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La Justicia investiga un conflicto de intereses en la explotación del manantial de Vittel

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“La investigación llega a su fin”, asegura el vicefiscal de Épinal Vincent Légaut, en declaraciones exclusivas a La Cité. Para una política local y para su marido, ex alto cargo de Nestlé, pronto va a llegar la hora de la verdad. Claudie Pruvost, consejera provincial de Vittel [noreste de Francia], está siendo investigada por supuesto conflicto de intereses. La investigación está relacionada con la explotación, por parte de la multinacional suiza, de una de las célebres aguas minerales de Vittel.

De 2013 a diciembre de 2016, Claudie Pruvost presidió la Comisión Local del Agua (CLE, por sus siglas en francés), organismo público encargado de concebir una estrategia para poner fin a la sobreexplotación de la capa freática de las GTI (areniscas del triásico inferior, por sus siglas en francés) en las inmediaciones de Vittel. Durante el tiempo que permaneció en el cargo, ¿benefició a la empresa de su marido? La organización Vosges Nature Environnement levantó la liebre. Según esta ONG, aunque Bernart Pruvost trabajó hasta hace poco para Nestlé Internacional, y no para Nestlé Waters, entidad que comercializa la marca Vittel, el conflicto de intereses parece evidente. Formalmente, el paso lo dio otra asociación, Anticor, especializada en la lucha anticorrupción. A finales de 2016, Marcel Claude, su representante local, denunció los hechos a la Fiscalía de Épinal, cabeza de partido de Los Vosgos.

Para comprender mejor los hechos, hay que tener presente que Nestlé –cuyo lema en francés es Puiser sans épuiser, que bien podría traducirse por Sacar sin secarcontinúa extrayendo agua en cantidades importantes de Vittel, pese al déficit preocupante del manto local. Tal es así que la localidad tendrá que trasladar el agua potable, para consumo humano, de los pueblos vecinos, encareciendo su coste.

Puestos al habla con Claudie Pruvost, a quien se acusa de esta “preferencia” por Nestlé, asegura no tener “nada que declarar” y puntualiza que el asunto “está en manos del fiscal”. Su marido, algo más locuaz, explica que “Vittel no es una ciudad grande” y que, en una localidad pequeña como la suya, “todo el mundo se conoce”, dando a entender que, en cualquier actividad económica local, es inevitable tener proximidad con alguien. Y, en su opinión, “no hay problema” por ello.

Varios miles de palets de la marca Bonne Source salen a diario de Los Vosgos con dirección a los supermercados de Suiza y de Europa. De la explotación de la marca Vittel dependen 250 empleos, según las cifras facilitadas por Nestlé.

La multinacional suiza extrae cientos de miles de metros cúbicos precisamente de la capa del triásico inferior, “el mayor depósito de agua subterránea” no sólo del departamento de Los Vosgos, sino de toda la región de Lorena, según la Oficina de Investigaciones Geológicas y Mineras (BRGM, por sus siglas en francés). Ahora bien, el nivel de esta capa está disminuyendo desde los 70. Según este servicio geológico nacional francés, se debe “a un contexto hidrogeológico particular y a una fuerte concentración de extracciones”.

¿Coincidencia? El grupo Nestlé explota la zona desde que adquirió Vittel, en 1992. Hoy, junto con la industria quesera L’Ermitage, la multinacional se reparte en torno al 47% de las extracciones de agua de la capa freática, frente al 22% que se destina al uso doméstico. La ONG Vosges Nature Environnement ha calculado que, desde 1992, se puede atribuir exclusivamente a Nestlé más del 80% del déficit de la capa. Ahí radica la “fuerte concentración de extracciones” que denuncia el BRGM.

Por “contexto hidrogeológico particular”, esta oficina entiende la muy lenta capacidad de recargarecarga, a través del agua de lluvia, de este manto, situado entre dos capas impermeables. Un problema que afecta al oeste del departamento de Los Vosgos. Según los últimos estudios, el déficit de la capa inferior ronda los 800.000 metros cúbicos de agua. Por su parte, la quesera extrae L’Ermitage 500.000 metros cúbicos de los 650.000 metros cúbicos para los que tiene autorización; en realidad extrae en consonancia con el déficit.

