GALICIA
Las nueve amenazas de la macrocelulosa de Altri para Galicia según informes y voces de expertos

El pasado 14 de marzo, la Xunta aprobó la declaración ambiental del proyecto de la fábrica de Altri en Palas de Rei (Lugo) al considerarlo "ambientalmente viable". Esta Declaración de Impacto Ambiental (DIA) dará paso a una Autorización Ambiental Integrada (AAI), que puede ser recurrida. Sin embargo, frente a esta aprobación de la Conselleria de Medio Ambiente, son muchas las alertas lanzadas en los últimos meses por entidades y voces expertas, que llaman la atención sobre los posibles perjuicios que la actividad de la planta puede tener en la comarca donde está previsto instalarse y en el conjunto de Galicia.
Estas amenazas son de todo tipo y se refieren particularmente al modelo forestal (teniendo en cuenta un posible fomento de las plantaciones de eucalipto o a la importación de su madera) y también al efecto que la planta pueda tener sobre las aguas del río Ulla y de la ría de Arousa. Asimismo, se alerta sobre el perjuicio al resto de actividades económicas de las comarcas afectadas, por ejemplo para las explotaciones agroganaderas y para las productoras de alimentos pero también para el turismo, tan importante en algunos concellos por los que pasa el Camino de Santiago. Y, por último, existen dudas sobre el efecto sobre el medio ambiente y la salud humana.
Incremento de la demanda de eucalipto
La planta de Altri prevé consumir 1,2 millones de metros cúbicos de madera de eucalipto al año en su primera fase. Esta cantidad supondría alrededor del 20% de las talas anuales de eucalipto en Galicia (5,5 millones en 2023, según los últimos datos publicados ). En una segunda fase, esta cantidad también podría elevarse a 2,28 millones de metros cúbicos.
En el informe publicado el 5 de septiembre del año pasado por el Consello de Cultura de Galicia, el profesor de la Universidade de Santiago de Compostela (USC) Eduardo Corbelle alertó de que, a la vista de los datos aportados por la empresa, "no sería posible abastecer a la nueva planta sin incrementar sustancialmente la superficie ocupada por plantaciones de eucalipto en Galicia, ni sin importar un volumen considerable de madera procedente desde el sur de América".
Y añadió que "las dos conclusiones parecen opuestas a los intereses de la política pública en Galicia, ya que la primera entra en clara contradicción con los objetivos del Plan Forestal de Galicia actualmente en vigor y la segunda negaría la pretendida conexión entre el sector forestal gallego y la nueva industria".
No sería posible abastecer la nueva planta sin incrementar sustancialmente la superficie ocupada por plantaciones de eucalipto en Galicia, ni sin importar un volumen considerable de madera procedente de Sudamérica
La empresa defiende que Galicia produce más eucalipto del que consume en este momento, por lo que habría un excedente importante que podría aprovechar por la aparición de nuevas actividades de transformación. Sin embargo, muchas de las voces expertas que se han pronunciado hasta ahora cuestionan esta afirmación.
Además, aunque este proyecto promete añadir una nueva línea a la cadena forestal—maderera gallega, destinada a la producción de fibras textiles a partir de madera de eucalipto, la actividad principal de la fábrica sería la fabricación de celulosa soluble y, sólo de forma secundaria, de estas fibras textiles (Lyocell).
El informe del CCG alerta de que esto "reforzaría la especialización actual de esta cadena en la producción de materias primas (madera de eucalipto) y en la primera transformación (celulosa soluble)" porque, además, no se "perciben" los "vínculos intersectoriales del proyecto con la cadena textil—confección existente en la economía gallega, que se concentra en las fases o eslabones finales". Incluso las voces que abogan por "cerrar ciclos" en el sector forestal no encuentran en el proyecto de Altri el paso adelante que se necesita en este sentido.
En un reciente artículo publicado por David Chipperfield en La Voz de Galicia, el arquitecto —presidente de la Fundación Ría— concluyó que "más allá de la preocupante cuestión de la contaminación y del aumento de la temperatura del agua, el proyecto trae consigo el inevitable impulso al cultivo del eucalipto". "Que la Administración contemple el impulso sustancial de un modelo forestal que ha provocado daños ambientales en Galicia es difícil de aceptar", añadió.
