Les Républicains; o el Observatorio del periodismo, web de ultraderecha que tiene como objetivo “informar sobre los que os informan” y que propone fichas 200 periodistas.

Pero, ¿qué dice este “estudio”? En primer lugar se acusa a los medios de comunicación, cuyo poder se considera “excesivo y abusivo”. “Origen de todas las desconfianzas” y infectados con “el virus del periodismo fiscalizador”, sospechosos de ser un “peligro para la democracia”. Se acusa a los medios también de haber “orquestado” el caso Fillon y “acosado del mismo modo” a Marine Le Pen. Se dice que están teleguiados por “redes [...] orientadas hacia el trotskismo y la ultraderecha antisionista, proislamista, antioccidental, que tiene por “objetivo”, el “debilitamiento puro y duro del sistema capitalista” y la influencia de la “Opinión pública en el sentido de la subversión de los valores tradicionales judeocristianos”.

Mediapart, en concreto, se supone que dirige una “yihad mediático-intelectual”, dirigida a “minar desde dentro los cimientos del Estado francés”, con dos “facetas”, “trotskista” e “islamista radical”. El periódico, calificado de “agente de influencia de los islamistas”, supuestamente se encuentra “en manos de los Hermanos Musulmanes”, según se lee en este informe, que cita al ensayista Pascal Bruckner. Las palabras “islam” o “islamista” aparecen en 176 ocasiones y los términos “trotskista” o “trotskismo”, 164 veces.

Según el presupuesto de informe, la investigación debía desentrañar las supuestas fuentes de Mediapart, sus vínculos con el mundo judicial y policial, a través de varios “estudios de casos”: “Penelope Gate, financiación rusa del FN, ataques contra Sarkozy-Guéant y apoyo a las ONG proislamistas proclandestinas, vinculaciones entre el PNF [la Fiscalía que investiga los delitos económicos, que ha abierto las investigaciones contra François Fillon y Jean-Luc Schaffhauser] y Mediapart”.

En un primer momento, el informe adelanta la tesis de un “golpe de Estado mediático-ideológico” y describe a Mediapart como “correa de transmisión de investigaciones policiales transmitidas ilegalmente”. Los autores reprochan al periódico que publique “informaciones confidenciales” sin “esperar a que se hagan públicas”. Aluden a “vinculaciones ocultas con magistrados y policiales” que supuestamente utilizan al periódico ‘como guías’ y como oportuno altavoz”.

"Fichas" sobre los fundadores y accionistas

Este estudio también incluye una serie de “fichas” sobre los fundadores y accionistas de Mediapart, donde se suceden fotos, redes de amigos, familiares y supuestos compromisos. Se dedica un apartado importante al fundador de Mediapart, Edwy Plenel, mencionado en 183 ocasiones y acusado, por su activismo de juventud, de haber organizado una “célula trotskista clandestina” en Le Monde.

Mediapart hace públicas anualmente sus cuentas y también su accionariado. Sin embargo, el informe multiplica los errores de fondo (hechos) y de forma (erratas), deformando de paso los nombres de personalidades políticas (“Florient Filippot”, “Jean Luc Shaffhaeuser”, “François Fillion”). Veamos sólo unos ejemplos.

El montante de los fondos que recaudó Mediapart inicialmente no ascendió a cuatro millones, sino a 2,9 millones de euros. El capital de Mediapart no está en manos “en un 33% de sus cofundadores”, sino que éstos poseen el 42,08%. La Sociedad de Amigos de Mediapart (SAM) se presenta como “una estructura muy opaca” y se afirma que el nombre de los 46 fundadores son “anónimos”. Y ello pese a que la lista, depositada en el Registro Mercantil en el momento de la creación de Mediapart en 2008, se puede consultar en la web Infogreffe.

En un momento en que el Parlamento se dispone a debatir una proposición de ley sobre la lucha contra las informaciones falsas, este informe es un caso de estudio en materia de fake news, con tintes de complot. En dicho informe se puede leer, por ejemplo, que la directora general de Mediapart, Marie-Hélène Smiejan, porque estudió en la Universidad de Pequín en 1976, tuvo vínculos con “entornos comunistas-maoístas” y “las redes políticas del Partido Comunista Chino”. O que el caso Bettencourt fue una “tentativa de desestabilización” dirigida a “debilitar” a Nicolas Sarkozy “durante la campaña de 2012 en beneficio de Hollande que contaba con Mediapart”.

