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¿Adiós al odio y a las 'fake news'? Así es Telepath, la plataforma que quiere acabar con las redes sociales como 'trincheras'

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Cuando en Silicon Valley aparece una red social o aplicación que funciona, gusta y tiene éxito, se encienden todas las alarmas para saber qué imitar para que sus productos de éxito no se queden atrás. Así nacieron los Stories o los Reels de Instagram, copias descaradas de Snapchat y TikTok. Sin embargo, en la meca de la tecnológica son más reacios a ver en sus rivales problemas evidentes que tarde o temprano terminarán infectando sus plataformas. A día de hoy, los discursos de odio y la desinformación son dos de las principales dolencias que persiguen a Facebook, Twitter o Google. Por mucho que estas compañías intenten colocar tiritas, las heridas ya están ya grangenadas porque sus herramientas de moderación parecen ir siempre por detrás del problema. Por esta razón, no es de extrañar que antes o después alguien en este enclave californiano decidiera desarrollar una que prohibiera de raíz a los haters y a las fake news como seña de identidad.

Este es el caso de Telepath. Creada por Marc Bodnik —cuñado de Sheryl Sandberg, número dos de Facebook— y Richard Henry, la red social es una mezcla de Twitter y Menéame o Reddit —una especie de agregador de noticias—, pero lo que ha llamado la atención fuera de Silicon Valley es que se trata de un espacio libre de discursos de odio en el que se promoverán las conversaciones amables y no se permitirán compartir fake news. "Si facilitamos un entorno de conversación realmente divertido, amable y empático, pueden suceder cosas buenas. Y podría ser que potencialmente se encuentre a alguien con quien se quiera trabajar, o se termine consiguiendo un trabajo, o se conozcan a nuevos amigos", admite a Techcrunch su director ejecutivo Richard Henry.

¿Necesita ahora mismo Internet un espacio libre de odio y desinformación? En la actualidad, explica Lola López Mondéjar, psicóloga clínica y psicoanalista, existe "una necesidad de evasión". Pero no sólo por la propia pandemia, sino también por "la precariedad" y por "un mundo que se destruye". Esta experta reconoce que este fenómeno no es, ni mucho menos, reciente: "Siempre se ha intentado huir de una realidad que nos tiene amordazados". Y más, ante un "hartazgo con las redes sociales que sirven como una trinchera desde la que se pueden lanzar mensajes de odio sin parar".

Para lograr este objetivo de ser una plataforma libre de odio y mentiras, Telepath reparte sus fuerzas entre dos ideas. Por un lado, la moderación de las publicaciones. Según informa Techcrunch, con el fin de lograr este ambiente amable, la red social ha decidido apostar por no automatizar este proceso y contar con moderadores humanos que trabajen de forma interna, es decir, que no lo externalizan como hacen otras compañías del sector. "Todas crecieron de manera ilimitada. Y cuando llegaban a los 100 millones de usuarios era cuando decían '¿Cómo moderamos esto ahora?'", asegura Henry, que reconoce así que se primará la moderación por encima del crecimiento al estar en una posición, la inicial, en la que la pueden controlar "desde el primer día".

Este tipo de control llega hasta el punto de que no permitirá que nada sea viral hasta que esté revisado por su equipo de moderación, que actualmente forman dos personas. Muchos ven en esta moderación un ataque a la libertad de expresión, aunque desde la plataforma se defienden explicando que han establecido un sistema de alertas para que el usuario pueda corregir un determinado mensaje si incumple sus condiciones de uso. Sin embargo, y según recoge Techcrunch, aunque actualmente ni Facebook ni Google permite la presencia de los seguidores de la teoría de la conspiración QAnon, Telepath cuenta con una sala en la que se discuten sus ideas y sólo sobrepasarían el límite si lo comparten como verdad.

Además de la moderación, otra de las claves para lograr una red social amable son las condiciones estrictas para acceder. Mientras Facebook y Google piden nombre y apellidos reales para darse de alta en sus servicios —aunque el registro se hace sólo con un correo—, Twitter e Instagram permiten acceder usando un pseudónimo. Este anonimato que reina en las principales plataformas, explica López Mondejar, es lo que "produce el aumento del odio". "Tendemos a ser más crueles en las redes porque el otro no está presente", asegura esta experta, que también apunta que se tratan de lugares de intercambio "poco ambivalentes donde puede aparecer el odio, la rabia, la crueldad y la reactividad".