Perjuicio a las empresas de producción de alimentos
El proyecto está despertar una gran oposición social en las comarcas de A Ulloa, Terras de Melide, Arzúa y en el norte del Deza. Se trata de una zona, en pleno centro de Galicia, de importante vitalidad económica en el contexto del medio rural gallego, y que destaca especialmente por su producción de alimentos y por la intensa y modernizada actividad del sector primario, que da trabajo a más del 20% de su población.
Por este motivo, preocupa mucho el efecto que la factoría pueda tener sobre estos sectores. En el informe del CCG, Edelmiro López Iglesias, Ana Isabel García Arias, Fernando de la Torre y David Peón advierten de que "los impactos negativos sobre la cadena agroalimentaria pueden ser significativos y darse por dos vías: la competencia en el uso del suelo para las explotaciones ganaderas (derivada de la previsible expansión de las plantaciones de eucalipto) y los efectos en la percepción social de los productos alimentarios de la zona, con la consiguiente repercusión en su demanda".
Los impactos negativos sobre la cadena agroalimentaria pueden ser importantes por la competencia en los usos del suelo para las explotaciones ganaderas y los efectos en la percepción social de los productos alimentarios de la zona, con el consiguiente repercusión en su demanda
En este sentido, Chipperfield subraya que "el futuro de Galicia no es Altri. La riqueza y el futuro de Galicia residen en su capital natural. El medio ambiente es su tesoro. Impulsar Galicia como una tierra productora de alimentos es una garantía no solo de sostenibilidad ambiental, sino también de la calidad de vida que ofrece el territorio". Por eso, añade, "no es justificable el fomento de un cultivo forestal que, además de degradar la biodiversidad, ejerce una enorme presión económica sobre la producción de alimentos".
Perjuicio al turismo y al Camiño de Santiago
Estos prejuicios se extienden al otro gran motor de la economía de estas comarcas: el turismo. Sobre todo porque hablamos de un turismo –rural, de naturaleza o vinculado al Camiño de Santiago— en el que el estado de los espacios naturales y el paisaje son fundamentales.
En el informe publicado por el CCG, Xosé M. Santos comentó que el turismo (especialmente el de este tipo) es "muy sensible a los cambios" y detalló los efectos negativos para "la tranquilidad o las expectativas" de las personas que visitan estas comarcas o deciden hacer el Camiño. También incluyó los resultados de una consulta con los propietarios de alojamiento de la zona, que esperaban una pérdida significativa de reservas. Santos concluyó que la instalación de Altri en este lugar podría "poner en peligro la que es sin duda la principal estrategia del Gobierno gallego en materia turística", en la que la internacionalización y la promoción del Camiño de Santiago son claves.
El futuro de Galicia no es Altri. La riqueza y el futuro de Galicia residen en su capital natural. El medio ambiente es su tesoro. Promover Galicia como tierra productora de alimentos es una garantía no solo de sostenibilidad ambiental, sino también de la calidad de vida que ofrece el territorio
La Asociación Galega de Albergues Privados y la Fraternidade Internacional do Camiño de Santiago ya mostraron su oposición al proyecto por el impacto que consideran que tendrá en la ruta, especialmente en el Camiño Francés. También el ICOMOS, vinculado a la UNESCO, emitió un comunicado recomendando la realización de una evaluación independiente del impacto ambiental que no se limite a la zona de amortiguamiento, sino que considere un contexto más amplio. Organizaciones ambientalistas remitieron una carta al Ministerio de Cultura alertando además de los efectos negativos sobre el sector turístico y, por tanto, sobre la economía local.
A estas múltiples voces se sumó la semana pasada la de Mercedes Rois Díaz, directora de Innovación de la Axencia Galega da Industria Forestal de la Xunta hasta febrero de este año, quien calificó de "error" ubicar esta fábrica "en las inmediaciones del Camiño de Santiago, seña de identidad por la que se nos conoce en el mundo entero", al tiempo que alertó del "impacto ambiental y cultural sin precedentes".