En la quesera L’Ermitage, nadie ha querido responder a nuestras preguntas. Al habla con un portavoz de Nestlé Francia, éste ha declarado: “La gestión de los recursos hídricos, en cantidad y en calidad, es algo esencial en nuestro día a día. Estamos completamente comprometidos a garantizar una gestión duradera del agua con el conjunto de las partes implicadas”. La misma fuente asegura también que, a finales de marzo, la multinacional realizará un “anuncio importante”. En la localidad de Vittel, el director técnico al cargo no ha respondido a nuestras cuestiones. “El asunto es sensible”, afirma un miembro de la sección regional del BRGM que considera que el responsable podría tener “muchas cosas que contar”, si se le dejase.

En la política local de gestión del agua, la CLE, que se reúne varias veces al año, desempeña un papel clave. Esta comisión es responsable de la toma de decisiones importantes en la materia. Integrada por 45 miembros, representa a los usuarios, a las colectividades territoriales (más de 180 localidades), las agencias del agua y al Estado. “Desde hace muchos años, Nestlé forma parte de la Comisión Local del Agua. Nuestra presencia es perfectamente legítima”, declara el portavoz de la multinacional. Y subraya que “todas estas decisiones se votan por mayoría, con total transparencia”.

Sin embargo, organizaciones en defensa del medio ambiente sospechan que la multinacional Nestlé ejerció influencia en la comisión. Leídas las actas confidenciales de la CLE, a las que hemos tenido acceso, estas sospechas no parecen infundadas. Según las ONG, las soluciones propuestas que dan a Nestlé prioridad para extraer agua de esta capa, y obligan a los municipios a abastecerse en otra parte, llevan a pensar que pudieron verse influidos por La Vigie de l’eau, asociación encargada de ofrecer soluciones, presidida por Bernard Pruvost, transmitidas acto seguido por su esposa Claudie Pruvost, consejera provincial de Vittel y presidenta de octubre de 2015 a diciembre de 2016, de la CLE.

Especialmente reveladora es el acta del 26 de abril de 2016. En el orden del día consta la “validación de los grandes ejes estratégicos” relativos a las políticas de gestión del agua.

Por “invitación de la presidenta”, representantes de Nestlé y de L’Ermitage asisten a la reunión. En vísperas de esta sesión, Claudie Pruvost pidió entrevistarse con los representantes de estas industrias, mientras que las asociaciones que trabajan en defensa del medio ambiente tuvieron que mendigar una reunión con ella. Del mismo modo que, “desgraciadamente”, no pudo reunirse con una organización en defensa de los consumidores.

Transporte de agua

Además, Nestlé apoya a organizaciones en la zona, como la Vigie de l’eau, un centro medioambiental subvencionado inicialmente por la multinacional que, de 2010 a 2016, fue la estructura de apoyo al SAGE, el Plan de Ordenación y de Gestión del Agua, responsable de la información y de la ejecución de estudios y trabajos necesarios. “Se encuentra entra las muchas asociaciones que respaldamos en la zona”, explica el portavoz de la empresa.

“En ningún caso interfiere en las decisiones del SAGE, no participa en las deliberaciones”, subraya, antes de añadir, con relación al papel de la Vigie de l’eau: “Garantizaba, por mandato de las autoridades prefectorales, un papel de secretariado y de animación de la CLE. Este papel quedó definido desde el comienzo por la convención que la vincula al Consejo Departamental 88 y que fija el marco de esta misión con la asociación para el SAGE y su duración. Esta misión concluyó en enero de 2017, fecha en que otra estructura jurídica tomó el relevo”.

Por tanto, la Vigie de l’eau estaba presidida por un tal Bernard Pruvost, ex alto cargo de Nestlé International y… responsable de la estrategia de cooperación de la multinacional “para garantizar una gestión sostenible del agua con las partes implicadas”. Pero en el informe público del BRGM de 2014, fruto de la asociación de este con la Vigie, aparece que Nestlé y L’Ermitage se quedaron al margen del ahorro del agua necesario...

De modo que Bernard Pruvost no era ajeno a los trabajos de la CLE, ya que la entidad que presidía, la Vigie de l’eau, cumplía “un papel de secretariado y de animación” de esta misma comisión... presidida por su esposa Claudie. Esta también era representante del Consejo Departamental en el Comité Departamental del Medio Ambiente y de los Riesgos Sanitarios y Tecnológicos (CODERST), donde participó en una votación sobre una demanda de autorización de perforaciones adicionales para Nestlé Waters.