En el caso de Telepath, en cambio, es necesario facilitar nombre, apellidos y un número de móvil, el camino elegido para evitar que se registren los famosos bots. Asimismo, al estar en fase beta, la entrada, por el momento, se hace a través de invitación aunque tienen habilitada una lista de espera.

"Ser amable", su primera regla

Por el momento, Telepath cuenta con unos 4.000 usuarios y aún se encuentra en fase beta, es decir, que la aplicación es totalmente funcional pero no está totalmente libre de fallos. Una vez dentro, su funcionamiento es similar a Twitter, aunque, en su caso, las conversaciones se encuentran ordenadas por salas, organizadas a su vez por temáticas que van desde los asuntos más triviales hasta temas de actualidad como el coronavirus. El usuario puede seguir estos temas y después participar en las discusiones.

Asimismo, como al entrar se aceptan una serie de normas de uso, al compartir cualquier mensaje hay que recordar que el usuario tiene que ser amable y mantenerse en el tema y tono de la conversación. Además, no puede ni usar palabras violentas, ni atacar a otras personas, ni intentar tener la última palabra en alguno de los debates abiertos.

Y tampoco podrá compartir noticias falsas, imágenes violentas o contenidos pornográficos. Para terminar con las fake news y con la vista puesta en la futura entrada de los medios de comunicación, Telepath ya se encuentra trabajando en una especie de puntuación de reputación y confianza para los usuarios, pero también para los editores. "Nuestra opinión es que, en realidad, son un puñado de medios los responsables de la mayor parte de las fake news. Nuestra intención no es construir un sistema que descubra que The Washington Post es más preciso que The New York Times. Nuestro objetivo es identificar a los medios que crean la desinformación y después aplastar su distribuciónaplastar ", admite a Techcrunch Marc Bodnik, el presidente ejecutivo. Aunque, en declaraciones a Bloomberg, reconoció que prefieren limitar la red social a personas reales, es decir, sin empresas ni medios.

Tolerancia cero con los ataques a grupos vulnerables

Telepath también tendrá una política de tolerancia cero con los ataques a grupos vulnerables como las mujeres, el colectivo LGTBI o las personas de color ya que no se puede atacar a ningún usuarios por su raza, religión, etnia, género, orientación sexual o identidad de género. En España, por ejemplo y según un estudio de la Fundación Mapfre y el Centro Reina Sofía sobre Adolescencia y Juventud de la FAD, afirma que el 34% de jóvenes españoles de 14 a 24 años ha sufrido algún tipo de maltrato por Internet o redes sociales.

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Con respecto a las mujeres, y según explicó hace unas semanas Tatiana Estevez, jefa de comunidad y seguridad, en Twitter, uno de los objetivos de esta plataforma es convertirla en un espacio seguro para ellas. "Queremos que las mujeres amen Telepath, idealmente más que los hombres. Hacer que las mujeres se sientan bien, cómodas y seguras, es fundamental para una comunidad moderna de conversación", admitió esta directiva, aunque dejó claro que también se iban a centrar en acabar con el racismo y la transfobia: "No permitimos ataques basados en la identidad". "Para las mujeres, las redes sociales han sido más aliados que enemigos, aunque individualmente puedan ser un espacio de agresiones", argumenta López Mondejar, que también apunta que son espacios que han servido para la difusión y para extender redes solidarias en movimientos como el #MeToo o el fenómeno del 8M.

Telepath también incorpora elementos que funcionan en otras plataformas. Por ejemplo, como sucede con las historias de Instagram o Snapchat o los mensajes que desaparecen en Telegram, todo el contenido es efímero y se elimina a los 30 días. Y, con respecto a los menores, Telepath sigue el camino marcado por otras redes sociales y establece los 13 años como edad mínima para poder acceder. Aunque van más allá y, en sus condiciones de uso, explican que, si descubren que un menor de esta edad está usando su herramienta, cancelarán su cuenta.

¿Deberían el resto de plataformas seguir este ejemplo abierto por Telepath? "No creo que esto sea posible. Creo que si tiene algún sentido es porque existen las otras", reconoce López Mondéjar, que señala que el mundo va "a seguir como está" y que su leitmotiv, la simplificación, va "a seguir ahí". "En las redes sociales falta un debate complejo, porque para poder debatir aquí tenemos que simplificar la realidad. Y al simplificar, polarizamos", concluye esta psicóloga.

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