En la reciente entrada en su blog personal, Olli Rehn suscribe la propuesta del FMI de bajar los salarios un 10% en España para reducir el paro.
Para hacerlo, utiliza la canción de Bob Dylan The Ballad of a Thin Man.The Ballad of a Thin Man
Interesante.
Utilizar uno de los textos más oscuros de uno de los creadores contemporáneos más complejos para arrojar luz sobre nuestra economía parece atrevido.
Bueno, no sólo atrevido, es tan torpe como inútil. Tan político como idiota.
Habla Olli Rehn de Mr. Jones, el misterioso personaje central de la canción. Una canción que empieza así:
* Entras a la habitacióncon tu lápiz en la mano,ves a alguien desnudoy tú, tú dices, “¿quién es ese hombre?”
¿Lápiz en la mano? ¿Un hombre? ¿Desnudo?
Pues parece sencillo: Ese hombre sería Strauss-Kahn, el exdirector gerente del FMI. El mismo organismo que ahora sugiere que la gente en España gane menos dinero, para que más gente en España gane dinero.
Así de sencillo, quieren que tengamos menos dinero para ser más productivos, de manera que más gente pueda aprovecharse del ya maltrecho panorama para el trabajador en España.
Pero volvamos a lo musical. La canción está llena de referencias fálicas, algo que los especialistas en la obra de Dylan interpretan como crítica a la intolerancia de la sociedad con respecto a la homosexualidad. Dylan nunca ha explicitado quién es ese Mr. Jones.
¿Podría ese enigmático personaje ser el propio Olli Rehn?
La canción habla de payasos y ladrones. Por ejemplo, la quinta estrofa de la canción dice lo siguiente:
Has estado con catedráticosy a todos ellos les gustaban tus ideas,con grandes abogados hasdiscutido sobre leprosos y criminales,te has empollado todoslos libros de F. Scott Fitzgerald,eres un muy buen lector,es cosa sabida.Pero algo está ocurriendo aquí,y no sabes lo que es, ¿no es así, Mr. Jones?
¿Podría ser el comisario Europeo de asuntos Económicos ese Mr. Jones que no se entera de nada?
A Olli Rehn le pasa como a la mayoría de políticos del viejo continente, esos que confunden palabras con pensamientos y que se sienten en la obligación de hablar mucho, aunque no tengan nada que decir.
Lo perverso del comisario europeo de Asuntos Económicos no es que utilice a Bob Dylan para darse la razón, lo perverso llega, cuando en ese texto afirma: “Aquellos que rechacen la propuesta de forma instantánea cargarán sobre sus hombros la enorme responsabilidad del coste social y humano”.
Es decir, si no aceptamos bajarnos el sueldo seremos nosotros los culpables del drama, presente y futuro, que vivimos en nuestro país. Y eso no es una opinión sobre prácticas o propuestas relacionadas con la economía (esa es su tarea), ese es un juicio de valor moral hacia los ciudadanos totalmente inaceptable.
Tan inaceptable como calificar a Olli Rehn de payaso ladrón.
O tan inadecuado como afirmar que el comisario es miembro de esa casta de tipos que se han metido en política para pagar sus propios vicios, siempre dispuestos a poner en riesgo su dignidad a cambio de una buena ocurrencia.
Lo cierto es que sus ideas son tan buenas como las de cualquier otro insecto.
Muchos de ellos en las próximas elecciones no pedirán el voto, sino el indulto.
Por que algo está ocurriendo, y no sabes lo que es.
¿No es así Mr. Jones?
* Nota: He tomado la traducción de The Ballad of a Thin Man de aquí. La canción es realmente compleja y entre todas las traducciones creo que esta es la que mejor captura la esencia del tema.
En la reciente entrada en su blog personal, Olli Rehn suscribe la propuesta del FMI de bajar los salarios un 10% en España para reducir el paro.