La libertad de prensa no goza de demasiada buena salud. Ni siquiera en España. Este viernes se conmemora el Día Mundial de la Libertad de Prensa, y las asociaciones profesionales de periodistas denuncian que la situación de los medios de comunicación en nuestro país no permite celebrar nada. Según denunciaron la Federación de Asociaciones de Periodistas de España (FAPE) y la Asociación de la Prensa de Madrid (APM) en sendos comunicados publicados este jueves, el periodismo sigue amenazado. La desinformación, las trabas que sufren los trabajadores y la debilidad de las empresas son algunas de las piedras que se cruzan en el camino de la prensa española. Y el horizonte tampoco permite ser demasiado optimista. La ley mordaza continúa en vigor, la polarización en Cataluña sigue afectando a los periodistas, la precariedad laboral parece instalada en la profesión y, ahora, hay que sumar un nuevo peligro: la extrema derecha.
A los problemas que ya existían para el periodismo ahora que añadirle la aparición de Vox, cuya fuerza, en los últimos meses, se ha multiplicado. Primero en Andalucía, donde consiguieron entrar en el Parlamento con 12 diputados; y después a nivel nacional. Con el 10,26% de los votos, obtuvieron 24 asientos en la Cámara Baja. Y lo hicieron tras una campaña electoral en la que, al más puro estilo del presidente de EEUU, Donald Trump, los medios de comunicación fueron un enemigo a batir. Los aforos donde celebraban sus actos solían estar llenos. Pero sólo de simpatizantes. Los medios de comunicación —los que no tenían el beneplácito de los de extrema derecha— estaban completamente vetados. Tampoco responden a los periodistas . De hecho, desde hace más de un mes, infoLibre no recibe ningún tipo de respuesta des este partido.
No sólo eso. Eran directamente atacados. Por ejemplo, en un acto en Las Rozas, la candidata del partido a la Comunidad de Madrid, Rocío Monasterio, comenzó animando al público a saludar a los medios de comunicación, que dividió entre los que cumplen su trabajo "con ética profesional" y aquellos otros medios "progres" que "manipulan" su mensaje, "señalan las puertas" de sus casa" o incluso "van a la puerta del colegio" de sus hijos. El vicepresidente de la formación, Víctor González Coello de Portugal, incluso, llegó a deslizar la posibilidad de cerrar laSexta si gobiernan. Unas palabras que Abascal matizó después: "Vamos a revisar la concesión de las licencias y vamos a analizar detalladamente cuáles son las televisiones que se han puesto al servicio del golpe de Estado, las públicas y las privadas".
Lo cierto es que, por el momento, y observando los apoyos que obtuvo el partido el pasado domingo, no parece que los de extrema derecha vayan a influir por ahora en el Ejecutivo central. Pero su desprecio a los medios es peligroso. "Estamos en una situación de alto riesgo si sus planteamientos llegan a concretarse", lamenta Nemesio Rodríguez, presidente de la FAPE, en conversación telefónica. Y es que para él, "las amenazas de cierre de medios públicos y privados supone uno de los más grandes ataques contra la libertad de prensa que se han vivido en este país desde hace mucho tiempo". "Plantearse el cierre de medios es más propio de sistemas totalitarios y dictatoriales que de uno democrático como el nuestro", añade.
Y esta situación es completamente nueva. "El discurso del odio hacia los medios no existía en España. Podía haber críticas o acusaciones de imparcialidad, pero colocar en la diana a periodistas y medios de forma tan habitual y contundente como hemos visto en esta campaña y como veremos de cara al 26 de mayo no se había producido antes", añade Rodríguez.
A imagen y semejanza de Donald Trump
La técnica no es nueva. "Es una copia exacta de lo que inducía Steve Bannon", dice Rodríguez. "La estrategia consiste en colocar en la diana a medios y periodistas y en decir que mienten y que solo difunden bulos y noticias falsas. Así ellos podrán colocar fácilmente su estrategia reduciendo la capacidad de los medios de controlar el poder", critica. Esto ha sido practicado en varios países. Tal y como recuerda Alfonso Armada, presidente de Reporteros Sin Fronteras, este tipo de discurso, elaborado a imagen y semanajanza de Trump, ha sido empleado por líderes de extrema derecha de toda Europa. Por ejemplo, en Estonia, en Hungría, en Polonia y en Italia.
