Este fin de semana tiene lugar la Asamblea Ciudadana Sí se puede, un encuentro presencial de Podemos abierto a todas las personas que quieran participar. En él se discutirán una serie de borradores que van a conformar los principios éticos, organizativos y políticos de Podemos, una formación política que ha abierto enormes expectativas entre quienes no queremos soportar durante más tiempo este régimen opresivo, caduco y corrupto.
Durante varios meses, tanto en los círculos de Podemos como a través de las redes sociales, la discusión ha sido intensa y extensa. Han circulado numerosos borradores de propuestas, enmiendas y contraenmiendas; se han intentado, y logrado en muchos casos, acuerdos entre las distintas posiciones. Un modelo de participación complejo, novedoso y notable.
Pero no sólo los procedimientos abiertos y democráticos, desconocidos hasta ahora, hacen de Podemos un revulsivo necesario y crean una ilusión y una esperanza de renovación radical de las formas de hacer política en nuestro país. También creemos, y esto es quizás lo principal, que con Podemos se abre una oportunidad para llevar a cabo políticas de cambio social que favorezcan los intereses de la mayoría, en todos los campos que afectan a la vida de la ciudadanía en la que las mujeres constituimos algo más del 50% del total.
La resolución Defender la Democracia es Defender la Igualdad, que se presenta en la asamblea ciudadana, contiene una serie de análisis sobre la situación de las mujeres ante la crisis económica y algunas medidas generales para hacerle frente, algo realmente interesante y necesario, aunque no hay mención alguna en ella al marco general que da lugar a la discriminación. No se menciona tampoco, y es algo que nos sorprende, la defensa del derecho al aborto libre que ha sido una reivindicación central de las mujeres en sus luchas desde hace años, y cuyo ejercicio sigue en peligro.
Pese a ello, en las discusiones programáticas y en la representación pública de Podemos, echamos en falta la presencia de posiciones y voces que tengan en cuenta la ya larga trayectoria de la lucha feminista, la lucha contra el sexismo, la homofobia y la exclusión de las personas transexuales. Una lucha que, desde organizaciones diversas, han puesto en pie reivindicaciones democráticas que nos afectan, y han contribuido a hacer conscientes a importantes sectores de nuestra sociedad de que la desigualdad sexual está lejos de ser un producto del pasado, y que la libertad y el pleno desarrollo de las mujeres requiere algo más que proclamas igualitarias. Hay que señalar también la presencia mayoritaria de mujeres en las distintas mareas reivindicativas, que forman buena parte de la base social de Podemos, especialmente en las más potentes, las que tienen como blanco la educación y la sanidad.
Creemos que no basta con que los principios éticos, políticos y organizativos de Podemos dediquen un párrafo a hablar de la importancia de la igualdad de género o de una participación igualitaria entre hombres y mujeres en los órganos de representación y en las listas electorales. Es importante, pero no suficiente. Echamos de menos un reconocimiento de la opresión de género que apueste por políticas transversales; una mínima discusión, en los círculos de Podemos y en las deliberaciones que se llevan a cabo a través de la red, sobre cómo combatir el machismo que impregna la vida social; sobre el machismo que está en la base de la violencia contra las mujeres; sobre el machismo de casta y de caspa que trata de impedir el derecho al aborto y a la maternidad libremente elegida; sobre el machismo que no acepta la diversidad de opciones sexuales que están presentes en nuestra sociedad… Asuntos éstos que no figuran en los borradores que se discuten y que van a formar el código básico de Podemos como formación política, y que no se enumeran entre las propuestas concretas que se plantean. Y también echamos de menos que no se cuestione la escasa presencia pública de las mujeres en Podemos, que haberlas haylas, y muy potentes.
Una vez más, y es algo recurrente en la historia contemporánea, pensamos que, aunque no se plantee así explícitamente, las posiciones actuales de Podemos nos remiten a la idea de una “contradicción principal” –que Podemos sitúa entre la casta y la mayoría social oprimida– que oculta o difumina la considerada históricamente como “contradicción secundaria”, la que enfrenta la supremacía masculina en todos los órdenes –no a los hombres como género– con los derechos reales de las mujeres.
En toda propuesta política, como queda claro en los distintos borradores que se han discutido en Podemos, la economía debe ocupar un papel primordial, más aún en una crisis como la que padecemos, pero pensamos que la transformación ideológica, que está a la base de los postulados éticos de Podemos, debe estar también en un primer plano. El combate contra el sexismo –en la sociedad y en el interior de las organizaciones que luchan por cambios a favor de la mayoría social– forma parte de esta transformación ideológica.
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Plantear medidas concretas para el combate ideológico y social del machismo, reivindicar el derecho al propio cuerpo, exigir el derecho al aborto libre a decisión de la mujer, hablar de la defensa de la diversidad de opciones sexuales no son, a nuestro modo de ver, cuestiones que puedan eludirse, ni silenciarse, ni relegarse por un temor a reducir la mayoría social que apoya a una formación política como Podemos. Es más, desde nuestra ilusionada expectativa sobre el ascenso de Podemos, pensamos que contribuiría a ampliar esta base social, que muchas mujeres verían sus intereses más reflejados.
Afortunadamente, Podemos tiene una larga trayectoria por delante. El debate, por muy intenso y extenso que esté siendo, no ha hecho más que empezar. Y estamos convencidas de que muchas de las cuestiones que planteamos en este artículo lograrán un eco en futuras discusiones y en los distintos programas electorales de Podemos. ------------------------------------------------------------------------------------------
María José Belbel Bullejos es investigadora y activista feminista. María Unceta Satrústegui forma parte del movimiento feminista desde mediados de los 70.María Unceta Satrústegui
Este fin de semana tiene lugar la Asamblea Ciudadana Sí se puede, un encuentro presencial de Podemos abierto a todas las personas que quieran participar. En él se discutirán una serie de borradores que van a conformar los principios éticos, organizativos y políticos de Podemos, una formación política que ha abierto enormes expectativas entre quienes no queremos soportar durante más tiempo este régimen opresivo, caduco y corrupto.