Mariano Rajoy ha sido entrevistado este lunes en Los Desayunos de TVE. Tras el revuelo causado por su respuesta en RNE, cuando afirmó: “Creo que hay un tema en el que deberíamos ponernos de acuerdo los principales partidos de España, y es poder tener una televisión pública independiente y financiada que no sea objeto de disputas entre nadie, como puede ser la BBC en el Reino Unido”, sin ser repreguntado, María Casado tampoco ha citado el asunto. Es de suponer que tanto a la presentadora, como al responsable del programa, les habrá parecido que el asunto carecía de interés, a pesar de la enorme repercusión que la afirmación obtuvo en el resto de medios de comunicación y en la opinión pública.
Finalizada la entrevista con el candidato del PP, Casado ha dado paso a una amplia información sobre el referéndum británico y la posible salida del Reino Unido de la Unión Europea, con imágenes en las que el primer ministro Cameron era preguntado por un centenar de ciudadanos en directo desde uno de los estudios de la BBC.
El contraste entre las televisiones públicas de uno y otro país quedaba fielmente retratado. En la británica, sometida al control de los ciudadanos, con cuatro mil millones de presupuesto sufragados por un impuesto que paga todo el que adquiere un televisor, el gobierno no tiene posibilidad de nombrar a la dirección; en la TVE de Rajoy, el gobierno decide los nombres de los responsables gracias a su mayoría parlamentaria –ya se preocupó el PP de cambiar la ley para que así fuera–, no existe control ciudadano y es el propio Ejecutivo quien decide las subvenciones para que pueda seguir emitiendo.
El resultado está a la vista: en la BBC se pregunta y repregunta a los representantes políticos y a los miembros del gobierno; los presentadores y directivos son designados por criterios de profesionalidad y mérito; se articulan los mecanismos para que la voz de la calle participe y exponga sus demandas, a semejanza de aquel añorado "Tengo una pregunta para usted" que puso en marcha Fran Llorente y que desapareció con la llegada al poder del PP.
En la TVE de Rajoy no existen esos "inconvenientes", a ella puede acudir, como este lunes, el presidente en funciones y lanzar sus mensajes electorales con toda tranquilidad. Sabe –ya se preocupó él de ello– que no habrá preguntas incómodas, que nadie se atreverá a repreguntar sobre posibles contradicciones, que los asuntos polémicos –como el de la comparación con la BBC– brillarán por su ausencia.
Señor Rajoy, esa es la diferencia: En la BBC se hace información; en TVE, propaganda. Su afirmación en RNE fue una impostura.
Mariano Rajoy ha sido entrevistado este lunes en Los Desayunos de TVE. Tras el revuelo causado por su respuesta en RNE, cuando afirmó: “Creo que hay un tema en el que deberíamos ponernos de acuerdo los principales partidos de España, y es poder tener una televisión pública independiente y financiada que no sea objeto de disputas entre nadie, como puede ser la BBC en el Reino Unido”, sin ser repreguntado, María Casado tampoco ha citado el asunto. Es de suponer que tanto a la presentadora, como al responsable del programa, les habrá parecido que el asunto carecía de interés, a pesar de la enorme repercusión que la afirmación obtuvo en el resto de medios de comunicación y en la opinión pública.