Por qué la guerra en Gaza (y la falta de viento) vuelven a disparar el precio de la luz en España
El precio de la luz sorprendió este lunes con un pico que no se veía desde el pasado marzo y que recordó al otoño e invierno del año pasado, cuando la energía se volvió prohibitiva para miles de hogares. El coste de la electricidad para los consumidores suscritos al mercado regulado (PVPC) alcanzó este lunes los 216 euros por megavatio hora, un 45% más cara que en la media del último mes, y llegó a rozar los 350 euros a las 19.00 horas. Detrás de este repunte están causas tan diversas como el conflicto en Israel, el posible sabotaje de un gasoducto en el Mar del Norte y la falta de viento por el clima suave con el que comenzó el mes de octubre.
El precio de la luz en España, como en el resto de Europa, es muy dependiente del coste del gas natural porque buena parte de la electricidad se produce en centrales de ciclo combinado, y cualquier conflicto en Oriente Medio pone en alerta a los productores de energía. El precio del gas natural de referencia en Europa, el holandés TTF, subió la semana pasada un 46% tras desatarse la guerra en Gaza. Ni Israel ni Palestina son productores de gas relevantes, pero el miedo a un conflicto a gran escala con Irán, el tercer mayor productor de gas del mundo, han alterado el mercado del gas.
Por otra parte, el domingo 8 de octubre un gasoducto que conecta Finlandia y Estonia sufrió una fuga sobre la que se sospecha que podría estar Rusia, un incidente que ha puesto en alerta a los países del norte de Europa y que recuerda a la voladura del tubo Nord Stream 1 y 2 el año pasado. Finlandia dijo el jueves que el daño fue causado probablemente por "actividades externas", y no descartó que detrás esté "un actor estatal".
Pedro Cantuel, analista de mercados energéticos, recuerda que Europa es un continente que importa casi todo el gas que consume y el precio de la luz está muy condicionado a estos eventos. "Cualquier acontecimiento geopolítico que pueda afectar al comercio y estabilidad en la cadena de suministro por la parte de la oferta se trasladará a los precios", afirma el analista. No obstante, Cantuel añade que "este año estamos mejor preparados que el pasado, con las reservas de gas en máximos históricos", por lo que el coste de la luz y el gas no debería ser exagerado en los próximos meses. Un factor más determinante serán las temperaturas, y la previsión es que España y buena parte de Europa sufran uno de los inviernos más cálidos en décadas.
El encarecimiento de la luz en España no solo se achaca al contexto internacional. El consultor energético Francisco Valverde afirma que detrás de la subida de este lunes está la falta de viento, que "está teniendo un desempeño terrible a principios de octubre, un mes en el que suele repuntar". Si los molinos de viento —que producen electricidad muy barata— suelen ser la primera fuente de generación en la península, el lunes fueron la tercera tras el gas y la nuclear. A esto se suma que anochece antes y se genera menos energía solar —también muy barata—. "Es muy simple. No hay suficiente energía renovable para cubrir la demanda y se necesita tirar del gas, que es más caro, por eso la electricidad es más cara", resume Valverde.
La semana pasada, como publicó Cinco Días, las centrales de ciclo combinado de gas en España funcionaron al 100% de su capacidad, pese a que normalmente solo se encienden algunas de ellas para asegurar el abastecimiento de energía. Esto significa que también están operativas estos días las centrales más antiguas, que tienen una eficiencia menor y consumen más gas natural, encareciendo la electricidad.
Las tensiones en el mercado energético han llegado incluso hasta al coste de los permisos para contaminar en Europa, lo que también perjudica al precio de la luz. Los EU Allowances, los bonos que pagan las grandes compañías por cada tonelada de CO₂ que expulsan a la atmósfera, subieron un 6% la semana pasada. Los analistas de la firma de análisis S&P Global lo atribuyen a que el encarecimiento del gas anima a generar electricidad con centrales de carbón en lugar de con ciclos combinados (gas), y se espera que las compañías energéticas contaminen más en las próximas semanas y compren más derechos. Estos bonos contaminantes los compran también las eléctricas españolas y su precio se traslada al coste de la factura de la luz.
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Hay que precisar que la subida de la electricidad de este lunes solo afecta a los clientes que tienen contratada una tarifa regulada de la luz (también llamada PVPC), lo que equivale al 30% de los hogares. El resto seguirá pagando lo que tenga apalabrado con su suministrador. Los 216 euros que marcó este lunes el precio de la luz incluyen los impuestos y los peajes del sistema eléctrico, mientras que el precio bruto de la luz fue de 141 euros en el mercado mayorista OMIE.
En todo caso, Francisco Valverde, afirma que la subida de la luz fue muy puntual, y volverá a bajar en los próximos días. "El sábado será el día con la electricidad más barata de la semana y el viernes tendremos varias horas donde podría costar incluso cero euros", afirma. Para este martes, el precio OMIE marca 108 euros por megavatio hora, un precio más bajo y similar al de los últimos meses, pero todavía muy superior al que había antes de la guerra de Ucrania, que solía estar alrededor de los 50 euros.
Sin embargo, el famoso tope del gas no funciona en España estos días porque el precio del gas natural ibérico (Mibgas) todavía no alcanza los 62,80 euros, que es el límite a partir del cual se activa este mecanismo, que tanto ayudó a abaratar la factura pasado invierno.