En la sesión del 26 de abril de 2016, el representante de Nestlé declaró que sus extracciones de agua no habían aumentado en los últimos años. La quesera L’Ermitage afirmó, por su parte, que su consumo había disminuido “con respecto a la actividad”. A tenor de las conversaciones, el escenario es el siguiente: la industria, así como también las colectividades locales, y los ciudadanos se comprometerían a consumir menos agua, toda vez que las necesidades de la población quedaban garantizadas mediante el abastecimiento externo a través de una tubería alternativa.

Dicho de otro modo, el esfuerzo de absorción del déficit del manto debería ser soportados por todos, sin distinción. Y no sólo por los principales responsables. La propuesta se adopta pese a las voces contrarias de las organizaciones que trabajan en defensa del medio ambiente. Régine Grandjean-Begel, que sucedió a Claudie Pruvost al frente de la CLE, mira con indiferencia estas decisiones. Rechaza cualquier acusación de conflicto de intereses y cualifica de “curiosas” las investigaciones de la Fiscalía. Tampoco ve problema en el montaje político adoptado con su predecesor.

“Estamos elaborando el esquema”, concluye esta consultora de seguros y consejera departamental de Vittel, en alusión a la decisión del Estado de idear el SAGE, cuya elaboración se confió a la CLE. Un esquema en el que la industria y las organizaciones en defensa del medio ambiente deberían, según la iniciativa, colaborar estrechamente. De un informe intermedio, se desprende que, desde otoño pasado, dos oficinas de ingenieros se encargan de llevar a cabo el plan de acción adoptado por la CLE en abril de 2016. Y todo ello sin el acuerdo de las organizaciones de defensa.

La famosa tubería alternativa le costará entre 15 y 30 millones de euros, en 20 años, a los contribuyentes. Transportaría el agua potable decenas de kilómetros, abasteciendo Vittel y Contrexéville, otra ciudad termal cuya agua mineral también comercializa Nestlé con la marca Contrex. Pero por extraño que parezca, la CLE parece dar poca importancia a la evaluación medioambiental de este plan de acción, dado que la tarea se le confió a una estudiante de ingeniería en prácticas, tal y como se desprende del acta de la sesión del 1 de febrero de 2017.

Las organizaciones en  defensa de los consumidores y del medio ambiente han criticado abiertamente esta situación. Pero no son las únicas. El Consejo Económico, Social y medioambiental regional del Gran Este también ha sido muy duro. En un informe de 25 páginas, este organismo público, integrado por 250 miembros, califica de “contraejemplo flagrante” la política de Vittel de gestión del agua. “Desde los 70, debido a la extracción industrial, la calidad del agua se ha degradado”, escriben los expertos del Consejo Económico. Hace casi medio siglo que el manto es deficitario, una situación que califican de “irresponsable”.

El Consejo Económico advierte de que si se sigue así, los recursos hídricos seguirán siendo sobreexplotados, cuando deberían ser protegidos para ser accesibles el mayor tiempo posible a la población local. Con relación al funcionamiento de la CLE, declara: “Cualquier estructura portante requiere un máximo de atención en cuanto a su pilotaje, su composición y a su financiación, para evitar cualquier conflicto de intereses que bloquee la reflexión y la toma de decisiones”. Y asesta: “Parece que se refugia demasiado rápidamente en la solución más sencilla: conseguir el agua de los vecinos, con un gran despliegue de medios públicos y sin preocuparse de las soluciones locales”.

¿Cómo se ha llegado a este punto? El poder de influencia de Nestlé  –demasiado grande según las ONG– ha podido tener, en su opinión, un papel determinante. El peso fiscal explica en gran medida semejante posición dominante. La empresa es el mayor contribuyente de Vittel, uno de cada seis euros procede de Nestlé. Y estos impuestos aplicados al agua mineral suponen casi la mitad de los ingresos fiscales de la localidad vecina de Haréville, donde también hay un pozo de Nestlé. “Estos impuestos nos han permitido tener una magnífica escuela, magníficos locales públicos”, reconoce el alcalde de la pequeña localidad.

La Justicia, a la que se ha recurrido para que desenmarañe este ovillo de relaciones de influencia, ¿se pronunciará sobre el papel de Nestlé? Sea como fuere, en Vittel, el agua de la multinacional tiene los días contados.

  Este artículo se publicó en el número de febrero del mensual suizo La Cité, en el marco de un acuerdo de colaboración con Mediapart, socio editorial de infoLibre. Robert Schmidt es un periodista freelance que reside en Estrasburgo (Francia) y que trabaja en el colectivo We Report, con el que colabora habitualmente Mediapart.

Traducción: Mariola Moreno

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