Crisis del coronavirus
Un informe desvela la "frenética actividad" del neofascismo a la sombra de Vox
La pandemia ha servido como un "potente estímulo" para la extrema derecha española, que ha desplegado una "frenética actividad". Así lo pone de manifiesto un exhaustivo informe de la Fundación Rosa Luxemburgo sobre la derecha radical, coordinado por el periodista Miquel Ramos y que se publicará en las próximas semanas. "El coronavirus ha servido para el surgimiento y revitalización de organizaciones. Ha habido una efervescencia. La extrema derecha se beneficia de que, con Vox, ideas que antes eran tabú, como el ultranacionalismo o el rechazo a la inmigración, tienen mayor aceptación", explica a infoLibre Juan Francisco Albert, autor del capítulo dedicado a la pandemia, al que ha tenido acceso este periódico. El estudio alerta del fuerte impulso a "acciones sociales de reparto de alimentos y campañas de apoyo al pequeño comercio”. Queda evidenciada además la ligazón entre los ultras y el movimiento conspirativo y negacionista.
“La extrema derecha ha tratado de rentabilizar la excepcionalidad de la situación, primero responsabilizando al Gobierno de las muertes; después, criticando las medidas de seguridad y el estado de alarma, enmarcándolo en un supuesto plan totalitario para coartar las libertades públicas; luego, ante la situación catastrófica para muchos negocios, culpando al Gobierno de no implementar medidas efectivas. Todo esto ha partido principalmente de Vox y de sus satélites y simpatizantes, tanto en medios de comunicación como en comunicadores afines. A ello se ha sumado el resto de la extrema derecha, que ha aprovechado el relato de Vox y la propaganda que le han brindado”, concluye el informe, que destaca como idea-fuerza del movimiento el “estímulo del miedo a las personas migrantes como posibles portadoras del virus”.
Partidos: activismo a la sombra de Vox
No toda la ultraderecha es Vox. El partido de Santiago Abascal ha logrado convertirse en tercera fuerza en el Congreso, pero no laminar a todos sus competidores en ese ámbito. La investigación de Albert, director del centro de análisis sobre derecha y extrema derecha Al Descubierto, destaca el papel de otros tres actores: 1) la coalición ADÑ, integrada por Alternativa Española, Democracia Nacional, La Falange y Falange de la JONS; 2) España 2000; y 3) Hogar Social Madrid. "Estos grupos tienen una relación de amor-odio con Vox. Por una parte, no lo ven suficientemente a la derecha, sobre todo porque lo juzgan excesivamente liberal. Pero, por otra, es el partido que está permitiendo que su ideario esté cada vez mejor visto", explica Albert.
ADÑ ha aprovechado la pandemia para "sembrar su ideario euroescéptico", con campañas como "Vámonos ya de la UE", y de rechazo a las restricciones a las libertades para combatir la pandemia, como la convocatoria "Nos vemos en las calles", detalla el informe. Democracia Nacional y La Falange se han destacado por su adhesión a teorías de la conspiración, como la que sostiene que la pandemia está catalizando una operación mundial de control político. Alternativa Española se ha distinguido por sus llamadas a la oración. La Falange usó la campaña "Volverá a reír la primavera" para atacar al Gobierno y organizó una protesta el 2 de mayo, detalla el estudio.
España 2000 se ha centrado –continúa el informe– en dar visibilidad a diversas protestas contra el Gobierno como las caceroladas del mes de mayo, manteniendo "un discurso eurófobo y racista". El partido se ha posicionado a favor de la hostelería, del consumo en comercio local y de la tauromaquia, pero en contra de la renta mínima por beneficiar supuestamente a inmigrantes.
La formación, que se define como representante del "auténtico patriotismo español", presentó a través de su despacho de abogados una querella contra Joan Ribó, alcalde de Valencia, y Ximo Puig, presidente de la Generalitat, en representación de un trabajador afectado por el covid-19, detalla el informe. En mayo impulsó una campaña de colocación de banderas con crespones negros en distintos monumentos de Valencia y su área metropolitana. También organizó protestas callejeras contra el Gobierno, con "una tibia acogida", recalca Albert.
