Prisa despide al exdirector de 'El País' Antonio Caño

El País ha despedido a Antonio Caño, quien fue su director entre 2014 y 2018, según han confirmado fuentes de Prisa a infoLibre. La empresa ha comunicado este mismo miércoles su decisión a Caño, que desde que fue destituido figuraba como asesor para la transformación digital en el organigrama del periódico y escribía un artículo de opinión mensual.

Caño fue destituido como director del periódico insignia de Prisa tras un periodo abrupto en el que dio un vuelco a la línea editorial de El País y sufrió una grave pérdida de lectores y suscriptores.

Ahora se ha convertido en el primer exdirector de El País que deja de tener relación con el periódico. 

Hasta hora Prisa seguía acogiendo a los exdirectores de su principal diario en sus páginas, donde siguen escribiendo Joaquín Estefanía, Soledad Gallego-Díaz y Jesús Ceberio, además de Juan Luis Cebrián, que ocupó también la presidencia del grupo hasta mayo de 2018.

Según explican fuentes de la empresa, ésta ha decidido amortizar su puesto de trabajo al considerar que, con la reorganización que está acometiendo el grupo, no tiene sentido contar con un asesor de transformación digital en Estados Unidos, donde reside Caño, que fue corresponsal del periódico en Washington durante una década.

Desde que fue destituido, su relación con El País no ha sido pacífica. Hace ya un par de meses que su artículo mensual dejó de publicarse en el periódico de papel.

Antonio Caño ha colgado un comunicado en su cuenta de Twitter donde asegura que su despido responde a “razones ideológicas” y anuncia que se reserva el derecho a emprender acciones legales porque el cese no sólo le causa un “enorme perjuicio personal y profesional”, sino también porque constituye “un atropello a la libertad de expresión”. El periodista lamenta que el despido se haya producido “de forma fulminante y sin posibilidad siquiera de un intercambio de puntos de vista con los responsables del periódico”. También achaca la decisión a los “incidentes” que se han sucedido en relación con sus tribunas. “La última de ellas, titulada Algunas lecciones para la izquierda, no fue publicada en la edición de papel por decisión del director del periódico”, asegura Caño, quien añade que la anterior directora, Soledad Gallego-Díaz, impidió la publicación de otro de sus artículos “crítico con el actual Gobierno español”.

El exdirector revela que ha tenido “problemas” con el periódico en los últimos tres años, iniciados según dice con el despido de todos sus colaboradores tras ser destituido. Los atribuye a “la actual situación política española” y a la opinión que “libremente” expone en sus artículos. Su despido, subraya, es “ilegal” y carece de precedentes en la historia de Prisa.

El 'informe Caño'

Antonio Caño fue nombrado director de El País en mayo de 2014 no mucho después de que elaborara, a petición de Juan Luis Cebrián, un polémico informe en el que criticaba la “pérdida de credibilidad” del diario, pedía la renovación “profunda, casi total” de sus cuadros e incluso alertaba sobre la actitud “revanchista” y “obstruccionista” que temía encontrar en la redacción al ponerse a su frente.

Su etapa se caracterizó por un giro hacia la derecha del periódico. Ya antes de dirigirlo, Caño apoyó la política del presidente republicano George W. Bush en Irak. Su actitud contra los gobiernos de izquierda en América Latina le enfrentaron con una mayoría de la redacción. También respaldó la política de la empresa durante el ERE que supuso el despido de 129 trabajadores de El País y se opuso a las movilizaciones de protesta de los periodistas.

Las relaciones con la redacción de Caño y de las personas que nombró en los principales puestos de dirección tampoco fueron buenas. El cambio de la línea editorial, las formas con que se manejaban esos cargos de confianza y los problemas suscitados por la publicación de ciertas informaciones se tradujeron en el rechazo de buena parte de la redacción y el abandono de algunas de sus mejores firmas, como Rafael Méndez y Manuel Altozano. Además, cuando Caño fue destituido en junio de 2018, El País perdía 23.000 ejemplares en quiosco al día. Desde enero de 2017, su difusión había caído un 13%.

Efervescencia, problemas con la redacción, despidos

De hecho, en octubre de 2016 Antonio Caño tuvo que enviar una carta a los suscriptores del periódico que se estaban dando de baja, unos 500 diarios tras la publicación de un editorial muy crítico con Pedro Sánchez el mes de septiembre. En dicho texto, el diario de Prisa no sólo consideraba “imprescindible” la salida de Pedro Sánchez de la dirección socialista, sino que también le tildaba de “populista” e “insensato sin escrúpulos”, le acusaba de actuar con “cobardía”, “en la mejor tradición sectaria” y de acuerdo a una “hoja de ruta insensata”, e incluso aseguraba que había “mentido sin escrúpulo”.

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En un intento por recuperar a los lectores, Caño se justificaba en la carta admitiendo que quizá había caído “presa de la misma efervescencia” que quería combatir desde las páginas del periódico.

El Comité de Redacción de El País, órgano que representa a sus periodistas, le pidió explicaciones por el editorial. Pero Caño puso punto final a la reunión al cabo de apenas un minuto con el argumento de que no aceptaba ningún debate sobre la línea editorial de la que él era el único responsable.

Caño fue sustituido por Soledad Gallego-Díaz. También fueron reemplazados sus cargos de confianza: David Alandete, Maite Rico, Javier Ayuso, Álvaro Nieto, Luis Prados, José Manuel Calvo y José Ignacio Torreblanca. Todos ellos fueron despedidos, en un movimiento inédito en el periódico de Prisa, y cinco demandaron a la empresa en los tribunales, alegando haber sido víctimas de una purga ideológica. La empresa terminó reconociendo la improcedencia del despido de Torreblanca, director de Opinión, mientras que el resto llegó a acuerdos con Prisa.