Las naciones más contaminantes y las grandes empresas de combustibles fósiles han enviado a la cumbre del clima 636 delegados y lobistas para presionar en favor de sus intereses, un 25% más en comparación con los 503 del año pasado, según un informe publicado este jueves.
El conteo lo han realizado tres organizaciones observadoras independientes presentes en la COP27 de Egipto, que exigen expulsar de esta cita anual a las organizaciones que tratan de minar los avances hacia la reducción de emisiones de efecto invernadero.
"La extraordinaria presencia de los grupos de presión de la industria en estas conversaciones es una broma retorcida", ha declarado un portavoz en nombre de Corporate Accountability, Corporate Europe Observatory (CEO) y Global Witness (GW), los organismos que han recabado los datos.
La mayor parte de los lobistas presentes en la cumbre proceden de Emiratos Árabes Unidos, uno de los grandes exportadores de gas y petróleo del mundo, que además acogerá la COP28 del próximo año. Este país ha enviado 1.070 delegados, de los que oficialmente 70 están inscritos como promotores de las energías fósiles.
Pese a la ausencia de Vladimir Putin en la cita, Rusia es el segundo país que más personal ha enviado para presionar en favor del petróleo y el gas, con 33 individuos dedicados a esta tarea, seguido de Kenia, Congo, Omán. En total son 29 las naciones que cuentan con estos representantes.
Además de los delegados nacionales encargados de velar por las energías fósiles, los observadores también han encontrado otros tantos afiliados directamente a las multinacionales, que trabajan para petroleras como Shell, Chevron y BP.
"Los grupos de presión del tabaco no serían bienvenidos en las conferencias de salud y los traficantes de armas no pueden promover su comercio en las convenciones de paz. Los que perpetúan la adicción a los combustibles fósiles en el mundo no deberían cruzar las puertas de una conferencia sobre el clima", señalan los autores del informe.
Los tres organismos han recabado los datos a partir de la lista de asistentes proporcionada por las Naciones Unidas, y añaden que en ella no están incluidos los delegados que trabajan en favor de la banca, las empresas de transporte o la ganadería y la agricultura intensiva, por lo que el número de lobistas que dificultan las negociaciones podría ser muy superior.
También recalcan que mientras que estos grupos de presión son bienvenidos en la principal cumbre medioambiental, centenares de activistas climáticos de todo el mundo no han podido acudir por los altísimos precios de los vuelos y los hoteles. A lo que se suman las dificultades en los visados que ha puesto el gobierno egipcio o la detención de más de 150 personas en los últimos días, situación que ha denunciado también Amnistía Internacional.
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Las cifras publicadas este jueves evidencian los desequilibrios de la cumbre global, ya que los más de 600 representantes de los combustibles fósiles superan a los delegados de los diez países más afectados por el cambio climático: Puerto Rico, Myanmar, Haití, Filipinas, Mozambique, Bahamas, Bangladés, Pakistán, Tailandia y Nepal.
Igualmente, la cifra de lobistas es superior al número de delegados enviados por cada uno de los países africanos, pese a que la COP se celebra en este continente. "Se ha hablado mucho de que esta es la llamada COP africana, pero ¿cómo se van a abordar los graves impactos climáticos en el continente, cuando la delegación de los combustibles fósiles es mayor que la de cualquier país africano?", ha criticado Phillip Jakpor, de CAPPA, una organización africana de derechos humanos.
Las naciones más contaminantes y las grandes empresas de combustibles fósiles han enviado a la cumbre del clima 636 delegados y lobistas para presionar en favor de sus intereses, un 25% más en comparación con los 503 del año pasado, según un informe publicado este jueves.