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12J: Elecciones en Galicia y Euskadi

Feijóo logra su cuarta mayoría al margen de las siglas del PP y el BNG resucita como alternativa superando al PSOE

Alberto Núñez Feijóo se abraza a su mujer tras revalidar su cuarta mayoría absoluta, esta noche en un hotel de Santiago de Compostela.

Los resultados de la jornada electoral, con el 100% del escrutinio avanzado, dibujan un Parlamento de Galicia a tres colores y otorgan una victoria holgada al número uno del PPdeG, Alberto Núñez Feijóo, quien finalmente ha logrado su cuarta mayoría absoluta con un total de 41 escaños y el 47,9% de los votos. Ni el covid-19 ni la gestión de la crisis, marcada por el brote en la comarca de A Mariña, han conseguido desgastar el liderazgo de los conservadores en el territorio.

Por detrás, dos candidaturas llegaban a la cita con las urnas en medio de una pugna por la medalla de plata: BNG y PSdeG. Finalmente, los nacionalistas, con Ana Pontón al frente, se han hecho con 19 diputados (23,8% de las papeletas), trece más que en los comicios celebrados hace ahora cuatro años. Los socialistas de Gonzalo Caballero suman un parlamentario a los catorce con los que ya contaban, gracias al apoyo de un 19,3%. Gonzalo Caballero ha señalado la noche del domingo a las 23:15 horas las "circunstancias especiales" de los comicios y ha lamentado un "resultado insatisfactorio porque mantiene" a los conservadores en el poder. "La hoja de ruta hacia el cambio no se produce este año 2020", ha reconocido el candidato, pero se ha comprometido a "cumplir con serenidad" desde la oposición.

El BNG asumía la contienda por el poder con las expectativas altas. Las elecciones generales del 10 de noviembre concedieron un escaño al partido nacionalista, que en 2015 salió del Congreso de los Diputados por vez primera en veinte años. La entrada de Néstor Rego a la Cámara Baja otorgó parte del fuelle que había perdido el partido, que se demostró clave en la investidura. El BNG recuperó su lugar en la agenda política y sacó músculo en la carrera hacia las elecciones autonómicas. Los nacionalistas experimentan de este modo un importante despegue respecto a las elecciones anteriores y superan su máximo histórico: 18 escaños en 1997 con Xosé Manuel Beiras al frente. Ana Pontón se convierte así en la líder de la oposición en Galicia.

La candidata ha celebrado a las 23:30 horas de la noche las más de 300.000 papeletas que han ido a parar a su candidatura: cada una de ellas es "una poderosa razón para seguir luchando, para la esperanza y para construir una Galiza con futuro". "Queríamos más", ha recalcado ante su militancia, pero hoy "empieza una nueva etapa en nuestro país" en la que el partido comienza a "trabajar para que dentro de cuatro años ese cambio sea posible y este país pueda tener una presidenta". Pontón ha prometido trabajar para consolidar una "alternativa de Gobierno" y aunque ha insistido en que aspiraba a más, también ha señalado que "desde la modestia, pero desde el realismo", el resultado obtenido ha sido "histórico" para sus filas.

El gran batacazo de la noche ha sido para Galicia en Común, la candidatura integrada por Podemos, Esquerda Unida, Anova y las mareas municipalistas. La formación asume el peor de los escenarios y se queda fuera del Pazo do Hórreo, con un 3,91% de las papeletas. Un resultado que pasa factura al cisma que ha atravesado a la formación en los últimos años y que supone una derrota sin paliativos de la que se beneficia el BNG. La confluencia encabezada por Antón Gómez Reino surge de una ruptura en el seno de En Marea, el partido instrumental de Luís Villares que logró llevar a catorce diputados al Parlamento de Galicia en 2016. La otra parte de la división es Marea Galeguista, la formación de Pancho Casal, que también se ha quedado sin representación.

Gómez Reino ha comparecido a las 22:40 horas para reconocer que se trata de "unos resultados inesperados, malos, muy malos" para su "espacio político". Unos resultados que asume "en primera persona", ha insistido. "Lamentamos no haber podido contribuir a un cambio político para nuestro país", ha sentenciado el candidato visiblemente afectado.

En Marea comenzó a fracturarse tras una serie de conflictos y diferencias internas. En las elecciones de hace cuatro años, primera vez que se presentaba, protagonizó la gran sorpresa de la izquierda en suelo gallego: una victoria construida sobre el triunfo de las mareas municipalistas que en 2015 se hicieron con las alcaldías de las principales ciudades. Las últimas elecciones municipales, celebradas en mayo del año pasado, ya anunciaron sin embargo la pérdida de fuerza de las confluencias y devolvieron la victoria a los socialistas. Entonces el PSdeG recuperó el poder en las grandes urbes, fortalecido además por los buenos resultados de Pedro Sánchez en el plano estatal. El Gobierno de coalición entre PSOE y Unidas Podemos, sin embargo, no ha sido capaz de impulsar ahora una victoria de los suyos en el Parlamento de Galicia.

El líder absoluto de la noche electoral no es otro que el actual presidente de la Xunta de Galicia, Alberto Núñez Feijóo. El conservador ha logrado 41 escaños, más que suficiente para superar la mayoría en la Cámara, compuesta por 75 asientos. Se trata de la cuarta mayoría absoluta del líder gallego: se hizo con 38 asientos en las anteriores elecciones, 41 en 2012 y otros 41 en 2009. El sucesor de Manuel Fraga queda a la altura de su predecesor y abre una nueva etapa en el liderazgo conservador dentro de la comunidad, sin necesidad de alianzas con Ciudadanos y Vox, fuerzas extraparlamentarias en Galicia.

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El PP se consolida, de esta forma, como principal opción de los gallegos en todas las provincias y consigue catorce escaños por A Coruña, diez por Pontevedra, nueve por Lugo y ocho por Ourense. El BNG, por su parte, saborea el segundo puesto en todas las circunscripciones: obtiene siete escaños en A Coruña, tres en Lugo y seis en Pontevedra. Ourense le concede tres asientos en el Pazo do Hórreo.

En cuanto al PSdeG, el partido se conforma con el tercer puesto en todas provincias, si bien el resultado es más ajustado en suelo ourensano y pontevedrés: empata en escaños con los nacionalistas pero se queda por debajo en porcentaje de votos. En A Coruña se hace con cuatro parlamentarios y en Lugo con dos.

El PP se impone en las siete grandes ciudades, con especial notoriedad en Lugo (50,9%), Santiago de Compostela (47,5%) y A Coruña (46,1%). El BNG mejora su marca autonómica en Santiago de Compostela (28,6%), Pontevedra (27,4%) y A Coruña (24,4%). En una de las grandes ciudades, el PSdeG se alza como segunda fuerza más votada: Vigo gracias al 31,9% de los sufragios, quedando además muy cerca del PP (32,5%). Galicia en Común consigue superar la frontera del 5% en tres de las urbes más importantes: Ferrol (7,7%), Vigo (6%) y A Coruña (5,7%).

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