"Allí hay ataque y menosprecio e insultos. En España no se llega a esos extremos, pero esa actitud de prohibir la entrada a medios o amenazar con cerrarlos es inaceptable. Va en la línea de atacar y despreciar el periodismo", lamenta. No obstante, ni Rodríguez ni Armada creen que esto suponga una amenaza real porque, en realidad, sos propuestas difíciles de concretar. Pero el riesgo está ahí.
Xosé Manuel Pereiro, vicedecano del Colexio Profesional de Xornalistas, también ve amenaza en Vox. Pero no precisamente porque entre en el Congreso. A no ser, especifica, que puedan bloquear cosas como la derogación de la ley mordaza que aprobó el PP en solitario en el año 2015. Desde ese momento, la normativa levantó muchas críticas, tanbién de los periodistas, que veían el texto como un límite al ejercicio de su profesión. Tanto el PSOE como el PNV presentaron una proposición no de ley: una para derogarla y otra para reformarla, respectivamente. Esta última fue la que se tomó en consideración en el año 2017. Desde ese momento, pasó por continuas ampliaciones de los plazos de enmiendas hasta el pasado mes de octubre, cuando se constituyó la ponencia pese a que, también en este caso, las enmiendas se registraron varios meses atrás. Dicha ponencia se reunió en cuatro ocasiones y logró modificar más de la mitad de la ley, pero la decisión de Pedro Sánchez de convocar las elecciones para el 28 de abril provocó que esta reforma también cayera en saco roto.
"Prefiero a la extrema derecha en el Congreso, porque lo que dice lo verá todo el mundo", asegura Pereiro. Ahora, sin embargo, con el veto a los medios de comunicación, el partido de Abascal puede elaborar sus propias informaciones y difundirlas a través de las redes sociales. "Prefiero la transparencia que da tener que decir las cosas en público que vetar a medios y fabricar otra realidad en redes sociales", dice.
La precariedad del periodismo
Pero hay más riesgos. La precariedad es uno de ellos, según apunta Armada. Y es que, según explica, el periodismo no ha hecho todas las cosas bien. En muchas ocasiones se le ha acusado de imparcial y de beneficiar a ciertos poderes políticos o económicos. Y cree que parte del problema radica en la situación de la profesión. "La precariedad del sector ha hecho que los medios sean más influenciables a intereses políticos de grandes corporaciones. Las deudas muchas veces hacen que las críticas sean restringidas", lamenta.
Y esto mismo ocurre a nivel individual de los profesionales. "La precariedad en la que trabajan muchos periodistas hace que sean mucho más susceptibles a todo tipo de presiones y eso hace que el sistema se resienta", critica.
El peligro de esto, precisamente, es la pérdida de confianza del público. "Socialmente, hay una percepción injusta" de los medios, denuncia Armada. Los lectores, oyentes o espectadores creen que los medios tienen intereses y mienten. "Y eso es tóxico porque provoca una sociedad cínica y desconfiada donde ya no hay respeto por los hechos. Piensan que es imposible saber nada sobre nada y eso es muy tóxico. Hay hechos, pero también hay gente dispuesta a cuestionar absolutamente todo", añade. Y esto, sumado al discurso de partidos como Vox, es un riesgo creciente para la libertad de prensa.
Freedom House denuncia que la libertad de los medios se ha deteriorado en todo el mundo durante la última década
Reporteros Sin Fronteras conmemorará el Día Mundial de la Libertad de Prensa con un programa especial, en colaboración con Radio Nacional de España, retransmitido en directo por Radio 5 Todo Noticias. Será desde el Auditorio CentroCentro del Palacio de Cibeles. El acto tendrá lugar de 17.00 a 19.00 horas y la entrada es libre y gratuita hasta completar el aforo.
La libertad de prensa no goza de demasiada buena salud. Ni siquiera en España. Este viernes se conmemora el Día Mundial de la Libertad de Prensa, y las asociaciones profesionales de periodistas denuncian que la situación de los medios de comunicación en nuestro país no permite celebrar nada. Según denunciaron la Federación de Asociaciones de Periodistas de España (FAPE) y la Asociación de la Prensa de Madrid (APM) en sendos comunicados publicados este jueves, el periodismo sigue amenazado. La desinformación, las trabas que sufren los trabajadores y la debilidad de las empresas son algunas de las piedras que se cruzan en el camino de la prensa española. Y el horizonte tampoco permite ser demasiado optimista. La ley mordaza continúa en vigor, la polarización en Cataluña sigue afectando a los periodistas, la precariedad laboral parece instalada en la profesión y, ahora, hay que sumar un nuevo peligro: la extrema derecha.