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El votante del PP pide que rueden cabezas

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“Cualquiera que meta así la pata en una empresa, estaría en la calle”, “no están cualificados para liderar el partido”, “los culpables tienen que responder”, “panda de inútiles”... Por primera vez desde que Feijóo está al frente, en los grupos de whatsapp de amigos y familiares, o en los foros de los medios de comunicación conservadores, los votantes del PP quieren que se castigue a los responsables de haberse metido un gol en propia meta. A quien se atreve a justificar en alguno de esos grupos que cualquiera comete un error, se le echan encima los demás pidiendo cabezas ya. “Pepe Gotera y Feijóo”, respondía un simpatizante a otro que esgrimía que se trataba de un engaño del Gobierno. 

La latente sensación de que el equipo de Feijóo deja mucho que desear ha estallado entre los profesionales de derechas que desempeñan distintas responsabilidades en sus empresas. Consideran que ellos no tendrían una segunda oportunidad, ni podrían echar la culpa a otro de habérsela colado porque demostraría su falta de capacidad para el puesto que ocupan. “Se han evidenciado dos cosas: el nivel del actual equipo dirigente y que cuando estás al ruido polarizador y a gritar más que Vox, dejas de lado el estudio y la reflexión necesaria para que no se te pasen cosas tan graves como esta”, dice un ex alto cargo del PP. 

¿Quién trabaja en la derecha para llegar al fondo de las cuestiones? Semana tras semana, el espectáculo de las sesiones del Congreso recuerda más a programas tipo Sálvame que al epicentro del poder legislativo, con bancadas preocupadas por su minuto de gloria en redes sociales en vez de estudiar con rigor los proyectos que se debaten.

La sensación de que el equipo de Feijóo deja mucho que desear ha estallado entre los profesionales de derechas

El show de llevar este miércoles al hemiciclo a la senadora Marimar Blanco, hermana de Miguel Ángel Blanco, a la que utilizan sin parar, no frena la escalada de indignación entre sus votantes porque la realidad es que su apoyo a la reforma que permite que los presos etarras descuenten los años cumplidos en el extranjero toca de lleno en el ADN patriótico del PP. “El tiro va directo al gen aznarista de los años duros contra ETA, en los que se forjó la unidad interna a partir de la amenaza externa”, apunta un dirigente que estuvo con Rajoy en el Gobierno.    

Los responsables últimos del cataclismo tienen nombre y apellido: Miguel Tellado y Cayetana Álvarez de Toledo. Ninguno de los dos es muy querido internamente. A Tellado se le puso a controlar al grupo, a guardar el gallinero y desactivar a la vez a Álvarez de Toledo. El movimiento pudo tener sentido pero tenía su riesgo, como se está viendo. Tellado, absolutamente pagado de sí mismo, se da por satisfecho con sus intervenciones incendiarias pero no entra hasta el corazón de los asuntos. “Nombrar a Cayetana portavoz de Justicia siendo doctora en Historia ha dejado al descubierto su incompetencia para el cargo. Doña Principios no sabe dónde meterse”. La diputada más combativa contra el ministro de Justicia es una de las más señaladas en círculos populares. 

Sería impensable que Feijóo renuncie a ninguno de los dos. Tellado es su hombre de confianza y Álvarez de Toledo cuenta con la protección de Aznar desde que entró en política. Si no son ellos, alguien tiene que pagar para tranquilizar a las huestes. No solo porque lo demandan sus votantes, sino porque internamente crece el cabreo y en el grupo parlamentario los diputados no quieren cargar con un error que no les corresponde. Necesitan poder mantener la cabeza alta en sus propios grupos, en donde se les está recriminando la inconcebible falta de control.

“Cualquiera que meta así la pata en una empresa, estaría en la calle”, “no están cualificados para liderar el partido”, “los culpables tienen que responder”, “panda de inútiles”... Por primera vez desde que Feijóo está al frente, en los grupos de whatsapp de amigos y familiares, o en los foros de los medios de comunicación conservadores, los votantes del PP quieren que se castigue a los responsables de haberse metido un gol en propia meta. A quien se atreve a justificar en alguno de esos grupos que cualquiera comete un error, se le echan encima los demás pidiendo cabezas ya. “Pepe Gotera y Feijóo”, respondía un simpatizante a otro que esgrimía que se trataba de un engaño del Gobierno. 

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