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Somos CocaColaenLucha: dignidad y derechos

Fernando Flores

Hace tres años las empresas embotelladoras de Coca-Cola en España se fusionaban en Coca-Cola Iberian Partners. Un año después, a principios de 2014, ésta procedía a la presentación de un ERE y al cierre de 4 plantas. Una de ellas –la de Fuenlabrada– había firmado la misma mañana su convenio colectivo. El ERE afectaba a 1250 trabajadores.

Tras más de dos años de lucha contra la empresa, cerca de 300 trabajadores y trabajadoras consiguen ganar y cerrar el conflicto jurídico a su favor, tanto en la Audiencia Nacional como en el Tribunal Supremo. El ERE se declara nulo por vulneración del derecho fundamental a la huelga, por vulneración de la obligación de comunicación a la representación sindical, y por incumplimiento de las directivas europeas en materia de información a la representación legal de los trabajadores. A día de hoy, la empresa ha retrasado todo lo posible el cumplimiento de lo ordenado por los tribunales, y ha utilizado todo este tiempo para desmantelar la embotelladora de Fuenlabrada, impidiendo así que aquéllos puedan regresar a sus puestos de trabajo tal y como los ocupaban en el momento del cierre ilegal.

La descripción que se acaba de relatar, fría y sumaria, esconde la historial real de lo que verdaderamente ha sucedido y sucede en este conflicto. Lo que ocurre en muchos otros conflictos laborales. Esconde el impacto humano, brutal, que decisiones como la del gigante Coca-Cola, amparadas exclusivamente en la competencia y el beneficio económico, provoca sobre miles de familias. Esconde los resortes internos que llevan a los trabajadores a decir que no la admiten, y los motivos y razones que conducen a otros a aceptar las condiciones de la empresa. Esconde las malas artes de ésta, las presiones, los engaños, las amenazas, las represalias, la burla al Estado de Derecho, la posición de superioridad muchas veces apoyada por instituciones y medios de comunicación. Esconde la existencia del sentido de la clase obrera, así como de la importancia de la libertad y la organización sindical. Esconde la lucha en sí misma: el conflicto con la familia y los amigos, la decisión, las horas, días y semanas de frío en el campamento a la puerta de la embotelladora, el desgaste económico y emocional, la violencia de la carga policial, la incomprensión y el silencio de muchos. Y esconde, también, la solidaridad entre compañeros, el conocimiento mutuo y la amistad, la importancia de la familia, la convicción que da defender lo justo, y el apoyo social de ciudadanos y organizaciones cívicas que dentifican la injusticia del sistema y ven en esos trabajadores el espejo de su propia situación, presente o futura.

Este relato escondido, el que no cuenta la descripción “objetiva” de los hechos, ha visto la luz en el libro colectivo Somos CocaCola en Lucha. Publicado por laovejaroja, Somos CocaCola en Lucha es un libro de voces sin intermediarios, un coro de las voces de quienes han vivido en primera persona el conflicto. Voces como las que siguen, que nos cuentan y de las que aprendemos

Sobre el golpe vital y familiar que significa el despido:

Sobre nuestro contexto social:

Sobre la conciencia de tener derechos:

Sobre la dignidad

Sobre qué tipo de “democracia económica” nos gobierna:

Sobre el modo de operar de la empresa:

Sobre la función sindical organizada

Sobre lo que sucede cuando ganas a una empresa como Coca-Cola:

Sobre las actitudes que aseguran que, luchando, hay futuro:

Somos CocaCola en Lucha debería ser lectura obligatoria en las universidades y en los ministerios, por quién lo dice, qué dice y cómo lo dice. De libros que muestran la perspectiva y los logros de las grandes empresas ya tenemos suficientes.

Fotos: del Verkami SomosCocaColaenLucha, con el que se financió el libro.

Fernando Flores

Hace tres años las empresas embotelladoras de Coca-Cola en España se fusionaban en Coca-Cola Iberian Partners. Un año después, a principios de 2014, ésta procedía a la presentación de un ERE y al cierre de 4 plantas. Una de ellas –la de Fuenlabrada– había firmado la misma mañana su convenio colectivo. El ERE afectaba a 1250 trabajadores.

Publicado el
27 de abril de 2016 - 11:36 h
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