La demanda de gas natural cayó en 2023 a su mínimo en siete años por el desplome de su uso para generar luz

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La demanda de gas natural se hundió el año pasado un 11% en España y confirma su tendencia de caída que arrastra desde 2019. El rápido crecimiento de las energías renovables, unido a un invierno cada año más cálido, dejó el consumo de gas en 325 teravatios hora (TWh) en 2023, frente a los 364 de 2022 y muy lejos del pico de 2008, cuando la demanda total alcanzó los 449 TWh. El principal motivo es el desplome del uso de gas para generar electricidad en las centrales de ciclo combinado, que cayó un 31%, lo que además propició que el sector eléctrico alcanzase su mínimo histórico de emisiones contaminantes

La generación de luz de origen renovable alcanzó un récord el año pasado y supuso el 50,8% del total gracias al fuerte despliegue de paneles solares, lo que desplazó a los ciclos combinados del mix de producción eléctrica. Las altas temperaturas también provocaron que los hogares y oficinas quemasen menos gas para calefacción y la demanda de este sector cayó un 7% frente a 2022. Por último, la industria, el mayor demandante de gas de la economía española, fue el único que incrementó consumo, ya que quemó un 4% más por la recuperación de la actividad de las fábricas tras un 2022 crítico por el encarecimiento de la energía.  

A esto se suma que en 2022 la producción de electricidad en las centrales de ciclo combinado fue mucho más alta de lo normal, –un récord en España– debido a que el parque nuclear francés tuvo que hacer frente a unas revisiones de emergencia en la mayoría de sus reactores, lo que disparó la generación de electricidad con gas en España para exportarla al país vecino. 

"Se ha producido una doble caída: la estadística por la producción excepcional de 2022, y la provocada por la expansión de la solar, la pequeña subida de la eólica y la recuperación de la hidráulica", opina Pedro Fresco, director general de Avaesen, la patronal renovable de Comunitat Valenciana. Este año se han instalado 4,6 gigavatios de potencia fotovoltaica –hay casi un 25% más que en 2022– y 0,5 gigavatios de eólica –un 2% más–. 

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Como estas cifras seguirán creciendo en el futuro, Pedro Fresco opina que las energías limpias continuarán comiendo terreno a los ciclos combinados. "Cada año tendrán menos espacio en el mix de generación eléctrica, hasta que alcancen un mínimo técnico, probablemente hacia 2027. Ese mínimo se reducirá a su vez cuando se instalen a gran escala baterías para consumir la energía renovable durante la noche", afirma el experto. De hecho, desde 2019, el consumo de gas natural en España ha caído un 18%, según las cifras de Enagás. Y la última vez que se consumió menos que en 2023 fue en 2016.

Si las centrales de ciclos combinados fueron el principal origen de la electricidad generada en España en 2022, en 2023 ha sido la eólica la que ha liderado por mucho la producción de luz, seguida de la nuclear, mientras que los ciclos caen a la tercera posición. En este sentido, las emisiones del sector eléctrico cayeron el año pasado hasta su mínimo histórico de 32 millones de toneladas de CO₂ equivalentes, también gracias a la casi desaparición de la generación con carbón en los últimos años.

De hecho, la caída de la contaminación en el sector eléctrico ha provocado que las emisiones en 2023 para España hayan sido las más bajas desde al menos 1990, según adelantan los expertos del Basque Centre for Climate Change (BC3), que publicaron a finales de diciembre un cálculo preliminar donde estiman que el año pasado se expulsaron 272 millones de toneladas equivalentes de CO₂ en el país. La cifra es un 7,5% inferior a la de 2022 e incluso un 5,6% más baja que la de 1990. 

La demanda de gas natural se hundió el año pasado un 11% en España y confirma su tendencia de caída que arrastra desde 2019. El rápido crecimiento de las energías renovables, unido a un invierno cada año más cálido, dejó el consumo de gas en 325 teravatios hora (TWh) en 2023, frente a los 364 de 2022 y muy lejos del pico de 2008, cuando la demanda total alcanzó los 449 TWh. El principal motivo es el desplome del uso de gas para generar electricidad en las centrales de ciclo combinado, que cayó un 31%, lo que además propició que el sector eléctrico alcanzase su mínimo histórico de emisiones contaminantes

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