El futuro de la monarquía
Sánchez asegura que la marcha del emérito es "adecuada" y admite no conocer su paradero
"No se juzgan instituciones, se juzgan personas". Así de tajante se mostró el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, que quiso de esta manera cerrar filas con la Casa del Rey cuando no habían pasado ni 24 horas desde que se conociera la decisión de Juan Carlos I —al que se refirió como "un miembro de la casa real"— de abandonar España. El Ejecutivo, remarcó, muestra su "absoluto respeto a las decisiones que ha tomado" la institución, que ha buscado "distanciarse de supuestas conductas cuestionables y reprobables por parte de un miembro de la Casa Real". "España necesita de estabilidad y de instituciones robustas, y éstas tienen que abonarse con ejemplaridad, transparencia y regeneración. La línea marcada por la casa real considero que es la adecuada", enfatizó.
Preguntado sobre el paradero del emérito, aseguró desconocerlo. En cualquier caso, subrayó que "lo más importante" es que ha dicho que se pone a disposición de la Justicia como cualquier otro español.
Sánchez comparecía al filo de las 15.00 horas de la tarde en la Moncloa para hacer balance del primer tramo del curso político un día después de que la Casa del Rey emitiera un comunicado en el que recogía unas palabras de Juan Carlos I con las que anunciaba que se marchaba de España. La primera reacción del Gobierno había sido la de respetar el gesto del emérito. Pero no había sido una reacción unánime porque el vicepresidente del Ejecutivo, Pablo Iglesias (Unidas Podemos) se refirió al gesto como un “fraude a la justicia” considerando que la monarquía quedaba seriamente perjudicada.
Según informó infoLibre, el presidente del Gobierno estaba al tanto del anuncio de este movimiento, no así sus socios de Gobierno del partido morado. Preguntado por esto, Sánchez alegó que las conversaciones que mantiene con el jefe del Estado, Felipe VI, son "discretas". En cualquier caso, añadió, el Ejecutivo que preside —y en el que está presente Podemos— "considera plenamente vigente el pacto constitucional" que incluye la monarquía.
El Partido Popular, principal partido de la oposición tampoco estaba al tanto del movimiento que iba a anunciar el emérito.
La huida del monarca provocó el segundo roce entre los socios del Ejecutivo de coalición en el mismo día. Porque la jornada había comenzado con contundentes diferencias entre los miembros de PSOE y Unidas Podemos a cuenta de la reunión que una delegación del Ejecutivo liderada por Carmen Calvo con dirigentes de Ciudadanos. Un encuentro en el que la parte morada del Gobierno no se vio representado y ante el que advirtió del error de “mirar a la derecha” y en el que la parte socialista defendió que allá donde hay un miembro del Gobierno está representado todo el Ejecutivo.
Sánchez, en cualquier caso, quiso defender este martes que la relación entre los miembros del Gobierno del PSOE y de Unidas Podemos sigue intacta. "El compromiso del Gobierno de coalición sigue intacto", destacó. En este sentido, y como ya subrayó en la última sesión de control al Gobierno en el Congreso, el presidente se ve ante una legislatura "larga y fructífera". "Se podrá estar más o menos de acuerdo con la orientación política del Gobierno, pero creo que es difícil negar que éste es un Gobierno que decide, que actúa. Y que se audita y se autoevalúa. Orientado a la acción y a los resultados a lo largo de la legislatura", añadió.
En esta línea, el líder del Ejecutivo defendió que "el compromiso del Gobierno de coalición sigue vigente" y, como muestra de ello, aseguró que "se han activado" más del 55% de los 428 compromisos que se adquirieron en el acuerdo entre PSOE y Unidas Podemos. La previsión, indicó, es que a finales de 2021 se haya activado "el 100% de dichos compromisos" y que se cierre "el año 2023 habiendo completado íntegramente el 90% de los objetivos marcados y habiendo iniciado el restante 10% que va a precisar de mayor plazo para su ejecución íntegra".
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Durante su comparecencia, el presidente del Gobierno quiso también hablar sobre la futura aprobación de los Presupuestos Generales del Estado. En esa línea, subrayó que es "responsabilidad de todas las fuerzas políticas arrimar el hombro" para unas cuentas públicas "de la recuperación y la cohesión social". "No hay ganancia posible en el fracaso", dijo. "La base de los Presupuestos son los acuerdos del Gobierno de coalición, la hoja de ruta. Pero recuerdo, somos 155 escaños, necesitamos 51 escaños más. Vamos a hablar con todas las fuerzas políticas y vamos a pedirles que arrimen el hombro", comentó. Preguntado sobre si desde Unidas Podemos se está arrimando el hombro, Sánchez no dejó espacio para la duda y defendió que sí.
Este Consejo de Ministros, que se prolongó durante algo menos de cuatro horas, llevaba como plato fuerte la aprobación de la iniciativa, firmada entre el Ministerio de Hacienda y la Federación Española de Municipios y Provincias (FEMP) que permite a los ayuntamientos disponer de su superávit. A primera hora de la mañana, Pedro Sánchez y el presidente de la FEMP el alcalde de Vigo, Abel Caballero (PSOE), suscribieron este acuerdo que salió adelante sólo con el voto a favor de los socialistas y la abstención de IU-Podemos. Caballero tuvo que recurrir a su voto de calidad para deshacer el desempate.
El Consejo de Ministros aprobó, además, el real decreto que desarrolla la nueva estructura orgánica del Ministerio de Sanidad con la creación de la Secretaría de Estado de Sanidad. A su frente estará Silvia Calzón (Sevilla, 1975). Es médica especialista en Medicina Preventiva y Salud Pública.