La derecha política está ganando en los Telediarios de TVE. Tremenda paradoja: cuando el PP gobernaba en España y sus delegados convertían los noticiarios de la televisión pública en propaganda de su partido, fueron derrotados por los trabajadores a golpe de denuncias, concentraciones de repulsa contra la manipulación y ofensivas imaginativas que visualizaban lo negro de su proceder. Aquellos informativos perdieron la credibilidad, y por tanto buena parte de influencia, al tiempo que las protestas de las redacciones de la Corporación calaban en la sociedad y ayudaron al descenso electoral de PP.
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Digo paradoja porque en estos días, con una coalición de izquierdas en el Gobierno, la alta dirección de RTVE parece estar más preocupada por no aumentar las iras de PP y Vox que por mantener con entereza una línea independiente de vaivenes políticos, rigurosa, plural, que permita a los ciudadanos tener una información cabal y completa de la actualidad. Hago esta afirmación tras múltiples conversaciones con la redacción de Torrespaña, redactores de a pie, cargos medios y de representación... Nadie se queja de falta de pluralismo, o falta de veracidad en los noticiarios; en ningún caso he escuchado que se reciban instrucciones para favorecer al Gobierno ni ocultar a la oposición. No está ahí el mal. Sí se da amplia coincidencia en que se abusa de informaciones "declarativas", cortes de voz e imagen de representantes políticos más destacadas cuanto más altisonantes; tras ellas se pasa a otro asunto hurtando al espectador un contexto, un mínimo análisis que complete las opiniones contrapuestas. Se me cita un ejemplo bien reciente: una parlamentaria de Vox acusa al Gobierno de la muerte de miles de ancianos en residencias y se selecciona la respuesta en la que el vicepresidente Iglesias califica de "parásitos" a los miembros de esa formación. La información es veraz, plural... e incompleta. Los espectadores tienen derecho a que se les recuerde el dato contrastado de que la competencia sobre esos centros pertenece a las comunidades autónomas, no al Gobierno de España, por lo que las acusaciones de Vox se habrían realizado desde la ignorancia, o la mala fe.
Otro ejemplo de "pluralismo": el Gobierno da a conocer los planes de escalada y se suceden hasta siete descalificaciones en boca de representantes de diversas autonomías gobernadas por el PP y partidos nacionalistas; dos reacciones de las gobernadas por el PSOE. Otro tanto sucede con las medidas para ir recobrando la actividad de comercios y restauración: se anuncian y van seguidas de las quejas de afectados que hablan de posible ruina de sus negocios. Son hasta cuatro conexiones con distintos afectados y ni uno solo habla de si se trata de un imperativo para frenar al virus. Todos los intervinientes tienen sus razones y un medio público debe recoger sus testimonios, pero al término de un bloque de varios minutos, al espectador le queda la sensación de catástrofe inevitable. La imperiosa necesidad de evitar a la ciudadanía un rebrote de la pandemia o no se ha dicho o ha quedado sepultada por el aluvión de quejas particulares. No he visto en ningún telediario una información que destaque que la derecha española es la única oposición de la Unión Europea que pone zancadillas a la lucha de los gobiernos contra la pandemia. Quizás me la he perdido, pero se trata de una información veraz, que ayudaría al espectador a entender algunas actitudes.
Nadie en la alta dirección impone que se haga información distinta, independiente y profesional, sí, pero contextualizada. Que resuma la actualidad con todos los ingredientes, no solo con las afirmaciones, ciertas en unos casos, mentiras clamorosas en otros, sin que TVE se atreva a realizar apostillas basadas en datos. Acabo de decir TVE, pero me refiero sobre todo a sus telediarios. En Los Desayunos, su director y presentador Xabier Fortes ha sabido responder con profesionalidad y entereza a las acusaciones infundadas de PP y Vox. Él no calla, él no otorga. Por ello es objetivo permanente de la derecha mediática. Otros, por encima de él en mando y responsabilidad, se esconden, a la quimérica espera de que cesen los ataques. No lo conseguirán. Mientras, la derecha gana en TVE.
La derecha política está ganando en los Telediarios de TVE. Tremenda paradoja: cuando el PP gobernaba en España y sus delegados convertían los noticiarios de la televisión pública en propaganda de su partido, fueron derrotados por los trabajadores a golpe de denuncias, concentraciones de repulsa contra la manipulación y ofensivas imaginativas que visualizaban lo negro de su proceder. Aquellos informativos perdieron la credibilidad, y por tanto buena parte de influencia, al tiempo que las protestas de las redacciones de la Corporación calaban en la sociedad y ayudaron al descenso electoral de PP.