Hogar Social "aumentó su reparto de alimentos a familias españolas, recoge el informe, que destaca su “ideario xenófobo”, así como su "apoyo a los trabajadores con un discurso fascista y posiciones euroescépticas". A finales de 2020 Hogar Social realizó varios repartos de alimentos publicitados en redes sociales. Una concentración frente al Palacio de la Moncloa reunió en torno a 50 personas, añade el estudio.
Hogar Social protagonizó además una performance calificando de "opresión" la fase de "nueva normalidad" y acusando a la Unión Europea de practicar un “comunismo globalista”, señala el informe. Miembros del partido, según el estudio de la Fundación Rosa Luxemburgo, participaron en mayo en las protestas frente a la sede del PSOE, durante las cuales fue detenida su líder, Melisa Domínguez.
En el plano jurídico, Hogar Social interpuso una denuncia contra Jefe del Estado Mayor de la Guardia Civil, Juan Manuel Santiago, y el ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, por los supuestos delitos de prevaricación y malversación. El motivo son unas declaraciones de Santiago en las que afirmó que la Guardia Civil pretendía "minimizar ese clima contrario a la gestión del Gobierno".
El informe también se detiene en un pequeño partido, Movimiento Aragonés Social (MAS), "con un ideario ultranacionalista y ultraconservador", activo en redes en la crítica al Gobierno, al que define como “la peste roja”. Esta formación se centra en la defensa de los autónomos. Además de promocionar las caceroladas contra el Gobierno durante el mes de abril, ha participado en actos de apoyo a la Guardia Civil" y apoyado la manifestación conspiranoica contra el "Nuevo Orden Mundial" del 21 de junio. El matrimonio extrema derecha-conspiración se ha certificado durante la pandemia, consumando una tendencia de alcance internacional y nítidamente observable en Estados Unidos.
"Aunque la actividad de la extrema derecha ha sido muy dispersa y descentralizada, se observa claramente el peso de los grandes actores, como Vox o Hazte Oír", explica Albert. El apartado dedicado a Vox es singularmente extenso, en línea con su protagonismo político y social durante la pandemia. La descripción de sus distintas iniciativas y posiciones evidencia una trayectoria errática y marcada por el oportunismo. Durante la pandemia, señala el informe, Vox ha utilizado los canales a su alcance para extender "el habitual discurso antiinmigración, euroescéptico y ultraconservador". Su histórico de propuestas es un totum revolutum de sus temas fetiche: campaña "Protejamos España"; solicitud de creación de un Gobierno de "unidad nacional" con intervención del Ejército para garantizar los servicios esenciales; rechazo a las restricciones a la movilidad con la campaña "Estado de abuso"; iniciativa "La Nuestro Primero" a favor de la "solidaridad entre españoles"; apoyo a las caceroladas...
El informe destaca que Vox celebró en mayo su propia protesta, "La caravana por España y su libertad", una manifestación motorizada que contó con una amplia participación y que tendría réplica el 12 de octubre, Día de la Fiesta Nacional, con el lema "España a la calle". "Como hecho reseñable, destaca la efectividad del hashtag #Gobiernodelbulo, que caló fuera de los límites de Internet. El ataque a los verificadores de información independientes como Newtral o Maldita también fue una constante", señala el estudio, que anota el cambio de Vox de Whatsapp a Telegram para evitar la "censura".
En su estudio, Albert anota a partir de mayo unas "primeras introducciones de discurso obrerista" en Vox, que se encarna en el vídeo "Seguimos indignados" en conmemoración del 15M. Albert ve indudable que ha habido un giro "hacia posiciones neofascistas", como indica la "formación de un sindicato propio anticomunista y vertical".
"El éxito de Vox", explica Albert, ha sido "defender las mismas posiciones de siempre de la extrema derecha, pero sin su simbología". "La estética neofascista ahuyenta. Vox no se ha obcecado en la simbología. Hay organizaciones como Hogar Social o Hacer Nación que se siguen debatiendo sobre este paradigma. Vox se desmarca de todos estos grupos, como hizo con el FNI-PNSOE [Frente Nacional Identitario, Partido Nacional-Socialista Obrero Español] tras su acto de diciembre en Barcelona", añade.
