Un acosador menos o una componenda más

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A la vista de los escasísimos motivos para celebrar este 8 de marzo el Día Internacional de la Mujer, el PSOE tuvo la vergonzosa ocurrencia de pactar con un condenado por acoso sexual para hacerse con la alcaldía de la ciudad leonesa de Ponferrada. Habría sido igualmente escandaloso que el hecho se produjera cualquier otro día del año, pero su coincidencia con una fecha emblemática en la lucha por la igualdad lo convierte en un insulto. Por si fuera escasa la magnitud del dislate, a las pocas horas dio la cara nada menos que el secretario de organización del partido, Oscar López, para felicitarse por lo ocurrido en el ayuntamiento berciano: “Hay un acosador menos en política”, proclamó el número tres socialista al explicar que el pacto incluía el compromiso del acosador de retirarse de la política una vez arrebatada la alcaldía al PP y entregada con su voto al aspirante del PSOE. Después de arder las redes sociales y de extenderse la indignación en las filas socialistas, Alfredo Pérez Rubalcaba anuncia con la solemnidad de un comunicado oficial que ha ordenado al alcalde rectificar la decisión y que el nuevo alcalde de Ponferrada renuncie al cargo hasta que el acosador se vaya de la política.

Se equivoca la dirección socialista si cree que con un comunicado oficial en el que se dan “órdenes” a alcaldes (como si la ley respaldara tal cosa) queda zanjado este sainete. Y se equivoca aún más si en la trastienda se ha llegado al acuerdo con el acosador para que renuncie uno de estos días, corra la lista y el flamante alcalde 'recitificado' vuelva a ocupar el sillón como si no hubiera pasado nada. Sea cuestión de horas o de días, si ése es el resultado cabe pensar lo que aparenta: una componenda entre un partido político y un acosador sexual para ocupar una alcaldía. Y esto es al margen de lo nefasta que pueda ser la gestión del edil conservador de Ponferrada desalojado del mando.

La decisión de presentar la moción de censura no se toma en el desayuno del Día Internacional de la Mujer sino que fue registrada el pasado 25 de febrero con foto oficial incluida del aspirante socialista junto al ínclito Ismael Álvarez, individuo condenado en sentencia firme en 2002 por acosar sexualmente a la concejala Nevenka Fernández. Y el número 3 del partido, Oscar López, dejó clara en su peregrina argumentación (“hay un acosador menos”) que la dirección del partido compartía los métodos y los objetivos de ese pacto municipal.

Que el PSOE se apoyara en un acosador para ganar una alcaldía casi a la misma hora en que denunciaba (con razón) los recientes retrocesos en materia de igualdad resulta cínico. Que pretenda zanjar el asunto sin que nadie en la dirección nacional asuma responsabilidades es incentivar el populista argumento del “todos son iguales”. Que se disfrace como supuesta firmeza del secretario general lo que podría ser un trato indecente sólo significaría otro disparo en el pie de la credibilidad política.

A la vista de los escasísimos motivos para celebrar este 8 de marzo el Día Internacional de la Mujer, el PSOE tuvo la vergonzosa ocurrencia de pactar con un condenado por acoso sexual para hacerse con la alcaldía de la ciudad leonesa de Ponferrada. Habría sido igualmente escandaloso que el hecho se produjera cualquier otro día del año, pero su coincidencia con una fecha emblemática en la lucha por la igualdad lo convierte en un insulto. Por si fuera escasa la magnitud del dislate, a las pocas horas dio la cara nada menos que el secretario de organización del partido, Oscar López, para felicitarse por lo ocurrido en el ayuntamiento berciano: “Hay un acosador menos en política”, proclamó el número tres socialista al explicar que el pacto incluía el compromiso del acosador de retirarse de la política una vez arrebatada la alcaldía al PP y entregada con su voto al aspirante del PSOE. Después de arder las redes sociales y de extenderse la indignación en las filas socialistas, Alfredo Pérez Rubalcaba anuncia con la solemnidad de un comunicado oficial que ha ordenado al alcalde rectificar la decisión y que el nuevo alcalde de Ponferrada renuncie al cargo hasta que el acosador se vaya de la política.

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