Quién es Marina Ovsyanikova, la periodista rusa que ha desafiado a Putin en su propia televisión

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François Bougon | Rachida El Azzouzi (Mediapart)

En medio del informativo, y no de cualquier informativo, el más visto en Rusia, aparece una periodista rusa con un cartel: "Parad la guerra. No os creáis la propaganda. Aquí os están mintiendo. Los rusos están en contra de la guerra". Esta escena inimaginable en la Rusia del dictador Vladimir Putin, donde la prensa está amordazada y la información estrictamente controlada, fue posible el lunes 14 de marzo. 

La periodista rusa Marina Ovsyanikova irrumpió este lunes, portando un cartel en el que criticaba la invasión militar de Ucrania, en el informativo nocturno de la principal cadena nacional, Pervy Kanal (Channel One), llamado Vremia ("El tiempo"), que ven millones de rusos desde la época soviética.

La escena duró unos segundos antes de pasar inmediatamente a la emisión de un reportaje. Suficiente como para dar la vuelta al mundo y convertirse en un icono que simboliza la resistencia de un movimiento antibélico sin precedentes, que crece a pesar de la feroz represión. Marina Ovsyanikova fue detenida y trasladada a una comisaría, según la ONG de derechos de los manifestantes OVD-Info, que apoya a los opositores. 

"Se está llevando a cabo una investigación interna" sobre el "incidente", declaró Pervy Kanal en un comunicado. El martes, Marina Ovsyanikova fue puesta en libertad tras serle impuesta una multa de 30.000 rublos (más de 250 euros). "No reconozco mi culpabilidad", proclamó en la sala, según una reportera de la Agence France-Presse, y añadió: "Sigo convencida de que Rusia está cometiendo un crimen [...] y de que es el agresor de Ucrania".

Uno de sus abogados ha solicitado el archivo del caso, ya que su cliente no tuvo acceso a un letrado mientras estaba detenida. Sin embargo, la vista del martes no se dedicó directamente a su acción, sino al vídeo que la acusada había difundido en internet para denunciar la entrada de decenas de miles de soldados rusos en Ucrania e instar a manifestarse.

Marina Ovsyanikova no está acusada en estos momentos del delito de publicar "información falsa" sobre el Ejército ruso, que conlleva una pena de hasta 15 años de prisión.

El Kremlin calificó el acto de "hooliganismo", un cargo que puede conllevar hasta ocho años de prisión, según el diario británico The Guardian

A principios de marzo se modificó el Código Penal de la Federación Rusa, introduciendo tres nuevos artículos, y se modificó en consecuencia el código de procedimiento penal. La "difusión pública de información deliberadamente falsa sobre el despliegue de las fuerzas armadas de la Federación Rusa" conllevará ahora una pena de prisión de hasta 15 años si ha provocado "consecuencias graves", o una multa de hasta 1,5 millones de rublos (más de 12.000 euros). 

Mea culpa

Hija de ucraniano y rusa que "nunca han sido enemigos", la periodista y productora de Pervy Kanal dejó un vídeo para justificar su acción, publicado por OVD-Info. En ella, denuncia el "crimen" que se está produciendo en Ucrania: "La responsabilidad de esta agresión recae en un solo hombre: Vladimir Putin".

También entona su mea culpa por haber retransmitido la propaganda del Kremlin en el pasado: "Estoy realmente avergonzada: avergonzada por haber permitido que se dijeran mentiras en las pantallas de televisión. Avergonzada de haber permitido la zombificación del pueblo ruso. Manifiéstense. No tengan miedo de nada. No pueden encarcelarnos a todos".

Según un empleado anónimo de la televisión, citado por el sitio web ruso Republic, "todo el mundo, por supuesto, se quedó atónito y al mismo tiempo admitía su valor. Los comentarios fueron mayoritariamente positivos".

La web habla de un clima envenenado en la redacción desde el inicio de la "operación militar especial", a pesar de que los salarios se han aumentado: "Como explican nuestros jefes, por un buen trabajo. Por supuesto, seguimos necesitando dinero. Pero todo el mundo lo entiende todo es para mantenernos ocupados haciendo propaganda y agachando la cabeza".

Un amigo suyo, que desea permanecer en el anonimato, cuyo testimonio recoge el diario británico The Guardian, explica que "la ira se ha ido acumulando en ella desde que empezó la guerra". "Hace dos días me dijo cómo iba a hacerlo", dijo.

Desde su acción, miles de personas han dejado mensajes de apoyo en su cuenta de Facebook, donde cambió su foto de perfil el 13 de marzo, un día antes de su intervención, y se la ve con un collar con los colores de Rusia y Ucrania con una paloma de la paz.

En su cuenta de Twitter, el diario de la oposición Novaya Gazeta publicó la información con la foto, pero ocultando la inscripción del cartel que llevaba Marina. 

En las redes sociales ucranianas, el ambiente no era de celebración por la "extraordinaria valentía", sino más bien de arrepentimiento: el giro tardío de Marina Ovsyanikova, que durante años fue uno de los eslabones de la apisonadora propagandística del Kremlin, como reconoce la propia periodista en el vídeo.

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El presidente francés, Emmanuel Macron, preguntado el martes por la tarde por los periodistas, dijo que quería "tomar medidas para ofrecer protección, ya sea en la embajada o en un asilo, a nuestra colega". Añadió que tendría "la oportunidad durante [su] próxima reunión con el presidente Putin de proponer esta solución directamente".

Muchos periodistas rusos han huido o intentan huir de su país, y la nueva ley los ha puesto en mayor riesgo que nunca. Una de las principales figuras del canal ruso NTV, Lilia Gildeeva, ha abandonado Rusia. El servicio de prensa de la NTV anunció su despido sin dar una razón. Se trataría de una renuncia que presentó cuando se encontraba segura, en el extranjero.

Texto en francés:

En medio del informativo, y no de cualquier informativo, el más visto en Rusia, aparece una periodista rusa con un cartel: "Parad la guerra. No os creáis la propaganda. Aquí os están mintiendo. Los rusos están en contra de la guerra". Esta escena inimaginable en la Rusia del dictador Vladimir Putin, donde la prensa está amordazada y la información estrictamente controlada, fue posible el lunes 14 de marzo. 

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