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La Comisión pretende que España elimine la pesca de arrastre en el 25% de sus aguas antes de 2025

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Bruselas propuso este martes endurecer drásticamente la pesca con artes que afecten al suelo marino para reducir el impacto que sufre la fauna y la flora. La Comisión pide a los Gobiernos que en los próximos doce meses prohíban la captura con estas técnicas en las áreas marítimas protegidas —donde hasta ahora se puede pescar con arrastre— y que antes de 2030 amplíen la protección hasta cubrir el 30% de las aguas nacionales. En España, el Ministerio de Transición Ecológica se comprometió a ampliar las aguas protegidas al 25% antes de 2025, por lo que ese año debería estar vetada la pesca de arrastre de fondo en una cuarta parte de la costa. Los ecologistas han celebrado moderadamente la iniciativa por falta de ambición, mientras la industria ha criticado el texto por poner en riesgo el futuro de miles de pescadores. 

La propuesta de Bruselas pretende aumentar la protección sobre los caladeros para asegurar el negocio de la pesca en el futuro, al tiempo que reducen el impacto sobre los peces del cambio climático y la pesca agresiva. "Se calcula que el 79% de los fondos marinos costeros están físicamente alterados, principalmente a causa de la pesca de arrastre de fondo, y una cuarta parte de la costa europea ha perdido sus hábitats de fondos marinos", argumenta el departamento dirigido por Virginijus Sinkevičius, comisario de Medioambiente, Océanos y Pesca. 

Los sectores afectados dudan que esta propuesta se ejecute tal y como está redactada porque se trata de una petición, no de una normativa, pero de salir adelante supondría un enorme recorte del espacio de pesca en España y otros países costeros. 

Concretamente, el texto recoge que antes de marzo del próximo año los 27 países miembros de la Unión adoptarán medidas nacionales y regionales para prohibir la pesca de fondo móvil en áreas marítimas protegidas (AMP) que formen parte de la Red Natura 2000. En España, suponen ahora el 12,2% de las aguas nacionales y abarcan buena parte de los caladeros cercanos a la costa, zonas que hasta ahora permitían la pesca con arrastre y palangre de fondo, salvo algunas excepciones

A ello se suma que antes de 2030 todos los países con costa deberán ampliar las áreas marítimas protegidas hasta el 30% del total, según ordena la Estrategia de Biodiversidad de la UE, por lo que la zona potencialmente restringida a las artes de fondo se triplicará en los próximos años. En el caso español, la ministra de Transición Ecológica, Teresa Ribera, prometió que en 2025 las AMP abarcarán el 25% de las aguas. 

Frente a la ambición del texto publicado por Bruselas, los grupos afectados por la norma dudan sobre su recorrido. En lugar de hacer una propuesta formal para que sea negociada entre el Consejo Europeo y el Parlamento y después votada, la Comisión ha publicado esta información a través de un "comunicado", un mecanismo que Bruselas utiliza cuando quiere aclarar una política que ya ha sido adoptada o dar un marco para su interpretación, pero que no es vinculante. 

En este sentido, la patronal europea de pesca de fondo se mostró este lunes desconcertada con el texto publicado. "No está clara su obligatoriedad y desde luego generará muchas desafecciones entre países de la UE. Habrá que ver cómo adopta cada Gobierno la petición, pero creo que deberían haber ido al Parlamento Europeo en busca de consenso", explica a infoLibre Iván López, presidente de la Alianza Europea de Pesca de Fondo (EBFA) y miembro de la Junta Directiva de la patronal española Cepesca. 

Lo mismo opinan los ecologistas, desde el otro extremo. "Es un buen paso, pero esperábamos medidas más concretas porque lo dejan a decisión de cada país", opina Silvia García, experta de Hábitats Marinos de Oceana, una ONG encargada de proteger los mares. "Por fin se deja por escrito la prohibición de la pesca de fondo, porque no tiene sentido que haya zonas marítimas protegidas donde se siga pescando con arrastre", añade. 

Tanto ecologistas como empresarios han tratado de influir duramente en la política comunitaria y los dos sectores se acusan de haber condicionado la decisión. Por un lado, Iván López cuestiona al comisario Sinkevičius, que también se encarga de la política ambiental de la Comisión, ya que "es una casualidad muy grande que el texto esté alineado con las políticas verdes que se predican hoy en día". Mientras que Silvia García afirma que "anteponer el medioambiente a la economía no es fácil" y que "la industria ha hecho muchísimo lobby en Bruselas". 

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La petición de la Comisión es el segundo golpe que recibe la industria de la pesca de fondo España en cuestión de meses. El pasado octubre entró en vigor un nuevo reglamento de la Comisión que prohibió faenar con estas artes en aguas de entre 400 y 800 metros de profundidad en la costa atlántica, desde País Vasco hasta Cádiz, y que afectó especialmente a los pescadores gallegos. 

La pesca con técnica de arrastre está ahora en el foco de la Comisión por el sobre impacto que tiene en la biodiversidad marina. Se realiza mediante una red metálica inmensa anclada al suelo con dos compuertas pesadas que mantienen abierto el embudo, de forma que captura todos los peces que la atraviesan y además daña las plantas sobre las que se apoya.

La Comisión menciona en su documento un informe de la Agencia Europea de Medioambiente que calcula que el 79% de los fondos costeros de la UE están alterados por culpa de la pesca de arrastre. Esta técnica también es una de las que más descartes de pescado genera, ya que no tiene forma de seleccionar la presa, y además necesita de barcos con potentes que gastan mucho combustible y emiten CO₂, añade Bruselas.

Bruselas propuso este martes endurecer drásticamente la pesca con artes que afecten al suelo marino para reducir el impacto que sufre la fauna y la flora. La Comisión pide a los Gobiernos que en los próximos doce meses prohíban la captura con estas técnicas en las áreas marítimas protegidas —donde hasta ahora se puede pescar con arrastre— y que antes de 2030 amplíen la protección hasta cubrir el 30% de las aguas nacionales. En España, el Ministerio de Transición Ecológica se comprometió a ampliar las aguas protegidas al 25% antes de 2025, por lo que ese año debería estar vetada la pesca de arrastre de fondo en una cuarta parte de la costa. Los ecologistas han celebrado moderadamente la iniciativa por falta de ambición, mientras la industria ha criticado el texto por poner en riesgo el futuro de miles de pescadores. 

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