Destrucción del paisaje
El paisaje es un concepto complejo, difícil de definir y cuantificar económicamente, así como de delimitar los efectos negativos que puedan afectarlo. En todo caso, como recuerda el informe del CCG, la megacelulosa "supondrá en sí misma una importante alteración del paisaje al ubicarse en un espacio orientado fundamentalmente a la producción ganadera y donde predominan prados, pastos y vegetación de frondosas caducifolias".
En este sentido, más allá del impacto visual de la propia factoría, advierte del efecto de impulsar la plantación de eucaliptos en los alrededores y, además, recuerda que habrá otros "impactos para el territorio", por ejemplo a través del aumento de la presencia de camiones y del tráfico en general, que "repercutirá en una mayor contaminación acústica y ambiental, con las consecuencias que esto tiene para el turismo".
El informe del CCG destaca además en este sentido que el proceso de evaluación del impacto del proyecto sobre el paisaje y el patrimonio "falla, desde el inicio, en el reconocimiento e identificación del patrimonio territorial, que no responde a una consideración integral e integrada de los valores naturales, sociales y culturales, que exige reconocer y valorar la estructura patrimonial del lugar y del paisaje como resultado de las relaciones entre elementos y de los procesos históricos que se manifiestan en el territorio".
Destrucción del medio ambiente
La planta de Altri no es la central nuclear de Chernóbil después del accidente, pero como casi todas las actividades industriales, tiene un impacto negativo sobre el medio ambiente. Y estará en un territorio particularmente valioso. En el informe del CCG, la profesora de la USC María J. Fernández Sanjurjo concluye que "la ubicación elegida para esta gran fábrica de pasta de celulosa y lyocell es totalmente inadecuada teniendo en cuenta los criterios medioambientales" y destaca la "extraordinaria riqueza en flora endémica" de la zona, señalando además que la fábrica "se ubicará sobre uno de los pocos afloramientos serpentiníticos de Galicia".
También se alerta del efecto negativo que la planta tendría sobre múltiples especies animales y vegetales de la rica Serra do Careón, situada muy cerca de la factoría.
Menos empleo del prometido
Esta es siempre una de las cuestiones en las que se suele hacer hincapié a la hora de evaluar el impacto –positivo o negativo— de un proyecto industrial. ¿Puede justificarse socialmente un determinado daño ambiental, a la salud o a otros sectores económicos, si la nueva fábrica aporta suficiente riqueza a la zona? La respuesta a esa pregunta, que es compleja, depende, entre otros aspectos, del número de empleos —directos e indirectos— que el proyecto pueda generar. Y aquí hay discusión.
La empresa promete la creación de unos 500 empleos directos y alrededor de dos mil indirectos. Sin embargo, el análisis de Edelmiro López Iglesias, Ana Isabel García Arias, Fernando de la Torre y David Peón es mucho menos optimista, cifrando el impacto real en 281 empleos directos, 62 indirectos en las cuatro comarcas del área de influencia y otros 201 indirectos en el resto de Galicia. Los economistas concluyen que Altri es "un proyecto industrial de gran tamaño, pero con una facturación modesta (alrededor de 200 millones de euros/año) en relación con la inversión y con una alta intensidad de capital y baja intensidad de mano de obra".
Además, añaden que "la incidencia de estos empleos en la dinámica demográfica de los concellos y comarcas próximas y sus efectos inducidos en la economía de la zona dependerán de los patrones de residencia y de los desplazamientos diarios al lugar de trabajo de los nuevos empleados".
En cualquier caso, en el artículo de Chipperfield, el arquitecto destaca que la "confrontación" entre la destrucción del medio ambiente y la generación de riqueza "ya no puede entenderse como una balanza" y "no se puede simplemente justificar cualquier inversión ni minimizar los peligros potenciales: debe demostrarse una contribución positiva hacia un futuro sostenible".
Contaminación del río Ulla y la ría de Arousa
La cuestión del agua, tanto la recogida para su uso en la fábrica como el destino de las aguas residuales generadas, se ha configurado como uno de los temas fundamentales en cuanto a la desconfianza que provoca el proyecto.