O también que el caso Cahuzac salió a la luz porque había que sacar “de la circulación” al ministro de Finanzas, quien “se había opuesto abiertamente manifiestamente a que la prensa digital gozase del mismo régimen fiscal que la prensa en papel” y que era un “hombre de izquierdas liberal al que le gusta el dinero”, “con amistades transversales también entre personalidades del FN”. El informe, que recupera un artículo de L’Express publicado en octubre de 2013, asegura que “jamás los servicios del Estado se atrevieron a investigar al site. Mediapart es intocable”. Sin embargo, el 17 de diciembre de 2013, se abrió una inspección fiscal contra el diario.

“Soros ¿os paga indirectamente a través del periódico o directamente?”

Hay otro ejemplo emblemático. En el informe, se acusa a Mediapart, y a otros medios de comunicación, de haber aclamado al excronista de Le Bondy Blog Mehdi Meklat pese a conocerse, en febrero de 2017, sus tuits antisemitas y homófobos, publicados con el alias de Marcelin Deschamps.

El informe afirma que Edwy Plenel publicó un tuit “en señal de apoyo a Mehdi Meklat”, al que presentó como “ejemplo”. Es falso: ese tuit no sólo era anterior (de septiembre de 2016), sino que se dirigía a Le Bondy Blog coincidiendo con su MasterClass.

Al habla con Marine Le Pen, ésta no ha respondido a nuestras preguntas. Y su sucesor en la Presidencia del grupo ENL, Nicolas Bay, dice no tener “nada que decir” porque no estaba “al corriente del encargo”.

Por su parte, Jean-Luc Schaffhauser se felicita por haber “empleado muy bien” los fondos europeos. “Los representantes de la soberanía deben informarse sobre los periodistas que dan lecciones”, señala a Mediapart. “Los periodistas no tienen ninguna legitimidad y la mayoría del tiempo se hacen eco de fake news. Detrás de la objetividad de los hechos, el estudio muestra que están al servicio de intereses particulares y no al servicio del bien común”.

Y el eurodiputado nos pregunta: “¿Cuáles son vuestro vínculos con Soros? ¿Os paga indirectamente a través del periódico o directamente? Si es que sí, ¿cuánto? Tengo curiosidad por saber cómo es el periodismo apoyado por un multimillonario que representa al lobby de las finanzas”. Fake news en estado puro: Mediapart no tiene ninguna vinculación con George Soros y no percibe ninguna subvención pública ni privada.

En octubre, el eurodiputado publicó el informe en su web, en la sección de “prensa y otros trabajos parlamentarios”. A raíz de nuestras preguntas, el estudio fue renombrado y, después, eliminado de la página. El eurodiputado explica que la versión en línea no estaba corregida y que contenía “errores”.

¿Quién realizó el informe? Jean-Luc Schaffhauser explica que eligió al gabinete Geopol Consultings por su “conocimiento” y sus “competencias”, sin dar ningún nombre.

Detrás del gabinete, domiciliado en Bruselas, se encuentra un tal Marc d’Anna, que no es otro que el verdadero nombre del ensayista Alexandre del Valle. Autor de obras violentas sobre el islam, invitado habitual de medios de comunicación y profesor en varias escuelas de Comercio. Alexandre del Valle se presenta como “geopolitólogo” e “investigador asociado” en centros e institutos.

En 2002, creó la Derecha Libre, una corriente liberal-conservadora vinculada a la UMP, a cuya vicepresidencia aspiró. En la última obra de Del Valle, cuyos extractos se publicaron en Atlántico en abril, se encuentra ciertas tesis del informe. En ellos se presenta a Mediapart como “un instrumento de esta propaganda frérosalafista, antilaicidad y anti-República” y a su fundador como un “coallahbo [contradicción de “collabo” y “Allah”] del islamismo”. “Edwy Plenel y Mediapart se han convertido en un instrumento de propaganda de los Hermanos Musulmanes”, dice el ensayista.

Según nuestras informaciones, una persona del entorno de Alexandre del Valle participó en la redacción del informe: el franco-ruso Viatcheslav Avioutskii, geopolitólogo especialista en el mundo ruso y profesor en la escuela de dirección ESSCA. Puestos al habla con él, no ha respondido a nuestras llamadas.

Falta de rigor 

Alexandre del Valle ha confirmado a Mediapart que su gabinete ha realizado informes por petición “del grupo político europeo ENL” y que “un redactor llevó a cabo un trabajo de experto y de estudios, tal y como se les encargó”. “La administración del Parlamento Europeo ha validado el estudio”, asegura.