En el apartado legal, el estudio anota diversas querellas de Vox contra cargos del Gobierno de España y de la Generalitat catalana, así como un recurso contra el estado de alarma.
Iniciativas: mascarillas y comida
El informe se detiene en las más organizaciones no partidistas más representativas y de mayor actividad. Alcalá 1247, Forja Hispánica, Getafe Nacional Revolucionario, Legio VII y Resistencia Social Alcalá de Henares, "todas con un discurso obrerista antiinmigración", han impulsado una de las iniciativas destacadas: Mascarillas Rojigualdas. "La frase que impregna su iconografía es 'Frente a su impostura nuestra voz', sobre la que realizaron una campaña propia en redes de crítica al Gobierno, pidiendo su dimisión y con llamadas a manifestarse. El 19 de mayo se manifestaron en Ferraz y participaron ampliamente en las distintas protestas del mes de mayo", expone el informe.
Las asociaciones integrantes encarnan uno de los rasgos más reseñables de la actividad ultraderechista: la búsqueda de complicidad con los sectores más golpeados por la crisis. Alcalá 1247 protagonizó una "campaña de apoyo alimentario y social" denominada "El pan de cada día". Forja Hispánica también puso en marcha actividades de carácter social y apoyo a la tercera edad. Getafe Nacional Revolucionario organizó una entrega de material al Hospital Universitario en colaboración con Juventudes Canillejas y otros grupos ultra de Getafe. Legio VII lanzó una recogida de alimentos. Resistencia Social Alcalá de Henares se ha distinguido –siempre según el informe– por su apoyo a comerciantes y autónomos.
Españoles en Acción, una ONG que el informe vincula al partido político de reciente creación Hacer Nación, fue de las primeras en poner en marcha una campaña para adquirir material que permitiera confeccionar enseres sanitarios, realizando varias entregas de material. Esa iniciativa empezó en marzo. En mayo según el informe desplegó una campaña de recogida de alimentos para familias españolas, colaborando con los ultras de Brigadas Alcalaínas, recoge el informe.
Acción Social Navarra, un grupo reactivado en abril, llevó a las calles una campaña de recogida de alimentos, que se sumó a una petición para colgar banderas con crespones negros. El Centro Social y Nacional Salamanca, que el informe considera un grupo similar a Hogar Social, ha aumentado durante la pandemia su donación de comida.
Hay organizaciones e iniciativas más volcadas en el plano ideológico, sin contacto con las llamadas "colas del hambre". ¿Ejemplos? El informe incluye varios. De Hazte Oír, uno de los puntales del lobby integrista, destaca su activismo digital, con el impulso a manifestaciones y campañas contra el Gobierno: por la dimisión del Ejecutivo; por la expulsión del mismo de Unidas Podemos; por la exigencia al PP del rechazo a la prórroga del estado de alarma; contra la supuesta agresión a la libertad de culto...
La organización liderada por Ignacio Arsuaga creó la plataforma gobiernodimisión.net, donde respaldó distintas campañas para atacar al Gobierno, como las protestas del Barrio de Salamanca, las protestas en Ferraz o la "Revolución de las mascarillas", para las que pagó publicidad física, recoge el informe. También promovió manifestaciones online y la colocación de banderas con crespones en señal de luto. Además, repartió casi 800.000 botellas de agua entre distintos hospitales, según la propia organización. En mayo fletó camionetas serigrafiadas con el mensaje "Gobierno Dimisión", que acudieron a apoyar las protestas en Madrid. A ello se suma su actividad como querellante.
Aunque se considera a sí mismo "apolítico", el informe de la Fundación Rosa Luxemburgo incluye al Movimiento Barrio de Salamanca-Paseamos Juntos dentro de la derecha radical "por sus declaraciones anticomunistas, racistas, antiizquierdistas y de adhesión a las teorías de la conspiración". El informe subraya que, tras nacer de forma "relativamente espontánea" el 10 de mayo, la llamada irónicamente “Revolución de los Cayetanos” se extendió por buen parte del país con réplicas "autónomas", a pesar de los tímidos intentos de coordinación.
