La intervención estatal del mercado de la vivienda y de la cesta de la compra, dos medidas básicas en la vida de hoy que todo el espectro liberal del arco politico español (es decir, el PSOE y todo lo que hay a su derecha) parece que se niega a tomar, no se aborda bajo el mantra de decir no al intervencionismo. Intervenir el mercado no es tocarle el bolsillo ni el modo de vida a todo el mundo, sino a la parte que se beneficia de unas deficiencias del mismo que les permite sobredimensionar sus beneficios a costa de perjudicar a la mayoría de la población. Ergo intervenir el mercado en necesidades básicas universales es, por definición, favorecer a las mayorías. Funcione o no. Mayorías que ven su calidad de vida menguar escandalosamente y peligrar una vida digna mínima, en algunos casos. Demasiados, desgraciadamente.
Subir los tipos de interés o reducir el IVA de los alimentos no se considera intervencionismo, a pesar de que afecte, y de qué manera, a las mayorías. Son decisiones políticas igual que las demás. El desastre que está suponiendo para las economías familiares la subida de las hipotecas, que está ahogando a la base de esta sociedad, parece que no merece protección. Es más: ni siquiera se pueden limitar las subidas hipotecarias, porque es intervencionista. Teniendo en cuenta que el precio de la vivienda sigue creciendo (en febrero ha marcado subida récord) y que los alquileres no se frenan, es evidente, encima, que ese "no intervencionismo" lo único que está produciendo es enriquecimiento de los rentistas y los bancos y sangrado en las familias. Pero no hay que hacer nada. Sería intervencionista.
Subir los tipos de interés o reducir el IVA de los alimentos no se considera intervencionismo, a pesar de que afecte, y de qué manera, a las mayorías. Son decisiones políticas igual que las demás.
Cuando bajas el IVA de los alimentos y estos no descienden de precio, como está ocurriendo, nadie considera que se está "interviniendo" en el bolsillo de las familias. Pero la realidad es que está viendo que cada vez tiene que gastar más en comer y que ese aumento de su sufrimiento va a parar a las manos de unos pocos, los que manejan el mercado alimentario, y no a las manos de todos, es decir, al Estado.
A lo que vamos: los liberales puros de la derecha y los socioliberales del PSOE nos han hecho tragar con el mantra de que las intervenciones en el mercado no son "intervencionistas" si nos restan dinero a usted y a mí, a las mayorias, pero sí lo son cuando merman los beneficios de unos pocos. Como hacer una ley de protección animal, pero a los galgos de los cazadores, que los ahorquen. Una estafa.
La intervención estatal del mercado de la vivienda y de la cesta de la compra, dos medidas básicas en la vida de hoy que todo el espectro liberal del arco politico español (es decir, el PSOE y todo lo que hay a su derecha) parece que se niega a tomar, no se aborda bajo el mantra de decir no al intervencionismo. Intervenir el mercado no es tocarle el bolsillo ni el modo de vida a todo el mundo, sino a la parte que se beneficia de unas deficiencias del mismo que les permite sobredimensionar sus beneficios a costa de perjudicar a la mayoría de la población. Ergo intervenir el mercado en necesidades básicas universales es, por definición, favorecer a las mayorías. Funcione o no. Mayorías que ven su calidad de vida menguar escandalosamente y peligrar una vida digna mínima, en algunos casos. Demasiados, desgraciadamente.