En realidad, el Parlamento Europeo no tiene control sobre el contenido de los informes que se hacen con este dinero. “Los grupos políticos se encargan de la gestión del dinero que se les concede” y “son responsable del contenido de las actividades políticas y de información organizadas”, subraya un portavoz del servicio de prensa. Anualmente, el Parlamento Europeo destina un presupuesto (la línea 400, en el argot) a los grupos para cubrir sus “gastos administrativos y de funcionamiento” y estas “vinculadas a las actividades políticas y de información [...] en el marco de las actividades políticas de la UE”. A cambio, los grupos deben enviar sus cuentas anuales antes del mes de mayo que son auditadas por un gabinete exterior. Las cuentas de 2017, en las que figuran la factura de este informe, todavía no han sido examinadas.

¿Por qué Jean-Luc Schaffhauser encargó esta investigación? La explicación se encuentra en la página 122. Los autores se refieren, a lo largo de siete páginas, a la revelación de Mediapart del préstamo ruso recibido por el FN y del papel de su negociador, un tal… Jean-Luc Schaffhauser. Este consultor internacional, próximo al Opus Dei, fue investigado por la formación en las europeas y municipales, en 2014. Ese año, activó sus redes para desbloquear en Rusia un préstamo de nueve millones de euros, cobrando de paso una comisión de 140.000 euros que había “omitido” mencionar en su declaración de intereses en el Parlamento Europeo.

En febrero de 2016, la Justicia abrió una investigación tras recibir una denuncia de la célula antiblanqueo Tracfin con relación a los fondos percibidos por el eurodiputado y por el partido. A finales de 2017, la entidad Société Générale cerró la cuenta personal del eurodiputado, que discutió la decisión. Pese a todos esos elementos, el informe considera que “el caso Schaffhauser” estaría “totalmente motivado por consideraciones político-ideológicas, incluso geopolíticas, dado el compromiso a la veces antinacional, proislamista y rusófobo de todos los órganos militantes y periodísticos que han concebido [...] la tentativa de linchamiento” del eurodiputado.

El procedimiento, el contenido del informe y su falta de rigor cuestionan el trabajo de estos “expertos”, que se presentan como investigadores y que intervienen en calidad de eso mismo en los medios de comunicación.

  No han respondido a nuestras llamadas: Marine Le Pen ni su director de gabinete Nicolas Lesage; Viatcheslav Avioutskii ; el Center of Foreign and Political Affairs (CPFA), donde Alexandre del Valle dice ser “investigador asociador”. El copresidente del Grupo ENL, Nicolas Bay, no ha querido hacer declaraciones y nos ha remitido a las palabras de Jean-Luc Schaffhauser: “No estaba al corriente de este encargo que viene de atrás, antes de ocuparme de la presidencia del Grupo ENL”.

Jean-Luc Schaffhauser, contactado el 15 de mayo, asumió este informe realizado por “el Grupo del ENL”, antes de explicarnos al día siguiente que la versión publicada en la web era la no corregida: “Pedí que lo rectificasen, efectivamente; se ocupó de ella un grupo plurinacional”. El informe fue renombrado y finalmente suprimido de la web. El 18 de mayo el eurodiputado nos remitía a su abogado y anunció su intención de tomar medidas contra Mediapart. “Espero impacientemente el artículo porque debería haberlo hecho antes por todas las mentiras pasadas lo que me permitirá recordarlas con hechos”. En diciembre de 2016 ya nos había amenazado con querellarse por “divulgación de informaciones falsas sobre él”. Su asistente, Romain Bessonnet, nos acusó de haber ensuciado la reputación de su diputado y nos calificó de “periodicucho hitlero-trotskista”.

Alexandre del Valle sólo aceptó confirmar por e-mail la prestación de servicios de su gabinete, sin responder a nuestras preguntas.

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Traducción: Mariola Moreno

Leer el texto en francés: 

“Debéis saber que podemos investigar vuestra investigación y demostrar quién os paga o quién paga a Mediapart”. En diciembre de 2016, el eurodiputado del FN Jean-Luc Schaffhauser lanzaba esta advertencia cuando le preguntábamos por las investigaciones sobre la financiación del FN en Rusia. El europarlamentario sospechaba que nuestro trabajo respondía a un “encargo de redes exteriores de propaganda”.

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