El estudio redactado por Juan Francisco Albert describe a Resiste España como un movimiento ultranacionalista inspirado en "valores castrenses", cuya tarea es "correr por las ciudades de España en apoyo a todos los que han sufrido las consecuencias del covid-19". "Surgió el 24 de mayo, cuando corrieron hacia el Palacio de la Moncloa para cantar el himno militar La muerte no es el final. Desde entonces han aparecido en diversos puntos de España: Toledo, Granada, Mallorca, Valencia… Además de esto, realizaron un homenaje a Cristóbal Colón el 12 de junio, recoge el informe.
Salvemos España, grupo creado ex profeso el 20 de abril, tiene como objetivo provocar la dimisión del Gobierno, señala el informe. "En redes se dedicó a atacar constantemente al Gobierno y pedir su dimisión. Su principal actuación fue la convocatoria de una cacerolada el sábado 25 de abril, que tuvo un amplio seguimiento y generó importantes réplicas los días siguientes", recoge el informe, que incluye a Salvemos España pese a que se considera una organización apolítica. El día 5 de mayo impulsó la campaña "Salvar España nuestra meta", consistente en salir a correr por la calle con unos dorsales descargables con la bandera de España. El sábado 16 propuso una gran pitada. También promocionó la “Revolución de las mascarillas”.
Ultras y protestas
Los grupos ultras del fútbol, respiradero del movimiento ultraderechista español incluso en las épocas en que este tenía cerradas las vías de representación política, también son objeto de atención de la panorámica trazada por el informe. ¿Cuál ha sido su principal actividad? Recaudar dinero para adquirir material sanitario.
Los Ultras Sur, a los que el informe atribuye buenas relaciones con Hogar Social, lanzaron un crowdfunding el 25 de marzo para donar dinero a los hospitales. El Frente Atlético hizo un llamamiento para captar voluntariado y donó 15.000 euros para adquirir material sanitario, siempre según el informe. Las Brigadas Alcalaínas, ultras del Real Sociedad Deportiva Alcalá, se ofrecieron a ayudar a los afectados por la pandemia “ante la incompetencia de nuestros políticos” y apoyaron a la Hermandad de Jesús Despojado en su confección de material para el Hospital Universidad Príncipe de Asturias.
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Comandos Azules y Fondo Azulón, grupos del Getafe, han participado en la recogida de fondos para entregar material sanitario al Hospital Universitario. Supporters Gol Sur y Gol Sur 1907, del Betis, también han realizado campañas de recogida de fondos para material sanitario, un listado de voluntarios e incluso la entrega de casi 6.000 euros para investigación, según detalla el informe. Los Ultraboys, del Sporting de Gijón, donaron alimentos y material a una sidrería que realiza labores sociales, siempre según el informe.
El estudio dedica un apartado específico al papel de la ultraderecha en las protestas entre finales de octubre y principios de noviembre contra el toque de queda en distintos puntos de España, en ocasiones con final violento. "Junto a los ultras, nos encontramos con una mezcolanza de negacionistas, ultras de fútbol, algún perfil de extrema izquierda y personas con antecedentes. El perfil es eminentemente masculino y juvenil, encontrándose muchos de los participantes entre los 16 y los 25 años", señala el informe tras repasar las protestas en once ciudades españolas.
En Madrid, Mascarillas Rojigualdas y miembros de España 2000 se sumaron a la iniciativa "Salimos a la calle, el pueblo está cansado" contra el confinamiento, recoge el informe. En Barcelona los Mossos tienen "indicios" de participación de "grupos ultraderechistas conectados con el mundo de la noche". En la protesta de Sevilla, donde se corearon frases similares a las de las protestas ultraderechistas durante la desescalada, el cartel de la convocatoria presentaba los dos martillos cruzados que son el símbolo de los Hammerskin, un grupo europeo de extrema derecha, señala el informe. La policía detuvo a varios ultraderechistas, con conexiones con ultras de fútbol vinculados al United Family (Betis), añade. Una investigación de Sare Antifaxista detectó que la convocatoria en Bilbao salió de una página ultraderechista. Las conexiones con la extrema derecha están también apuntadas en el informe en las protestas de ciudades como Málaga, Murcia, Valladolid, Cartagena y León.