Al grito de "No a la tala ", los vecinos de Sol y del Barrio de las Letras se han manifestado a las nueve de la noche de este 23 de julio, junto a otros llegados de toda la ciudad, para impedir la desaparición de los árboles de la Plaza de Santa Ana. "Madrid, capital de la tala ilegal"; "Los quieren talar para especular"; "Los árboles son públicos, el parking es privado"; "Nos talan los árboles, nos dejan los tocones. A ver si se equivocan y se talan los cojones"... Ha habido gritos para todo en la concentración convocada por los vecinos de este céntrico enclave de la capital.
Las protestas se producen después de que el pasado martes varios residentes se encontraran a los técnicos municipales marcando 28 árboles. Según corroboran los vecinos asistentes, el fin de semana pasado aparecían nuevas marcas en otros 19 árboles, lo que supondría la tala, en plena ola de calor, de 47 de los escasos 54 árboles que quedan en la plaza. La actuación municipal ha tomado por sorpresa a la Asociación Vecinal Sol y Barrio de las Letras, que a día de hoy no han recibido todavía ninguna explicación de parte del consistorio. “El Ayuntamiento ha actuado con premeditación y alevosía, aprovechando el verano y la etapa vacacional para sacar adelante un arboricidio más en Madrid", denunciaba la asociación en la convocatoria de la concentración. "El alcalde está más interesado en generar beneficios a determinadas empresas que en el bien común", agregaba.
La tala forma parte de la primera fase de un proyecto de mejora del párking subterráneo de gestión privada que hay bajo la plaza, que dará comienzo en septiembre. Los vecinos llegaron a ofrecer en febrero al concejal del distrito centro, Carlos Segura, varias alternativas para reducir el impacto de la obra sobre los arboles, pero no recibieron ninguna contestación. De todas formas, tachan la obra directamente de "innecesaria", debido a la existencia de un parking vecino en la calle Alameda, que lleva cinco años cerrado y que el Ayuntamiento no se plantea reabrir.
"Han empezado en Arganzuela con las obras del metro, luego en la plaza de Santa Carmen, ahora Santa Ana. Se supone que quieren peatonalizar Madrid y hacerlo más agradable para vivir y esta decisión es absolutamente contraria a eso", explica Ruth, llegada desde el barrio de Arganzuela, que ha asistido a la concentración. "Esta manifestación se ha hecho obligatoria y necesaria, porque es un atropello a una plaza, a un vecindario y a unos árboles, dentro de una política que no tiene el más mínimo sentido común", ha señalado por su parte Víctor Rey, vecino del barrio y miembro de la asociación vecinal. "Esta plaza se ha transformado mucho. De ser una plaza muy bonita, con mucha vegetación, se ha ido convirtiendo en una plaza mucho más inhóspita, recubierta de cemento. Se ha entregado a las terrazas, al negocio. Necesitamos estos árboles. En vez de talarlos, lo que hace falta es plantar más y protegerlos. A ver si logramos parar este asesinato de árboles. Nos va la vida en ello", ha explicado Carmen, otra vecina del barrio.
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En respuesta a las protestas vecinales, el delegado de Urbanismo, Medio Ambiente y Movilidad de Madrid, Borja Carabante, declaraba ayer que la tala responde a la necesidad de un mayor número de plazas de aparcamiento y a "problemas de filtración de agua" en la zona. "Es una obra dirigida especialmente a los vecinos, que ahora no tienen dónde aparcar. Van a tener plazas de aparcamiento a un precio razonable para poder hacerlo", defendía. Carabante invocaba también la Ley de protección del Arbolado, que excusa las talas para la construcción de infraestructuras públicas en beneficio de la calidad de vida de los vecinos. "Es una actuación de interés público, lo que justifica el eventual perjuicio que pudiera tener sobre el arbolado", añadía.
Figuras públicas como la actriz Marisa Paredes han apoyado la movilización, posicionándose en contra de la destrucción sistemática de zonas verdes que ha puesto en marcha el Ayuntamiento de Madrid, tras otros casos recientes como el de la Plaza del Carmen o las obras de la línea 11 del Metro. "Es escandalosa la barbarie que están cometiendo contra los árboles de Madrid, que era hace años una de las ciudades más verdes de Europa. Este terrible arboricidio deja a la ciudad con mucha menos sombra, mucho menos aire limpio. Está claro que al alcalde Almeida la protección y la salud de los vecinos le da igual", critica la intérprete Premio Goya de Honor en 2018. Paredes creció en la zona de la Plaza de Santa Ana y rememora su aspecto y vitalidad pasadas: "Era un vergel, un jardín. Un lugar de encuentro y de tertulia. Entonces sí que les pertenecía a los vecinos". "Espero que los madrileños tomen conciencia y no voten a este señor nunca más", concluye tajante en referencia al alcalde del PP.
La asociación vecinal reclama que, en caso de culminarse el proyecto, el nuevo parking sea explotado por la EMT y que se replanten árboles en los casi 100 alcorques vacíos del barrio. A pesar de ello, no ceja en su empeño de evitar definitivamente la tala. Para ello, ha abierto una petición en Change.org, que acumula más de 5400 firmas, y se plantea nuevas acciones que den continuidad a la protesta.
Al grito de "No a la tala ", los vecinos de Sol y del Barrio de las Letras se han manifestado a las nueve de la noche de este 23 de julio, junto a otros llegados de toda la ciudad, para impedir la desaparición de los árboles de la Plaza de Santa Ana. "Madrid, capital de la tala ilegal"; "Los quieren talar para especular"; "Los árboles son públicos, el parking es privado"; "Nos talan los árboles, nos dejan los tocones. A ver si se equivocan y se talan los cojones"... Ha habido gritos para todo en la concentración convocada por los vecinos de este céntrico enclave de la capital.