Y si no les gusta este título, tengo otro no menos cinematográfico: El Golpe. El que se ha asestado a RTVV, y por extensión al patrimonio de las valencianas y los valencianos. Milans del Bosch no se atrevió a tanto, ni siquiera con los medios de izquierdas. Ni nos invadió ni nos cerró, apenas tuvieron tiempo los sublevados de enviar a un par de uniformados con el recado de su famoso bando... y al poco ya estaban fuera de juego.
Pero ahora ocurre que, con la apariencia democrática que dan las urnas, la mayoría absolutista decide que ya se vale, que desde las antenas públicas no se pueden seguir formulando críticas a la gestión de la empresa, y en general al desgobierno que nos aflige. Contado por la oposición desde tribuna parlamentaria: una abuela de Castellón comenta que se acaba de enterar por Canal 9 de que Fabra es un sinvergüenza. Imagínense, a estas alturas.
La chapuza, además del autoritarismo, el endeudamiento, el clientelismo y la permisividad con el saqueo, ha sido la tónica general de los gobiernos del PP respecto a “su” empresa pública de comunicación. Rematadamente mal el ERE anulado por los tribunales, la premura en anunciar el apagón, la urgencia para cubrir los huecos de “sus” consejeros y consejeras que acababan de dimitir, el perfil y el fallido nombramiento de los efímeros sustitutos, la aprobación de la ley autorizando el cierre por la vía más rápida y menos democrática, la edición especial del Diari Oficial pocas horas después, la reunión extraordinaria del Consell para destituir al Consejo de Administración y nombrar liquidadores, la grosería con que se ha tratado a diputados, concejales y consejeros de la oposición...y la propia liquidación. (Nunca ningún grave problema de los muchos que han afligido a este país les había activado las pilas de esta manera tan compulsiva. Para mí que les va a dar algo).
Los trabajadores de Canal Nou no se rinden y lucharán por sus derechos en los tribunales
Ha sido una chapuza y una cobardía improvisar la reunión de gobierno del viernes a muchos kilómetros de Valencia, pero no se han podido librar del bochorno de tener manifestantes en la puerta ni del que será histórico plantón del resto de periodistas contagiados de dignidad. Qué patética la imagen del vicepresidente dando la referencia oficial en una sala vacía y ofreciéndose al final a contestar preguntas, engorro del que siempre han huido como de la peste. Dicen ahorrar en televisión para pagar servicios públicos, pero durante el apagón miles de personas se quejaban en la calle por la falta de atención a la dependencia y las ONGs contra el VIH denunciaban que las han dejado solas frente al peligro.
La Radio se ha despedido con música: Vergonya, cavallers, vergonya de Al Tall, y Seguirem, de Obrint Pas, grupos legendarios que estos días también se despiden. Y en la Web de RTVV, varias horas después de emitirse su muerte en directo, todavía se anuncia la programación que incluye una película también de lo más apropiado: En la ciudad sin ley.
*Rosa Solbes es periodista y miembro del Consejo de Administración de RTVV por el PSPV-PSOE.
Y si no les gusta este título, tengo otro no menos cinematográfico: El Golpe. El que se ha asestado a RTVV, y por extensión al patrimonio de las valencianas y los valencianos. Milans del Bosch no se atrevió a tanto, ni siquiera con los medios de izquierdas. Ni nos invadió ni nos cerró, apenas tuvieron tiempo los sublevados de enviar a un par de uniformados con el recado de su famoso bando... y al poco ya estaban fuera de juego.