La factoría necesitará captar 46.000 metros cúbicos de agua al día del embalse de Portodemouros, en Agolada. En total, son 16 millones de metros cúbicos al año (16.000 millones de litros), un consumo de agua similar al de la celulosa de Ence en la ría de Pontevedra, que capta entre 12 y 17 millones de metros cúbicos del río Lérez. En cuanto a las aguas residuales, las generadas durante la producción en la fábrica serán tratadas en una planta depuradora con un caudal de vertido de 30.000 metros cúbicos/día.
Estas aguas, devueltas al río Ulla, acabarán llegando unas 24 horas después a la ría de Arousa, un espacio fundamental para la economía gallega, tanto por su potencial turístico como, sobre todo, por su producción marisqueira, muy sensible no solo a la presencia de contaminantes, sino también a las variaciones de caudal y temperatura que la actividad de Altri puede generar.
La Plataforma en Defensa da Ría de Arousa se está movilizando contra el proyecto Altri en Palas de Rei con la misma intensidad que las entidades de las comarcas más cercanas a la instalación. La PDRA alerta que "el enorme consumo de agua" previsto por el proyecto Altri "disminuye el caudal del río" y "aumenta el impacto de los vertidos, comprometiendo su calidad". Además , Rubén Lois, catedrático de Análisis Geográfico de la USC, advierte de que "el agua es el recurso que tiene valor" e incide en que "en un escenario de cambio climático no sabemos cuánta agua vamos a tener disponible en las próximas décadas".
En el informe del CCG, el profesor de la USC Horacio García concluyó que "el estudio de impacto hidrológico realizado por Greenfiber no alcanza el rigor necesario al ser extremadamente simple y muy orientado a esquivar el trámite ambiental que otorgue la viabilidad al proyecto". Añade además que "la parcialidad de los datos utilizados supone la omisión de información vital sin la cual no es posible justificar el uso y consumo del agua demandada, lo que ignora toda la integridad ecológica, ambiental y social del río en el territorio".
Contaminación del aire
Además de la posible contaminación de las aguas o el impacto en su calidad o en el caudal del río Ulla, las organizaciones ecologistas están preocupadas por los posibles contaminantes liberados a la atmósfera. En esta cuestión, como en otras, encontramos un baile de cifras y un choque de argumentos entre las previsiones de la compañía —aceptadas por el Gobierno gallego— y los análisis de organizaciones ambientalistas y voces expertas.
El experto en contaminación Ramón Varela Díaz señala que la planta proyectada emitirá más partículas, óxidos de nitrógeno y óxidos de azufre que la fábrica de ENCE en Pontevedra
El año pasado, un informe elaborado por ADEGA en colaboración con el experto en contaminación Ramón Varela Díaz, tras analizar las emisiones a la atmósfera declaradas en el Estudio de Impacto Ambiental de Greenfiber, apuntó que la planta proyectada emitiría más partículas, óxidos de nitrógeno y óxidos de azufre que la fábrica de ENCE en Pontevedra.
Problemas de salud
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¿Los vertidos de aguas residuales al río Ulla y de partículas contaminantes tienen efectos negativos sobre la salud humana? ¿En el corto plazo? ¿Y a medio y largo plazo? Es difícil saberlo con seguridad dada la disparidad inicial de datos. En todo caso, en el informe del CCG, la investigadora Sonia Villapol afirmó que "la implementación de celulosa, que se sumará a la contaminación atmosférica, convertirá al aire de la comarca en una amenaza invisible para la salud" y pone el foco en las partículas finas o PM2,5.
Sonia Villapol afirma que "la implementación de celulosa, que se sumará a la contaminación atmosférica, convertirá el aire de la comarca en una amenaza invisible para la salud" y pone el foco en las partículas finas, o PM2.5
De igual forma, el Grupo de Saúde da Plataforma Ulloa Viva alertó en este artículo sobre la posible incidencia de esta contaminación en pacientes con asma bronquial.
Villapol, que detalló sus conclusiones en este artículo publicado en Praza.gal, destacó que la ausencia de una "investigación objetiva y específica que permita proyectar un modelo riguroso del impacto sobre la salud que tendrá la exposición a los contaminantes emitidos por la factoría" limita "la evaluación de los riesgos a corto plazo y es mucho más complejo evaluar los efectos sobre la salud a largo plazo".