Las llamas, provocadas por los vientos cálidos de Santa Ana, llegaron a alcanzar rachas de hasta 80 kilómetros por hora y se extendieron de las laderas y cañones hacia las mansiones de los millonarios que residen en la zona.
Las llamas, provocadas por los vientos cálidos de Santa Ana, llegaron a alcanzar rachas de hasta 80 kilómetros por hora y se extendieron de las laderas y cañones hacia las mansiones de los millonarios que residen en la zona.
Las llamas, provocadas por los vientos cálidos de Santa Ana, llegaron a alcanzar rachas de hasta 80 kilómetros por hora y se extendieron de las laderas y cañones hacia las mansiones de los millonarios que residen en la zona.